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All on Fri Jan 22 21:57:21 2021
Sábado, 23 de Enero, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)
El CORAZÓN del PADRE es sanado y feliz contigo bautizado en agua, invocando su SANTO NOMBRE siempre:
Asombrosamente: el corazón santÃsimo de nuestro Padre celestial fue herido, observando a Lucifer liderar una rebelión angelical en contra de su Gran Trono Blanco y su santo nombre fuegos que habÃa sido amado, honrado y glorificado por su Hijo
Jesucristo y por su EspÃritu Santo junto con las huestes angelicales leales a Él por todo su reino angelical hasta que pecado fue encontrado en Lucifer. Este fue un evento angelical terrible, impactando el corazón santÃsimo de nuestro Padre celestial,
obligado a removerse junto con su familia divina, que es su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo junto con sus ángeles leales a Él por su santo nombre fuegos, a un nuevo hogar dulce, como un cielo nuevo y una tierra nueva, en donde no existe el pecado
en la eternidad.
Evidentemente, nuestro Padre celestial necesitaba crear un nuevo lugar para sanar su santo corazón herido, su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus huestes angelicales, y asÃ, Él continuar apropiadamente a amar, a servir y a alabar su santo nombre
fuegos sobre su altar, que siempre ha sido el monte Sion en la gloria angelical, pero ahora, tenÃa que ser Canaán, nuestra tierra eterna. Sin embargo, al nuestro Padre celestial crear cielos nuevos y tierra nueva para Él mismo, su santo nombre fuegos,
su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo, las huestes angelicales fieles a Él toda una eternidad, entonces, Él pensó en ti, tus amados, vecinos y amistades desde siempre en la tierra, y asÃ, tú puedas vivir con Él, pero sin conocer el pecado jamás
para siempre.
Realmente, nuestro Padre celestial siempre te ha conocido a ti, tus amados, vecinos y amistades desde la fundación del mundo, porque todos hemos nacido de su imagen y de su alma santÃsima: perfectos y santos, asà como Él en la eternidad ante su Hijo
Jesucristo y su EspÃritu Santo, y asÃ, tú solamente conozcas su perfección y su santidad por medio de Él siempre. Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba continuar viviendo su vida eterna siempre enriquecida diariamente con su corazón santÃ
simo ante su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus huestes angelicales fieles a Él y a su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, pero ahora, Él necesitaba vivirla toda ella contigo, observándola llena de su asombroso amor infalible creciendo en
ti para siempre.
Indiscutiblemente, nuestro Padre celestial ha observado su vida eterna siempre creciendo gloriosamente con su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus ángeles fieles a Él y a su santo nombre fuegos sobre su monte Sion del reino angelical hasta que
encontró pecado en Lucifer y en una tercera parte de ángeles caÃdos, fieles a su causa de exaltar su nombre sobre toda la Creación. Realmente, el pecado de Lucifer fue encontrado en su corazón, que él deseaba controlar su santo nombre fuego sobre
su altar, porque él sabÃa que: si él podÃa controlarlo junto con sus ángeles caÃdos fieles a su rebelión en contra de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, entonces, él podÃa lograr su reino de tinieblas eternas para
siempre.
Prontamente, nuestro Padre celestial detectó pecado en Lucifer, creciendo en su corazón malvado, porque Él puede ver en el corazón de cada ángel, expulsándolo inmediatamente junto con su tercera de ángeles caÃdos, para que él empiece su reino de
tinieblas en el infierno tormentoso, en donde él tenÃa que ser derrotado y destruido para siempre, por poderes asombrosos de su santo nombre fuegos. Además, nuestro Padre celestial necesitaba destruir a Satanás, la muerte y los ángeles caÃdos en el
infierno tormentoso, como su reino de tinieblas, que él necesitaba poseer, conquistando asà finalmente la Creación entera, al poseer su santo nombre fuegos en la gloria celestial inicialmente, fallando miserablemente en su intento malvado: porque
nadie puede realmente comprenderlo con sus poderes asombrosos desplegados, cuando es invocado apropiadamente.
Ciertamente, una vez que el corazón santÃsimo de nuestro Padre celestial habÃa experimentado esta terrible rebelión angelical, que Lucifer le habÃa presentado a Él, su Hijo Jesucristo, su EspÃritu santo y las huestes angelicales, tratando de tomar
su santo nombre fuegos para su reino de tinieblas, entonces, Él solamente pensaba en sus hijos nacidos de su imagen, amándolo a Él por toda una eternidad. AquÃ, nuestro Padre celestial pensó en tu nacimiento de su imagen, de su alma santÃsima y de
su corazón lleno de su amor infalible hacia ti y tus amados por muchas generaciones, sanando asà no solamente su corazón herido por Lucifer, pero igualmente, Él poder tenerte a ti, amándolo a Él y a su santo nombre fuegos con Él mismo viviendo en
ti perpetuamente.
Ciertamente, nuestro padre celestial necesitaba reemplazar a los ángeles caÃdos, que se perdieron, alejándose de Él y de su santo nombre fuegos, porque ellos ya no podÃan vivir más su vida angelical en su reino celestial con su Hijo Jesucristo y
con su EspÃritu Santo, entonces, ellos necesitaban entrar al mundo del juicio eterno por rebelión, y este es el infierno tormentoso, perdidos eternamente. Realmente, nuestro Padre celestial buscaba vivir con sus hijos nacidos de su imagen, de su alma
santÃsima y de su amor infalible de su corazón santÃsimo, amándolos a ellos infinitamente, para Él vivir lejos de Lucifer y de sus secuaces, porque aún seguÃan pecando en contra de su santo nombre, creciendo asà Él con su vida eterna en su nuevo
reino de riquezas insondables siempre.
Realmente, los hijos de nuestro Padre celestial nacieron de su imagen, de su alma santÃsima y de su corazón amoroso, amándolos a ellos perennemente, naciendo asà de Él para ser perfectos y santos, asà como Él lo es delante de su Hijo Jesucristo y
su EspÃritu Santo: por ello, sus hijos nacieron con riquezas también—riquezas existiendo únicamente en Él, por una eternidad entera. Por eso, cuando los hijos de nuestro Padre celestial empezaron a nacer en el paraÃso para vivir en sus cielos y en
su tierra nueva, empezando con Adán y Eva, entonces, Lucifer se acercó a ellos, engañándolos para que coman del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del bien y del mal, y asÃ, robarse estas riquezas para él y sus ángeles caÃdos.
Por lo tanto, Lucifer tenÃa que robarse las riquezas cotidianas de nuestro Padre celestial, que él siempre deseo poseerlas con sus ángeles caÃdos, porque al pecar en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, entonces, lo que él tenÃa
en riquezas antes que el pecado apareciese en su corazón, entonces lo perdió todo para siempre finalmente. Considerando que, Adán y Eva participaron del fruto prohibido, engañados por la serpiente, comieron de él, en tinieblas la carne sin pecados y
la sangre expiatoria llena de vida con riquezas cotidianas necesarias para enriquecer toda vida humana, empezando en la tierra, fue declarada propiedad de Satanás, por la carne pecadora y el espÃritu de error en ellos para muchas generaciones venideras.
Empero, Satanás no obtuvo las riquezas, entregadas por nuestro Padre celestial a sus hijos, cuando nacÃan de su imagen, abundantes riquezas salieron de Él para ellos por amor a su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, por consiguiente, las riquezas
están en sus nuevos cielos y en su nueva tierra, sin tocarlas Satanás, esperando por ti hasta que las reclames apropiadamente cuando quieras. Visto que, estas riquezas, poderes y glorias jamás tocadas por Satanás y sus ángeles caÃdos hasta ahora
mismo, esperan por ti gozarlas con tus amados, vecinos y amistades, porque Él necesita que todos conozcan, que Él es un Dios muy rico en la gloria celestial con sus ángeles y en la tierra contigo y con las familias de las naciones, para la eternidad
venidera.
Por cuanto, nuestro Padre celestial necesita enriquecer la tierra entera con riquezas que nacieron contigo, cuando tú salÃas de su imagen y de su alma santÃsima, y lo mismo es verdad para cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las
naciones, porque: enriqueciéndote a ti, entonces, Él estará enriqueciendo su santo nombre fuegos en tu vida y en la tierra entera. Ahora, Satanás es lo opuesto, robando no solamente riquezas de ti, pero también de los demás, cegándolos con brujerÃ
as cotidianas de familias satanistas, lográndolas todas ellas para la muerte desde Canaán, gente realmente malvada, viviendo cerca de los israelitas y junto con otros satanistas activos por el mundo con muchas brujerÃas, y asÃ, tú solamente conozcas
pobreza, enfermedades y muerte, más nunca tus riquezas.
Seguidamente, nuestro Padre celestial llamó a Abraham para vivir en Canaán con su esposa Sarah junto con su nieto Lot y su esposa, viviendo asà él en una tierra muy hermosa, jamás conocida por el pecado, pero siempre por la brujerÃa desde cuando AdÃ
¡n y Eva comieron del fruto prohibido, y asÃ, ellos y sus hijos jamás conozcan riquezas y hasta que fallezcan. Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba soltar riquezas que Abraham trajo en su vida en el paraÃso y en la tierra, como cuando nacÃa de
su imagen y de su alma santÃsima, por ende, al él descender con su familia a vivir en Canaán: entonces, Abraham se enriqueció tanto y hasta decirle al SEÑOR, deja de enriquecerme tanto, porque mis enemigos buscan mis riquezas.
Sin embargo, nuestro Padre celestial le respondió a su oración, entregándole a él un hijo, y este es nuestro Señor Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el EspÃritu Santo, cuidando de él y de sus riquezas e igualmente
de sus hijos viviendo en generaciones futuras y con grandes riquezas, gozándolas cada dÃa desde Canaán, enriqueciendo asà la tierra entera últimamente. Legalmente, nuestro Padre celestial necesita enriquecer la tierra entera contigo, tus amados,
vecinos y amistades del mundo entero, no importando jamás su fe religiosa, ya sean musulmanes, budistas, hindús, taoÃstas, cristianos, hebreos y demás: Pues, Él necesita seguir contigo, llenando la tierra con sus poderes asombrosos, haciendo que su
nuevo reino venidero brille con sus poderes divinos contigo y en ti hacia la eternidad entera.
Amorosamente, nuestro Padre celestial nos ha entregado una tierra nueva, naciendo desde su corazón santÃsimo, tan gloriosa que Él necesitaba establecerla en el corazón de la tierra con Israel antiguo, bautizados todos ellos del Mar Rojo, finalmente
convirtiéndose en uno, como una semilla santa, con todas las naciones pasadas y futuras llenas de su amor infalible junto con riquezas nunca antes vistas por nadie. Realmente, para nuestro Padre celestial empezar su nuevo reino de su amor infalible, que
solamente existe en su corazón santÃsimo por amor a su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo, sus ángeles junto con familias de las naciones, entonces, Él te necesitaba a ti ya enriquecido: amando, sirviendo y alabándolo a Él y a su santo nombre,
descubriendo asà nueva riquezas, poderes y glorias por una eternidad entera.
Por eso, es que fue importante para nuestro Padre celestial sentarse a su Mesa santa para comer del pan y vino con Abraham su siervo fiel, porque Él le iba a dar a él y a sus hijos prometidos, viviendo en generaciones futuras, a su Unigénito, como su
Cordero escogido, para conocer siempre perfección, santidad y riquezas insondables toda una vida entera en Canaán. Ciertamente, esta es Canaán, escogida por nuestro Padre celestial por ser la tierra más hermosa del mundo entero para Él tener a su
Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el EspÃritu Santo, pero igualmente, tener a sus hijos renaciendo allÃ, incluyendo gentiles: como tú, tus amados, vecinos y amistades, conociendo solamente amor, poder, paz y
riquezas interminables hacia la eternidad.
Asombrosamente: Canaán es una tierra sin pecados para siempre, y por ser muy hermosa, nuestro Padre celestial pudo tener a su único Hijo viviendo en ella como Isaac, su semilla santa nacida de Él, y finalmente tú conozcas su vida eterna: derrotando a
Satanás, ángeles caÃdos, la muerte y familias satanistas, oscureciendo tu vida y hasta que desciendas al infierno tormentoso, maldecido con brujerÃas. Actualmente, Canaán es siempre sin pecados para Él, su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y para
cada hombre, mujer, niño y niña de la humanidad entera, teniendo asà ellos acceso a ella para vivir con Él y su santo nombre fuegos, bautizados en agua, invocando su perfecta santidad: abandonando finalmente la carne pecadora por la carne sin pecados
en un encuentro personal con Él inmediatamente.
Entonces, Jacobo nació en Canaán, seguidamente los doce patriarcas israelÃes nacieron también, dándole asà vida eterna a su nación dorada, que finalmente destruirá el pecado, las maldiciones, las enfermedades, los problemas, los conflictos, la
pobreza, la muerte y el infierno tormentoso junto con los ángeles caÃdos, removiendo asà finalmente el pecado del mundo entero en un dÃa para siempre. Verdaderamente, al Jacobo junto con los doce patriarcas israelÃes nacer en Canaán, en donde no
existe el pecado, más bien, hay siempre familias satanistas haciendo brujerÃas, cegando a todos israelitas y naciones gentiles, para que ellos jamás conozcan, que no hay pecado en Canaán y que está llena de riquezas interminables, leche y miel,
enriqueciendo toda vida humana diariamente por toda la tierra siempre.
Es decir, también que una vez que las familias satanistas son removidas de Canaán, entonces, la verdad de Canaán y sus conquistas interminables, que nuestro Padre celestial ha logrado con su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y toda la casa de Israel
hasta hoy en dÃa, instantáneamente, todos verán su nuevo reino de su amor eterno, enriqueciendo toda vida humana, como nunca antes. Actualmente: una vez que tengamos a Israel y a Canaán liberados de las familias satanistas y de sus brujerÃas
cotidianas, instantáneamente nosotros veremos esa tierra hermosa, que nuestro Padre celestial siempre le hablo a los patriarcas israelÃs, empezando con Abraham, porque a él se le prometió heredarla con sus hijos viviendo en generaciones venideras,
fluyendo leche y miel toda ella por una eternidad entera.
Además, para nuestro Padre celestial hacer posible todo esto para que Abraham e Israel junto con las naciones pasadas y futuras se enriquezcan, entonces, Él quitarÃa el pecado de cada hombre, mujer, niño y niña, por ende, Él logró tener a todo
Israel en su semilla santa en el cautiverio egipcio, absorbiendo pecados, del primer hasta el último, finalmente abandonándolos en el Mar Rojo. Legalmente, nuestro Padre celestial necesitaba a Israel antiguo, bautizados todos del Mar Rojo: abandonando
pecados recogidos de antiguas y modernas naciones, pero igualmente, hacerlos ciudadanos de Canaán, gozando de riquezas cotidianas, caminando por el desierto hacia la conquista de Canaán y sus riquezas interminables, para que su santo nombre fuegos
descienda, en donde el pecado no existe para la humanidad entera en la eternidad venidera.
Legalmente, nuestro Padre celestial necesitaba conquistar a Canaán para Israel y las naciones, porque serÃa allÃ, que no solamente su Hijo Jesucristo nacerÃa sin pecado como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el EspÃritu Santo, pero igualmente
todos sus hijos, como tú y yo en estos dÃas: únicamente conociendo amor, paz, prosperidad y riquezas interminables para glorias sin fin de su santo nombre. Todo Israel antiguo, después que ellos empezaron a caminar por el desierto, entonces,
recibieron el tabernáculo de reunión con su Lugar SantÃsimo, que necesitaba salpicar santidad perfecta por todo Canaán y la tierra entera, haciendo asà su altar conocido por cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las naciones, ú
nicamente bautizados en agua primero, invocando santidad perfecta de su nombre siempre.
Realmente, todo esto fue posible, al pecado ser quitado del mundo por Israel antiguo no solamente cumpliendo con el Juramento a Isaac en el Lugar SantÃsimo del tabernáculo de reunión, pero igualmente, mordidos por serpientes venenosas descendieron
hacia puertas del infierno, haciéndose uno con las naciones, como semilla santa plantada en Canaán: la cruz de Israel y la humanidad entera liberada del pecado finalmente. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba convertir puertas del infierno
en puertas hacia la gloria celestial, pero con sus hijos, empezando con Adán y Eva, en vez de ser maldecidos por no haberse bautizado en agua sin haber invocado su santo nombre jamás, entonces, Él lo clavó junto con su carne sin pecados a ellos:
viendo vida nuevamente en su tierra de grandes riquezas interminables, Canaán.
Por eso, cada vez que alguien es bautizado en agua de Israel y de las familias de las naciones, entonces, ellos renacen en su carne sagrada, que es sin pecados infinitamente, guiados por el EspÃritu Santo caminan cada dÃa, viviendo la vida eterna de
nuestro Padre celestial con riquezas cotidianas de Canaán, mientras aún siguen viviendo en su tierra natal con sus amados, como siempre. Aquà es cuando: La persona bautizado operara sin cesar en poderes asombrosos del Juramento a Isaac que expulsa a
Satanás, ángeles caÃdos, enfermedades, maldiciones, problemas, conflictos, accidentes, familias satanistas, muerte, pobreza y todo el infierno, porque nuestro Padre celestial hizo vivir a su Hijo Jesucristo su vida eterna en Canaán para que tú la
vivas finalmente enriquecida toda una eternidad, empezando en tu hogar hoy.
Esta es la vida, que todos bautizados siempre vivirán en Canaán, no importando jamás en donde vivan, todos la podrán vivir siempre, porque nuestro Padre celestial quitó el pecado del mundo con su Hijo Jesucristo clavado al madero, que es Israel y
las naciones, como una carne sin pecados, llevando su santo nombre fuegos hacia grandes riquezas jamás tocadas por el pecado en la eternidad. Ciertamente, una vez bautizado en agua, invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de
Jacobo, entonces, tú serás perfecto y santo, asà como Él ante su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus huestes angelicales, conociendo únicamente su vida eterna sin que jamás deje de amarte a ti hasta hoy con riquezas cotidianas de Canaán,
derramándose sobre ti siempre.
Esta riqueza junto con poderes, sanidad, conocimiento del SEÑOR, sabidurÃa, inteligencia, leche y miel y otras bendiciones importantes, está almacenada en Canaán, que realmente te pertenece a ti para siempre, porque cuando tú naciste de la imagen y
del alma santÃsima de nuestro Padre celestial, entonces tú naciste para conocer su amor, riqueza y alegrÃas interminables, empezando en tu hogar con tus amados. Sin embargo, nuestro Padre celestial solamente puede confiarte a ti con sus riquezas, que
nacieron contigo, cuando tú salÃas de Él para ser hijo de tu padre y de tu madre, sólo cuando tú renaces de su bautismo en agua, invocando su santo nombre fuegos, que descendió del cielo al su Hijo Jesucristo nacer en Belén, en Israel, bendicié
ndote hoy toda una eternidad entera.
Realmente, nuestro Padre celestial jamás te confiara a ti sus riquezas asombrosas, que tú has heredado de Él, naciendo de su imagen y de su alma santÃsima, hasta que tú renazcas, bautizado en agua, invocando la santidad perfecta de su nombre, porque
esta riqueza, que tú has heredado de Él junto con poderes cotidianos y asombrosos, es demasiado para tú llevarla tú solo cada dÃa. Verdaderamente, bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces, tú habrás renacido en su
semilla santa, su misma carne sin pecados, en donde Él vive contigo, porque Él estará en tu mente, alma, espÃritu humano, corazón: únicamente para vivir su vida eterna, que solamente Él la puede vivir contigo a perfección eterna, entregándote
riquezas cada dÃa hasta que su reino venga.
AquÃ, tú llevaras la perfecta voluntad de nuestro Padre celestial por toda la tierra, no importando jamás en donde tú vivas, porque Él quitó el pecado del mundo, clavando a su Hijo Jesucristo al madero, nacido de Él inicialmente para que tú seas
su hijo y lleno de riquezas interminables, enriqueciendo asà a la humanidad entera contigo, para Él mismo descender a Canaán postreramente. Ciertamente, fue importante para Israel no solamente nacer con vida eterna, porque ellos siempre nacen en cada
generación de la tierra en la carne sagrada de Isaac, en donde no hay pecado jamás, pero únicamente si están bautizados en agua, y asÃ, Él vivir su vida eterna con ellos, como su semilla santÃsima, bendiciendo la tierra entera con riquezas y
dulzuras de Canaán siempre.
En otras palabras, cuando Israel se bautice en agua, invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, entonces, nuestro Padre celestial junto con su EspÃritu Santo vivirá con sus hijos en Canaán, creciendo con ellos en grandes
riquezas, glorias, poderes nunca tocados por el pecado hasta que las familias de las naciones sean uno con Él, en la eternidad. Realmente, una vez Israel es bautizado en agua, entonces, nuestro Padre celestial crecerá con ellos, asà como su Hijo
Jesucristo creció poderosamente para ser conocido entre las familias de las naciones, como el Salvador siempre fiel, protegiéndolos a ellos con riquezas cotidianas de Canaán, entonces, Él crecerá, como un gigante que es Él, absorbiendo la tierra
entera en su reino de amor eterno perpetuamente.
Verdaderamente, será asà mismo: como cuando su Hijo Jesucristo clavado a la cruz sobre el monte Sion, transfirió victorias conquistadas en Canaán sobre de Satanás, ángeles caÃdos, muerte y las familias satanistas, engañando a todo Israel en
aquellos dÃas con brujerÃas cotidianas, pero ellas fueron destruidas por poderes del SEÑOR, como siempre, y asÃ, Israel tenga poder en contra de todo mal infinitamente. Entendiendo que, al Señor su Hijo Jesucristo ser clavado a la cruz, entonces él
transfirió victorias sobre Satanás y sus seguidores, por ende, aunque la casa de Israel era huesos en el Valle de los huesos secos con las naciones antiguas y modernas, inmediatamente se tornaron todos perfectos y santos, asà como nuestro Padre
celestial lo es divinamente para vivir con Él, eternamente enriquecidos.
Realmente, el Valle de los huesos secos fue llenado de huesos de la casa de Israel, pero igualmente de espÃritus inmundos en el área, fallando siempre de acercarse a ellos para atormentar sus almas, porque habÃan nacido con poderes del Juramento a
Isaac, por ende, cuando nuestro Señor Jesucristo fue clavado a ellos, entonces el lugar entero fue liberado de espÃritus inmundos para siempre. Esto significa, que el Valle de los huesos secos entero se volvió santo y perfecto como nuestro Padre
celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo infinitamente, por ende, convirtiéndose el Valle de los huesos secos en su corazón santÃsimo y lleno de su amor infalible por sus hijos, viendo vida nuevamente todos ellos con Él y con riquezas
interminables hacia la eternidad venidera.
Históricamente, el Valle de los huesos secos era enteramente huesos de Israel, tornándose tan santo y perfecto, asà como la gloria celestial, porque no solamente el corazón santÃsimo de nuestro Padre celestial fue establecido allà perpetuamente,
pero igualmente, nació su nueva tierra y con vida eterna de riquezas de amor, gozo y alegrÃas para las familias de las naciones—enriqueciéndote a ti ahora mismo tremendamente. Asombrosamente, estas maravillosas bendiciones: sucedieron en el Valle de
los huesos secos, en el corazón de la tierra, convirtiéndose Israel en el dulce hogar de nuestro Padre celestial finalmente: porque Israel nace con la carne sagrada y llena del Juramento a Isaac, para ser el Templo de su santo nombre fuegos en Canaán
infinitamente, y asÃ, Él vivir amado por sus hijos toda una vida.
Realmente, al nuestro Padre celestial clavar a su Hijo Jesucristo al madero del monte Sion, en Canaán, entonces puertas infernales jamás serian la entrada al infierno para sus hijos perdidos en pecados, tornándose milagrosamente en puertas a su gloria
celestial para aquellos deseando entrar en su corazón santÃsimo, bautizados en agua, invocando perfecta santidad de su nombre para salvación eterna, entonces lo lograran siempre finalmente. Amorosamente, el Valle de los huesos secos completamente
cambio, al nuestro Padre celestial clavar a su Hijo Jesucristo sobre su cruz del monte Sion, en Canaán, poseyendo asà su cruz poderes infinitos (tú eres la cruz), conquistados por su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo e Israel en cada generación,
haciendo de ti una nueva criatura, enriqueciendo la tierra entera por riquezas cotidianas de Canaán siempre.
Bien, esto es exactamente lo que sucedió con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones yaciendo en el infierno tormentoso por siglos, sin que a nadie le importe nada por ellos, cuando lloraban en sus tormentos interminables por no
haberse bautizado en agua, invocándolo a Él, cuando tuvieron muchas oportunidades para cumplirlo—muriendo en sus pecados, finalmente maldecidos eternamente. Ciertamente, con nuestro Señor Jesucristo clavado a la cruz del monte Sion, en Canaán,
entonces él no solamente tornó el Valle de los huesos secos para que toda vida humana sea posible eternamente, pero igualmente, él quitó todo mal de él, y asÃ, nosotros vivir con nuestro Padre celestial y sus ángeles siempre amados, enriquecidos y
con un futuro brillante en su nueva tierra eterna.
Presentemente, nosotros tenemos el corazón amoroso de nuestro Padre celestial en el corazón de la tierra no solamente amando lo que su Hijo Jesucristo junto con su EspÃritu Santo e Israel ha logrado en Canaán hasta hoy, como cuando tu corazón es
tocado por el suyo, bautizándote en agua para ver vida nuevamente, pero igualmente, late, enriqueciéndote progresivamente con riquezas de Canaán cada dÃa. Esto significa, que nuestro Padre celestial nos está amando a todos nosotros desde la gloria
celestial, como desde su Trono Blanco, pero igualmente, Él nos sigue amando desde el corazón de la tierra, bautizándonos progresivamente con el amor asombroso de su corazón santÃsimo, ansioso por vernos bautizados en agua, invocando la perfecta
santidad de su nombre para que su salvación perfecta nos toque finalmente.
Presentemente, nuestro Padre celestial se asegura siempre, que tú no solamente seas enriquecido de tu tierra natal, pero igualmente, tú debes ser enriquecido por Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo desde el cielo y con riquezas interminables
de Canaán, riquezas esperando por ti hoy, porque nacieron contigo de Él, y tú puedes tenerlas con su carne sin pecados y jamás con la carne pecadora. Para la eternidad, nuestro Padre celestial ha convertido lo que iba a ser tu lugar de tormento en el
infierno en su corazón santÃsimo, y asÃ, tú recibas amor, paz, riquezas y prosperidad progresiva con tus amados, vecinos y amistades del mundo entero, porque tú tienes que ser bendecido para que su santo nombre fuegos reciba glorias de ti cada dÃa
toda una vida entera.
Por eso, nuestro Padre celestial necesitaba que su Hijo Jesucristo naciese como Isaac del vientre estéril de Sarah, por poderes del EspÃritu Santo, poseyendo asà sus hijos no solamente Canaán y sus riquezas cotidianas, pero igualmente, ellos sean uno
con Él, finalmente Él creciendo en ellos enteramente, llenando la tierra entera con perfecta santidad en la humanidad entera para la eternidad venidera. Entendiendo que, al nuestro Padre celestial crecer con Israel en toda su grandeza en Canaán, asÃ
como Él mismo ha crecido enteramente en la gloria angelical con su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus ángeles, entonces, Él crecerá en Canaán, cubriendo la tierra enteramente con su perfecta santidad únicamente para conocer dÃas eternos y
gloriosos y llenos de riquezas asombrosas toda una eternidad.
Ciertamente, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, entregada a ti ya por su Hijo Jesucristo y su EspÃritu enteramente, llena de riquezas, poderes, prosperidad, sanidad y paz insondable, únicamente renaciendo del bautismo en agua y del EspÃ
ritu Santo, invocándolo, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo para vivir su misma vida gloriosa en la tierra desde ahora. Además, nuestro Padre celestial necesita crecer en poderes cotidianos del Juramento a Isaac, en donde toda la casa
de Israel operara cada dÃa para que riquezas de Canaán sean liberadas de Satanás y de familias satanistas haciendo brujerÃas continuamente, bloqueando asà a Israel y las naciones para que no conozcan jamás que ya han sido bendecidas por Él, desde
la fundación del mundo.
Realmente, nuestro Padre celestial crecerá en Israel tocando a cada hombre, mujer, niño y niña de las naciones, cubriéndolos con perfecta santidad, asà como le aseguró a Abraham, que él debÃa ser perfecto y santo para ver vida eterna, y asÃ, Él
mismo cubrirlos a todos, creciendo hacia ellos para declararlos perfectos y santos, asà como Él lo es eternamente con su salvación perfecta. Será como: cuando su Hijo Jesucristo clavado a la cruz sobre el monte Sion, en Canaán, entonces, tornó el
corazón de la tierra perfecto y santo, asà como nuestro Padre celestial lo es en la gloria celestial ante sus ángeles, logrando Él mismo que cada familia de las naciones viva con Él en la santidad perfecta de su corazón santÃsimo, toda una
eternidad entera.
Asà será: como nuestro Padre celestial expulsara de Canaán a cada espÃritu inmundo, traÃdo por Satanás y la muerte con las familias satanistas, haciendo brujerÃas para engañar a Israel y familias de las naciones, porque son todos ellos enviando,
alimentando, hechicerÃas hacia doctrinas falsas: cegando ojos, corazones y mentes para que todos ellos jamás conozcan que ya tienen riquezas cotidianas en Canaán, para siempre. Ciertamente, familias satanistas junto con la muerte están bloqueando
cada riqueza, ya establecida por nuestro Padre celestial en la tierra, cuando la creaba, para que las familias de las naciones vivan su vida gloriosa con Él, gozando de grandes riquezas, poderes y glorias listas para Él mismo usarlas progresivamente
con sus hijos bautizados en agua y de su EspÃritu Santo en nuestros dÃas.
Sin embargo, con toda la casa de Israel ya bautizado en agua, invocando su santo nombre, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, entonces, estas bendiciones y riqueza de Canaán y de todas partes, serán desbloqueadas: por fin, fluyendo
libremente Canaán hacia familias de las naciones, enriqueciéndolos abundantemente hasta que riquezas sean visibles enteramente en la tierra entera, para siempre. Ahora, es verdad, que Israel bautizado en agua ya, invocando la perfecta santidad de su
santo nombre fuegos, que descendió con su Hijo Jesucristo al nacer en Belén, en Israel, bendiciendo a cada hombre, mujer, niño de Israel y de las naciones, entonces fue asà únicamente para ver riquezas de Canaán, llenando sus vidas con abundancias
de muchas cosas en toda la tierra perpetuamente.
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