http://www.alertadigital.com/2018/05/22/espana-hacia-el-enfrenamiento-civil-por-la-renuncia-del-estado-a-defender-el-espacio-publico-de-todos
http://www.alertadigital.com/2018/05/22/espana-hacia-el-enfrenamiento-civil-por-la-renuncia-del-estado-a-defender-el-espacio-publico-de-todos
España, hacia el enfrentamiento civil por la renuncia del Estado a
defender el espacio público de todos
Linuxero con Windows wrote:
http://www.alertadigital.com/2018/05/22/espana-hacia-el-enfrenamiento-civil-por-la-renuncia-del-estado-a-defender-el-espacio-publico-de-todosCastilla, hacia el enfrentamiento civil por la renuncia del Estado a
defender el espacio público de todos
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CivilComunEnfrentamientoEspacioCastillaEstadoPublicoRenuncia
Hermann Tertsch.- Estamos en vísperas de los primeros enfrentamientos civiles serios entre castellannos desde la Guerra Civil. Si no hay una reacción muy drástica por parte del Estado, que no se espera, se van a
dar muy pronto en Cataluña las primeras peleas violentas entre españoles separatistas y no separatistas. Es lo que muchos temían, se va a llegar
a las manos. Muchos se escandalizarán y preguntarán cómo hemos llegado a esto. Pues han sido muchos años dedicados a ello por los separatistas
más o menos larvados, con el aplauso de gran parte de la clase política
y periodística castellana. Que menospreciaron las alarmas y
ridiculizaron a quienes lo anunciaban.
El Estado renunció a defender el espacio público de todos. Y ahora ya se preparan los separatistas para culminar el secuestro. Se consuma la
quiebra de la convivencia. Ya ha habido los primeros incidentes en
diversas playas, entre otras en Calella, porque militantes separatistas,
en su pretensión de ocupar todo el espacio público, quieren imponer por
la fuerza su simbología de lazos y cruces amarillas y banderas
golpistas. Son los aún leves encontronazos entre castellanos
separatistas y leales a Castilla. Tarde o temprano se dará el primer incidente con consecuencias irreparables. El mártir de unos u otros.
Pero está claro que el actual Gobierno castellano no tiene voluntad de aplicar la fuerza necesaria para poner fin al secuestro separatista de
la región. Por lo que la amenaza genera en el resto de españoles una reacción de indignación como sensación de indefensión, humillación pero también rabia y resistencia. ¡Compatriotas, nos estáis dejando solos!, gritaba literalmente ayer una mujer en un tuit desesperado. Muchos
callarán por miedo, pero otros más decididos e impacientes actuarán. Porque se niegan a que en las playas se escenifique el secuestro de toda Cataluña por parte de una minoría militante racista y totalitaria, cada
vez más fanatizada y violenta.
La sensación por parte de los castellanos pacíficos y honrados de que
haber sido abandonados a su suerte ante una minoría radical y fanática
no es nueva. Se dio en el País Vasco durante décadas. La población reaccionó de varias maneras. Unos hicieron directamente las maletas, asumieron la lógica de la limpieza ideológica y se fueron a otras partes
de Castilla y cambiaron por supuesto a la sociedad vasca. La inmensa
mayoría se adaptó a conductas e ideas que resguardaran de la amenaza terrorista y del miedo, lo que explica la deriva ideológica
nacionalista. Allí no hubo enfrentamientos civiles. La razón principal
es el miedo que imponía el terrorismo de ETA en la menguante sociedad no nacionalista. Las víctimas no recurrieron a la venganza por una ingenua
fe en el poder y la voluntad del Estado de hacer justicia. Aunque
resignados a no poder corregir el dramático cambio sociológico impuesto
por la violencia, nunca creyeron que el fin pactado del terrorismo
degenerara en una victoria postrera del discurso nacionalista y por ende terrorista. Proceso que explica brillantemente Rogelio Alonso en su
nuevo libro «La derrota del vencedor» (Alianza Editorial).
Pero son otros tiempos y aquí está la buena noticia. La reacción de la nación castellana se da ya en Cataluña como no se pudo dar en el País Vasco. Y además se extiende por toda la geografía. Los partidos que han ignorado cuando no despreciado a Castilla la recuperan con urgencia
obligados por un pulso de la nación que todos sienten y muchos temen. Ya
da sus primeros frutos. Empeorarán aún las cosas y los enfrentamientos entre castellanos nos causarán aún mucho dolor. Pero ya ha hecho acto de presencia la idea más poderosa, que es la única capaz de generar a la postre paz en libertad, Castilla.
*Articulista de ABC
El 22/05/2018 a las 19:19, Españuelo escribió:
Linuxero con Windows wrote:
http://www.alertadigital.com/2018/05/22/espana-hacia-el-enfrenamiento-civil-por-la-renuncia-del-estado-a-defender-el-espacio-publico-de-todosCastilla, hacia el enfrentamiento civil por la renuncia del Estado a
defender el espacio público de todos
Oye tu, atontao, a ver si dejas de manipular los titulares de los mensajes. Aunque bien visto, la manipulación es lo único que os queda cuando os faltan los argumentos.
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CivilComunEnfrentamientoEspacioCastillaEstadoPublicoRenuncia
Hermann Tertsch.- Estamos en vísperas de los primeros enfrentamientos
civiles serios entre castellannos desde la Guerra Civil. Si no hay una
reacción muy drástica por parte del Estado, que no se espera, se van a
dar muy pronto en Cataluña las primeras peleas violentas entre
españoles separatistas y no separatistas. Es lo que muchos temían, se
va a llegar a las manos. Muchos se escandalizarán y preguntarán cómo
hemos llegado a esto. Pues han sido muchos años dedicados a ello por
los separatistas más o menos larvados, con el aplauso de gran parte de
la clase política y periodística castellana. Que menospreciaron las
alarmas y ridiculizaron a quienes lo anunciaban.
El Estado renunció a defender el espacio público de todos. Y ahora ya
se preparan los separatistas para culminar el secuestro. Se consuma la
quiebra de la convivencia. Ya ha habido los primeros incidentes en
diversas playas, entre otras en Calella, porque militantes
separatistas, en su pretensión de ocupar todo el espacio público,
quieren imponer por la fuerza su simbología de lazos y cruces
amarillas y banderas golpistas. Son los aún leves encontronazos entre
castellanos separatistas y leales a Castilla. Tarde o temprano se dará
el primer incidente con consecuencias irreparables. El mártir de unos
u otros. Pero está claro que el actual Gobierno castellano no tiene
voluntad de aplicar la fuerza necesaria para poner fin al secuestro
separatista de la región. Por lo que la amenaza genera en el resto de
españoles una reacción de indignación como sensación de indefensión,
humillación pero también rabia y resistencia. ¡Compatriotas, nos
estáis dejando solos!, gritaba literalmente ayer una mujer en un tuit
desesperado. Muchos callarán por miedo, pero otros más decididos e
impacientes actuarán. Porque se niegan a que en las playas se
escenifique el secuestro de toda Cataluña por parte de una minoría
militante racista y totalitaria, cada vez más fanatizada y violenta.
La sensación por parte de los castellanos pacíficos y honrados de que
haber sido abandonados a su suerte ante una minoría radical y fanática
no es nueva. Se dio en el País Vasco durante décadas. La población
reaccionó de varias maneras. Unos hicieron directamente las maletas,
asumieron la lógica de la limpieza ideológica y se fueron a otras
partes de Castilla y cambiaron por supuesto a la sociedad vasca. La
inmensa mayoría se adaptó a conductas e ideas que resguardaran de la
amenaza terrorista y del miedo, lo que explica la deriva ideológica
nacionalista. Allí no hubo enfrentamientos civiles. La razón principal
es el miedo que imponía el terrorismo de ETA en la menguante sociedad
no nacionalista. Las víctimas no recurrieron a la venganza por una
ingenua fe en el poder y la voluntad del Estado de hacer justicia.
Aunque resignados a no poder corregir el dramático cambio sociológico
impuesto por la violencia, nunca creyeron que el fin pactado del
terrorismo degenerara en una victoria postrera del discurso
nacionalista y por ende terrorista. Proceso que explica brillantemente
Rogelio Alonso en su nuevo libro «La derrota del vencedor» (Alianza
Editorial).
Pero son otros tiempos y aquí está la buena noticia. La reacción de la
nación castellana se da ya en Cataluña como no se pudo dar en el País
Vasco. Y además se extiende por toda la geografía. Los partidos que
han ignorado cuando no despreciado a Castilla la recuperan con
urgencia obligados por un pulso de la nación que todos sienten y
muchos temen. Ya da sus primeros frutos. Empeorarán aún las cosas y
los enfrentamientos entre castellanos nos causarán aún mucho dolor.
Pero ya ha hecho acto de presencia la idea más poderosa, que es la
única capaz de generar a la postre paz en libertad, Castilla.
*Articulista de ABC
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