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    From ivanvalarezo@gmail.com@21:1/5 to All on Fri Feb 28 17:07:50 2020
    Sábado, 29 de Febrero, 2020 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica


    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


    Leche y miel de CANAÁN, endulzara todo ISRAEL y la TIERRA entera contigo en ella, pronto:


    Por gracia divina: Moisés ascendió al monte Sinaí, porque nuestro Padre celestial tenía que hablar con él sobre el sufrimiento que sus hijos de Israel habían vivido por cuatrocientos años, viviendo ya angustiados: por ende, Él necesitaba
    levantarlos a todos ellos con sus poderes, y así, Él llevarlos a la tierra que Él le había prometido otorgarle a su siervo Abraham últimamente. Esta es una tierra gloriosa, que nuestro Padre celestial había escogido para vivir con sus hijos nacidos
    de su Hijo Jesucristo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por poderes del Espíritu Santo, y así, ellos sean incontables como las estrellas del cielo arriba con poderes cotidianos de su Espíritu Santo, para que sean su dulce hogar, la tierra
    prometida, en Canaán.


    Visto que, este es el dulce hogar de nuestro Padre celestial: descendiendo enteramente por las generaciones desde la gloria celestial, estableciéndolo en Canaán, pero con sus hijos que ya hayan expiado, juzgado y cubierto cada pecado que las familias
    de las naciones hayan cometido en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, removiéndolos de toda la tierra para siempre. Además, esta es la tierra que nuestro Padre celestial la ha llenado con poderes asombrosos, que nos entregan leche y
    miel, viviendo allí eternamente endulzados con asombrosas glorias, pero viviendo con sus hijos únicamente, y estos son los hijos prometidos de la casa de Israel naciendo con la carne sagrada junto con los Diez Mandamientos de Israel y Moisés en su
    estado virgen del Espíritu santo.


    Realmente: Esta es la tierra, emanando leche y miel no solamente hacia todo Israel, vistiéndolos con dulzuras interminables, riquezas y glorias para honrar a nuestro Padre celestial y a su santo nombre fuegos sobre el monte santo de Jerusalén, en Canaá
    n, y así, Él mismo enriquecer las naciones con su nueva tierra, llena de su amor infalible, conociendo únicamente grandes glorias sin fin. Sin embargo, para nuestro Padre celestial liberar a toda la casa de Israel del cautiverio egipcio, entonces, Él
    tenia que entregarle su santo nombre fuego a Moisés, porque él había nacido específicamente para recibirlo, y así, los hijos de Israel lo posea finalmente junto con las familias de las naciones, para que ellos mismos lo invoquen, liberándolos así
    del pecado finalmente perpetuamente.


    Ciertamente, cuando nuestro Padre celestial le entregó su santo nombre fuegos a Moisés, entonces, Él se manifestó, como el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacobo, porque éste es su santo nombre jamás entregado a ángeles del cielo ni
    menos a naciones de la tierra, y así, ellos, invocándolo, serán finalmente liberados del pecado por sus poderes liberadores. Puesto que, nuestro Padre celestial necesitaba manifestar sus asombrosos poderes cotidianos de su santo nombre fuegos en
    Egipto, ejecutando grandes maravillas, que toda la tierra jamás ha experimentado, y así, todo Israel conozca los poderes asombrosos de su santo nombre junto con los egipcios, poderes sobrenaturales, llevándolos al bautismo del Mar Rojo, conquistando
    así postreramente a Canaán con la humanidad entera eventualmente.


    Estos son poderes de nuestro Padre celestial, que necesitaban ser manifestados, invocándolos no solamente por Moisés, pero igualmente por cada hombre, mujer, niño y niña de Israel antiguo, y así, ellos sientan en sus interiores el fluir glorioso del
    Espíritu Santo, preparándolos para pasar el Mar Rojo en seco, conquistando finalmente el corazón de la tierra con sus grandes poderes insondables. Ciertamente: Toda la casa de Israel necesitaba experimentar maravillas gloriosas de su santo nombre
    fuegos, cuando ellos lo invocaban en su cautiverio egipcio, para que su perfecta santidad fluya por sus corazones, mentes, cuerpos y espíritu humano con riquezas asombrosas de su Espíritu Santo, y así, ellos renazcan del bautismo del Mar Rojo instantá
    neamente, concluyendo así su obra maravillosa para la eternidad venidera.


    Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña, invocando la perfecta santidad de su santo nombre fuegos aun cautivados en Egipto, rompiendo así cadenas, encadenándolos por cuatrocientos años a todos ellos ya, y así,
    ellos se encaminen hacia el desierto del Sinaí para liberar a las familias de las naciones del infierno tormentoso para que vivan nuevamente pronto. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba destruir cada tiniebla del corazón malvado de Satanás
    junto con la muerte y sus ángeles caídos, atacando continuamente a cada hombre, mujer, niño y niña de las naciones, por inicio, toda tiniebla tenía que ser derrotada en el cautiverio egipcio finalmente, y así, ellos vayan a encontrarse con las
    naciones en el corazón de la tierra con salvación eterna.


    A tiempo, nuestro Padre celestial tuvo a toda la casa de Israel naciendo lejos de Canaán, aunque era de ellos poseerla legítimamente para la eternidad, pero ellos tenían que nacer en tierra extranjera, Egipto, porque ellos tenían que recoger cada
    pecado del pasado, del presente y del futuro, destruyéndolos así finalmente en el bautismo en agua del Mar Rojo para siempre. Considerando que, todo Israel ya liberado del cautiverio egipcio, invocando su perfecta santidad, como el Dios de Abraham, el
    Dios de Isaac y el Dios de Jacobo, entonces, los Israelitas obtuvieron poderes para abrir el Mar Rojo en seco, cruzándolo hacia la roca de salvación, bebiendo de sus aguas vivas que satisfacen la sed de toda alma viviente de la humanidad entera siempre.


    Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba responder al llamado de sus hijos yaciendo en el infierno tormentoso por agua, pero, Él falló en ayudarlos siempre, porque Él únicamente le da de beber de su roca de salvación a la carne sagrada de Isaac,
    por ello, Él tuvo a Israel antiguo bebiendo de su roca agua viva abundantemente, satisfaciendo así la sed de todos ellos postreramente. Realmente, nuestro Padre celestial no solamente estaba dispuesto a satisfacer toda sed por agua, pero igualmente,
    entregarles su cuerpo glorificado, que puede derrotar maldades de Satanás junto con la muerte y sus ángeles caídos, y así, ellos vivan su vida victoriosa, que jamás ha conocido derrota alguna, pero conociendo únicamente su amor infalible, que es
    riqueza, paz y gloria por una eternidad entera.


    Entendiendo que, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel antiguo, aunque aun en cautiverio egipcio, invocando su santo nombre fuego, y así, ellos rompan toda tiniebla, que los habían mantenido cautivados por
    muchos años, y así, ellos encaminarse luego hacia las naciones para liberarlas del infierno tormentoso y de la muerte, ascendiendo últimamente hacia Canaán todos unidos eternamente. Es decir, también que nuestro Padre celestial necesitaba a todo
    cuerpo hábil de toda la casa de Israel, invocando su santo nombre fuegos, como el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacobo, como si ellos ya estuviesen unidos a las familias de las naciones antiguas yaciendo en el infierno tormentoso, aun
    cuando estaban todos viviendo su cautiverio egipcio.


    Entendemos que, esta es la carne sagrada de Isaac, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria de Israel antiguo, que fue bautizado en el Mar Rojo, abandonando todo pecado en el lecho marino, luego bebieron de la roca de salvación por el desierto
    del Sinaí, últimamente descendieron todos al Valle de los huesos, recogiendo a las naciones, levantándolas postreramente a Canaán con perfecta salvación eterna. Dado que, al nuestro Padre celestial haber tenido a cada hombre, mujer, niño y niña,
    invocando su santo nombre fuegos por toda la casa de Israel, mientras aun estaban en cautiverio egipcio, entonces, asombrosos poderes de perfecta santidad fueron liberados, rompiendo toda cadena de pecado, maldiciones, enfermedades, conflictos, pobreza y
    muerte, y así, ellos finalmente rescataron a las naciones de perdición eterna.


    Ciertamente, nuestro Padre celestial tuvo a cada hijo suyo trabajando en contra de cada tiniebla alimentando cada pecado, maldición, enfermedad y muerte en cada hombre, mujer, niño y niña de las naciones que ya habían descendido al infierno
    tormentoso, y así, los israelitas destruyeron todo mal en el bautismo en agua antes de unirse a las familias perdidas del corazón de la tierra. En otras palabras, nuestro Padre celestial tuvo a Israel antiguo naciendo en pecados que no solamente habí
    an maldecido las familias de las naciones para que pequen, pero igualmente, tuvo a Israel descendiendo al Valle de los huesos secos, y así, la carne de Isaac expío, juzgó y cubrió todo pecado con sangres expiatorias de corderos antes de rescatarlos
    con poderes del Juramento a Isaac.


    En la medida en que, nuestro Padre celestial no hubiese podido hacer que Israel antiguo abandone la cautividad egipcia, si ellos hubiesen fallado en vivir cada pecado, maldición, tiniebla y mal, causando a las familias a pecar en contra de Él, su Hijo
    Jesucristo y su Espíritu Santo, para que sean todos bautizados en el Mar Rojo, rescatándolos postreramente con las naciones en Canaán. Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las naciones ya
    yaciendo en el infierno tormentoso, pero igualmente, Él necesitaba recoger a sus hijos viviendo en generaciones venideras, pero recogiéndolos en Canaán, como en un árbol, porque únicamente en tierra santa Él puede redimirlos de muerte eterna,
    perdición y del Juicio Final.


    Considerando que, cuando nuestro Padre celestial descienda del cielo para vivir con toda la casa de Israel, rodeado por sus hijos, como tres tribus de las doce tribus en cada lado de sus cuatro lados, su dulce hogar: dándole a Él abundante amor, gozo,
    alegrías y bendiciones de la roca de salvación, entonces, todos del mundo entero tienen que haber renacido ya en Canaán. Esto no es solamente de las naciones del mundo entero, pero igualmente de los que yacen ya en el infierno tormentoso, porque
    nuestro Padre celestial junto con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo necesita a cada una de ellas en sus lenguajes: amando, alabando y sirviendo a su santo nombre fuegos sobre el monte Sion, en Canaán, conquistando glorias nunca antes vistas.


    Entendiendo que, nuestro Padre celestial recibirá a las familias de las naciones que descendieron al infierno tormentoso en sus pecados, por no haber invocado su santo nombre fuegos en bautismo en agua, que los ángeles les trajeron a ellos
    diligentemente, y así, ellos conviertan sus sufrimientos del infierno tormentoso en nuevas glorias para su santo nombre sobre el monte Sion, en Canaán, para siempre. Ya que, nuestro Padre celestial ha determinado de jamás ignorar a ningún llamado de
    sus hijos que descendieron al infierno tormentoso, porque ellos fallaron en renacer del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, para que Él siempre los enriquezca eternamente, convirtiendo clamores antiguos en glorias a su santo nombre
    fuegos sobre el monte Sion, enriqueciendo así su nueva tierra continuamente.


    Verdaderamente, nuestro Padre celestial tornara cada clamor de sus hijos condenados por misericordia, ayuda y liberación del infierno tormentoso y de sus poderes en alabanzas, glorias y honores de gran gozos y alegrías sin fin, haciendo que su corazón
    santísimo goce de su amor infalible como nunca antes en la eternidad, amando a sus hijos más que nunca, llevándolos hacia mayores experiencias celestiales. Ya que, estas son experiencias divinas, que todos nosotros gozaremos con nuestro Padre
    celestial, como su amor infalible continuara saturando a cada uno de nosotros con bendiciones insondables, naturalmente nacidas de su corazón santísimo, cuando nosotros nacimos inicialmente de su imagen y de su alma viviente en el cielo, para amar,
    servir y alabar su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, en Canaán.


    Estas son glorias reales de perfecta santidad, en que nosotros nacimos de su imagen y de su alma santísima, que nuestro Padre celestial las ha mantenido en perfecta seguridad en su corazón santísimo, destinado a manifestarse en nuestros corazones,
    almas, mentes, cuerpos y espíritu humano, al nosotros vivir con Él en Canaán, como cuando nosotros renacimos inicialmente del bautismo en agua: Eternamente justificados. Y es aquí: En donde tú vas a vivir con nuestro Padre celestial en su perfecta
    santidad, que nosotros hemos heredado de Él, cuando nosotros renacimos del bautismo en agua, convirtiéndonos en legítimos ciudadanos de Canaán, listos para ascender al monte Sion: amando, honorando, sirviendo y alabando su santo nombre fuegos,
    conquistando inmediatamente nuevas glorias, enriqueciendo por siempre su amor infalible hacia nosotros continuamente.


    Considerando que, es aquí, en donde nosotros viviremos con la vida eterna de nuestro Padre celestial, que la hemos heredado de Él, cuando renacimos del bautismo en agua, para renacer luego del bautismo del Espíritu Santo, y así, nosotros renazcamos
    de su corazón santísimo, su imagen y su alma santísima, viviendo su vida eterna toda llena de días largos y de alegrías sin fin. Su misma vida eterna: nuestro Padre celestial nos ha entregado a cada uno de sus hijos para vivirla con Él, que nos
    amara a nosotros, como sus hijos especiales, así como siempre lo ha amado a Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque es una vida gloriosa, otorgándonos siempre los deseos de nuestros corazones instantáneamente, conociendo así únicamente
    complacencias interminables progresivamente.


    Realmente, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial que siempre a gozado con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, como su familia divina y con sus huestes angelicales: complaciendo deseos muy profundos de su corazón santísimo instantá
    neamente, y así, Él quiere que sus hijos vivan, experimentando gloriosas bendiciones de su corazón santísimo igualmente por una eternidad entera, empezando contigo hoy. Ciertamente, esta es una vida gloriosa, que nuestro Padre celestial la ha
    establecido en Canaán, que cualquier hombre, mujer, niño y niña puede acceder a ella, renaciendo del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, entrando en ella instantáneamente, porque Él quiere gozarla con Israel y con las naciones en su
    dulce hogar, porque su reino es un reino de amor eterno.


    Esta es una vida eterna, amándote a ti más allá del entendimiento humano, porque tú naciste de ella, cuando nuestro Padre celestial pensó en ti para vivirla con Él, su misma vida eterna, que siempre estará complaciendo el deseo más profundo de tu
    corazón, sin tardar jamás, y así, tú goces de la eternidad siempre con Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo. Esta es una vida gloriosa, en que nuestro Padre celestial está listo para vivirla contigo y tus amados, vecinos y amistades del
    mundo entero, porque Él necesita derrotar continuamente a sus enemigos que atacaron su santo nombre fuegos sobre el monte Sion, en Canaán, y así, ellos conozcan, que Él siempre amó todo creado por Él, en la eternidad.


    Puesto que, nuestro Padre celestial necesita derrotar continuamente a sus enemigos, como Lucifer, sus ángeles caídos y la muerte, que ellos también pudieron haber vivido su vida gloriosa, entregada a Adán y Eva junto con sus hijos por toda la tierra,
    si solamente ellos hubiesen sido fieles a Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, como cuando tuvieron la oportunidad para hacerlo así. Sin embargo, desde que decidieron ellos rebelarse en contra de Él, su santo nombre fuegos, siempre protegido
    por su Hijo Jesucristo (como su Templo de glorias interminables y su dulce hogar eterno) y por poderes del Espíritu Santo, entonces, ellos pueden verificar todo lo que pudieron haber tenido, si sólo le hubiesen obedecido a Él, haciendo su perfecta
    voluntad en la gloria angelical.


    Por eso, Lucifer junto con sus ángeles caídos y la muerte siempre ha odiado a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, así como ellos han odiado a nuestro Padre celestial, porque nosotros tenemos un Juramento a
    Isaac todopoderoso: otorgándonos mucho amor, paz, gozo, riquezas y alegrías interminables, pero bautizados todos en agua primero siempre. Ahora, cada enemigo puede únicamente ver a Adán y a Eva junto con los hijos viviendo esta vida gloriosa, que
    nuestro Padre celestial siempre a impartido con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo y, ahora, Él la está compartiendo con sus hijos, pero únicamente cuando están bautizados en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre para entrar a
    Canaán, para siempre.


    Aquí es cuando. Cada hombre, mujer, niño y niña, renacido del bautismo en agua en cualquier parte del mundo, invocando la santidad perfecta de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, entonces, ellos caminaran del río Jordán en Canaán
    con nuestro Padre celestial y su Espíritu Santo, viviendo su vida eterna ya en ellos: gozando riquezas, glorias y dulzuras inagotable, como leche y miel siempre. Esto también significa, que tu casa, igualmente como cualquier otra propiedad que tú
    poseas, será parte de Canaán, porque nuestro Padre celestial te protegerá a ti junto con todos tus amados, vecinos y amistades, pero protegiendo todas tus propiedades diligentemente, asegurándose que ellas prosperen continuamente, como tus negocios o
    tus lugares de trabajo prosperan cada día siempre, por ejemplo.


    Es decir, también que una vez que tú te has bautizado en agua en la bañera, tina, de tu hogar, el río, el lago o la playa cercana, entonces, tú entraras a Canaán para vivir con nuestro Padre celestial junto con tus posesiones, y así, tú prosperes
    continuamente con tus negocios, como tus escuelas, colegios, universidades, compañías, industrias y todo lo demás. Ya que, nuestro Padre celestial necesita hacerte grandemente rico junto con todas tus posesiones, y así, tú no solamente enriquezcas
    con tus amados, vecinos y amistades, pero igualmente, todas tus propiedades en otros lugares, porque Él necesita manifestar su prosperidad por medio de ti hacia los demás: y así, ellos vengan a Él eventualmente abandonando toda pobreza de Satanás,
    para siempre.


    Definitivamente, nuestro Padre celestial necesita a cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las naciones, empezando con Israel, conociéndolo a Él como un Dios muy rico, y que Él ama compartir su vida eterna con sus hijos, pero bautizados
    en agua primero, invocando la santidad perfecta de su nombre, conquistando así siempre mayores riquezas con ellos por una eternidad entera. Por todo ello, nuestro Padre celestial les a entregado su misma vida eterna a sus hijos por el bautismo en agua,
    invocando la perfecta santidad de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque: haciéndolo así, entonces, Él está regalando riquezas, glorias, poderes y honores ya existentes en Canaán, conquistando aun mayores riquezas siempre por
    toda la tierra, empezando contigo ahora mismo.


    Además, al tú tener a tu familia viviendo contigo en Canaán, porque tú habrás renacido del bautismo en agua para entrar al Juramento a Isaac de nuestro Padre celestial, entonces, tus hijos nacerán con poderes y dones especiales, bendiciendo toda
    vida humana por doquiera por muchas generaciones, y así, nosotros prosperemos siempre con nuevas tecnologías, creciendo así mucho más que antes siempre. Ciertamente, nuestro Padre celestial ha hecho lo necesario con su Hijo Jesucristo y su Espíritu
    Santo, ayudándonos a vivir estos días gloriosos de la eternidad venidera, en donde nosotros viviremos, siempre creciendo sin pecados, y así, nosotros prosperemos grandemente en todo lo que nos ocupemos, logrando finalmente que su voluntad perfecta de
    riquezas interminables, gozos, alegrías y amor fluya por toda la tierra libremente.


    Por consiguiente, nuestro Padre celestial ya pasó por estos días eternos de gloria celestial, llamando a sus hijos, porque su amor infalible de su corazón santísimo los extraña mucho, sintiendo que Él ya no puede vivir sin ellos ni por un segundo m
    s, por ende, Él ha caminado por todos estos días gloriosos, buscándolos sin cesar jamás: ¡Encontrándote a ti hoy! Realmente, nuestro Padre celestial aun llora por sus hijos y hasta verlos regresar a su dulce hogar por el Juramento a Isaac,
    derramado en todo Canaán sobre su Hijo Jesucristo nacido como Isaac inicialmente de Sarah, pero últimamente renació de la hija virgen de David, observándote a ti regresar a Él hoy, enriquecido en su perfecta santidad de su verdad, camino y vida:
    justificado eternamente.


    Presentemente, nuestro Padre celestial no desea vivir con nadie más excepto contigo en la eternidad venidera, porque tú naciste de su corazón santísimo lleno de su amor infalible, enriqueciendo tu vida y de tus amados, vecinos y amistades de
    alrededor del mundo, y así, Él continuar gozando secretos asombrosos de su amor insondable hacia ti cada día y siempre, empezando hoy sólo contigo. Actualmente, nuestro Padre celestial necesita ser amado por ti en la tierra y en la gloria celestial
    igualmente, como en el paraíso y en La Nueva Jerusalén del cielo arriba, porque tú naciste de Él para vivir con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, conquistando contigo nuevas riquezas jamás vistas antes, bendiciendo así su nueva tierra con
    aun mayores riquezas eternas, siempre.


    Verdaderamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a todo Israel antiguo, bautizado en el Mar Rojo, para Él tener los pecados del mundo entero destruidos ya finalmente, pero igualmente, tener a las familias de las naciones vistiendo la
    carne sagrada, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria, viviendo así su Juramento a Isaac, en donde el pecado jamás existió en la eternidad. Puesto que, esta es la nueva tierra, en donde nuestro Padre celestial vive su vida eterna con Israel
    y las naciones liberadas del pecado, maldiciones, enfermedades, pobreza y muerte del infierno tormentoso, porque el pecado no existe en el Juramento a Isaac, en donde Él realmente vive su amor infalible de su vida eterna contigo y tus amados, enriquecié
    ndose así mismo con muchas alegrías siempre.


    Y es aquí. En donde nuestro Padre celestial finalmente se encontrará con cada hijo suyo, nacido de su imagen y de su alma viviente, liberados del pecado, maldiciones, enfermedades, pobreza y muerte, porque todos estarán viviendo en la carne sagrada de
    Isaac, en donde Él fluye en ellos con su ser santísimo, haciéndolos a ellos perfectamente santísimos, así como Él mismo lo ha sido toda una eternidad. Porque es aquí. Y en su nueva tierra, nacida naturalmente de su corazón santísimo, así como
    Adán y Eva junto con sus hijos nacieron de Él, como tú y yo, naturales somos de su imagen y de su alma viviente, para que todos nosotros seamos así como Él mismo es perfecto y santo, conociendo diariamente amor, prosperidad, riquezas, paz y alegrí
    as insondables toda una vida entera.


    Considerando que, cada uno de Israel y de las naciones nació para vivir en su perfecto amor infalible para jamás conocer el fruto prohibido del árbol de la ciencia del bien y del mal, pero únicamente para conocer del fruto de vida eterna, y así,
    ellos vivan con Él sin conocer jamás el pecado, en donde su amor infalible florece con sus hijos siempre. Realmente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a sus hijos nacidos de su vida eterna junto con sus mandamientos de Israel y de Moisé
    s en su estado virgen, vigentes siempre en toda vida israelí y de las naciones sin jamás ser afectados por el pecado, para únicamente conocer de Él y de su amor infalible, creciendo todos juntos siempre hacia grandes riquezas cotidianas.


    Ya todo Israel bautizado del Mar Rojo, inmediatamente ellos abandonaron cada pecado adoptado por cuatrocientos años junto con la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sagrada y el Espíritu Santo, convirtiéndose así en ciudadanos legí
    timos de Canaán: amando, sirviendo y alabando la vida eterna de nuestro Padre celestial, estableciéndola sobre la tierra finalmente, enriqueciendo así su amor infalible progresivamente. Verdaderamente, ya todo Israel convertido en ciudadanos de Canaá
    n, entonces, ellos caminaron con nuestro Padre celestial, guiándolos a todos ellos con su SHEKINAH gloria (presencia santísima del Padre) a todo lugar, en donde ellos tenían que conducir rituales y ceremonias de perfecta santidad del Juramento a Isaac,
    conquistando Canaán últimamente, pero con su amor asombroso hacia su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo.


    Aquí es cuando. Nuestro Padre celestial no solamente tuvo a Israel antiguo, bebiendo de aguas amargas de Mara, para que ellos mismo las endulcen, como el árbol del monte santo de Jerusalén, en Canaán, que descendió para estar con ellos siempre por
    el desierto del Sinaí, finalmente endulzando el corazón de la tierra perpetuamente, pero igualmente, Él les dio a comer mana para conquistar Canaán postreramente. Luego, nuestro Padre celestial llevó a sus hijos hacia su roca de salvación, porque
    Israel caminaba por el desierto: expiando, juzgando y cubriendo cada pecado, maldición, tinieblas, enfermedades, pobreza y muerte con sangres expiatorias de corderos, sacrificados entrando al tabernáculo de reunión, y así, ellos conquisten a Canaán
    para las familias de las naciones, finalmente facilitándoles salvación eterna, llena de su amor infalible siempre.


    Sin demora: Todo Israel antiguo había bebido abundantemente de la roca de salvación agua viva, saciando su sed instantáneamente para siempre, pero igualmente, de las familias de las naciones yaciendo en el infierno tormentoso, eternamente condenados,
    porque perecieron en sus pecados, ignorando que: bautizados en agua, pudieron haber abandonado sus pecados en profundidades insondables, para jamás volver a verlos en la eternidad venidera. Ciertamente, cada hombre, mujer, niño y niña de las familias
    de las naciones antiguas pudieron haber evitado el infierno tormentoso, si ellos se hubiesen bautizado en la bañera de sus hogares, piscinas, ríos o playas cercanas, emergiendo del agua bautizados del río Jordán, caminando ya con nuestro Padre
    celestial en Canaán, la tierra de eterna seguridad para sus hijos por toda la tierra.


    Ahora, los israelitas antiguos caminaron por el desierto del Sinaí para rescatar a las familias de las naciones del infierno tormentoso junto con sus hijos viviendo en generaciones venideras con rituales y ceremonias del Juramento a Isaac, conducidos
    por la carne sagrada de Isaac en todo Israel, y así, las naciones enteramente sean ciudadanos legítimos de Canaán, renaciendo en la carne sagrada, perpetuamente justificadas. Visto que, este es el árbol que nuestro Padre celestial junto con su Hijo
    Jesucristo y su Espíritu Santo visitó a Abraham en su tienda, mientras estaba él sentado fuera de ella y su esposa Sara adentro de ella, entonces, recibieron a sus hijos prometidos, pero igualmente, las familias de las naciones yaciendo en el infierno
    tormentoso junto con sus hijos de generaciones venideras.


    Ya que, nuestro Padre celestial llamó a Abraham padre de una gran nación israelita, pero igualmente, Israel es su dulce hogar, pero primero resucitados del corazón de la tierra por poderes conquistados por el Rey Mesías por ellos, en Canaán, y este
    es Isaac derramando su sangre expiatoria sobre sus familias hebreas con perfecta vida eterna que derrotó a Satanás, pecados y muerte eternamente. Puesto que, hijos prometidos de nuestro Padre celestial a Abraham y Sara, nacieron para ser uno en la
    carne sagrada de Isaac, conduciendo rituales y ceremonias de perfecta santidad por el desierto, convirtiéndolo milagrosamente en un paraíso prospero, pero primero ellos tuvieron que conquistar el corazón de la tierra, conquistando así Canaán que
    fluye leche y miel por una eternidad entera.


    Es decir, también que nuestro Padre celestial ha tornado ya no solamente el desierto del Sinaí en un glorioso paraíso sin fin, pero igualmente, el resto de los desiertos de las naciones, pero primeramente el corazón de la tierra fue convertido en el
    corazón santísimo de nuestro Padre celestial, para que Canaán fluya leche y miel al fin, enriqueciendo la humanidad entera siempre. Definitivamente, el desierto del Sinaí se tornará en un paraíso glorioso de vida, gracias a obras salvadoras
    logradas allí por Israel, bautizados todos en agua, guiados por nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, pero: primeramente, Canaán fluye con leche y miel pronto y, únicamente entonces, nosotros veremos vida nuevamente por
    todo desierto, enriqueciendo eternamente las naciones con dulzura inagotable.


    Ciertamente, a buena hora, no solamente el desierto del Sinaí regresara a la vida, pero todo lugar por toda la tierra igual, en donde es desierto, porque el árbol que endulzó las aguas amargas de Mara y el Valle de los huesos secos, entonces,
    endulzara todo desierto, para que las familias de las naciones vivan allí una vez que la vida regrese abundantemente. Realmente, este es el árbol que sostiene enteramente no solamente la carne y la sangre expiatoria de Isaac de la casa de Israel, pero
    igualmente, toda familia de las naciones del pasado, del presente y del futuro, convertidos en el madero dulce, endulzando por siempre la nueva tierra, como el nuevo reino, en donde el pecado fallara en existir toda una eternidad entera.


    Amorosamente, Israel nació por voluntad perfecta de nuestro Padre celestial del vientre estéril de Sarah, pero igualmente, de la hija virgen de David—en ambas instancias por el Espíritu Santo—porque Él no solamente había destruido el pecado del
    mundo entero eternamente con ellos, además, Él hizo que sean un solo árbol persistentemente bendecido, enriquecido y glorificado sobre el monte Sion, en Canaán. En otras palabras, nuestro Padre celestial no solamente usó a Israel recogiendo pecados
    cometidos en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, pero igualmente, los bautizó del Mar Rojo, llevando su carne sagrada con rituales y ceremonias del Juramento a Isaac hacia las naciones para ser uno con ellos, como su cruz en Canaán
    con perfecta salvación para cada creyente suyo.


    Ya que, este es el árbol que nuestro Padre celestial confió a Abraham para que sean sus hijos prometidos, como la casa de Israel en cautiverio egipcio, recogiendo pecados del mundo entero para abandonarlos en bautismo del Mar Rojo, pero igualmente, sea
    un árbol con las naciones endulzando la nueva tierra con leche y miel, emanando de Canaán, enriqueciendo la humanidad entera para siempre. Puesto que, este es el dulce hogar de nuestro Padre celestial, endulzado por todas las naciones, convertidas en
    una semilla del corazón de la tierra, plantada por la diestra del Padre celestial en Canaán, como tierra santa, dándole vida a las naciones nuevamente, pero igualmente, ellos son el árbol que hace que Canaán fluya leche y miel, endulzando la
    eternidad por todos nosotros siempre.



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