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    From IVANIVAN555@aol.com@21:1/5 to All on Thu Nov 23 18:52:59 2017
    Sábado, 25 de Noviembre, 2017 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)

    (Felices Día de Acción de Gracia a todos. Les deseamos a todas nuestras familias estadounidenses felices fiestas de Acción de Gracia en estos días, para que recuerden las grandes misericordias, gracia, verdad y justicia divina que nuestro Padre
    celestial ha manifestado por cada una de ellas, bendiciendo a sus hijos e hijas, por medio de su Hijo Jesucristo y por los dones maravillosos de cada día de su Espíritu Santo.

    Happy Thanks Giving Day to everyone throughout the Americas and overseas, because this is the day that every family throughout the land gives thanks to our heavenly Father through His Son Jesus Christ for the blessings received, as the Holy Spirit has
    descended upon them with amazing daily richness of His unfailing love thus to heal, bless and enrich their lives always. Amen!)


    ISRAEL SALIÓ DE EGIPTO COMO EL TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO EN CANAÁN POR TI:

    Moisés le dijo a Faraón: Nosotros iremos por el desierto caminando por tres días, en donde ejecutaremos los sacrificios de nuestro Padre celestial que nos ha pedido, por eso, es que tenemos que llevar con nosotros todo lo que nos pertenece, y no
    podremos dejar nada de tras de nosotros, porque solamente nosotros sabremos entonces qué necesitaremos para hacer sus sacrificios. Ahora, nuestro Padre celestial estaba listo para establecer su Templo a su santo nombre fuego sobre la tierra, pero tenía
    que ser en todo Israel, porque sólo ellos son los nacidos del poder cotidiano del Espíritu Santo por generaciones venideras, desde el día que su Hijo Jesucristo nació como Isaac, del vientre estéril de Sarah, para que su gloria sea manifestada
    postreramente.

    Éste es el Templo de su Espíritu Santo que Satanás siempre conoció en el cielo, cuando fue arcángel de nuestro Padre celestial haciendo su voluntad por medio de su Hijo Jesucristo y por el Espíritu Santo, y hasta que maldad se encontró él: porque
    Satanás pensaba que podía invadir el Templo con sus mentiras y engaños, para tomarse su nombre santísimo. Éste es el Templo del Espíritu Santo que siempre ha existido entre las huestes angelicales para amar, servir, y exaltar a nuestro Padre
    celestial, por medio de su Hijo Jesucristo, al ser su santo nombre fuego honrado con cantos de adoración, para que sigan viviendo en el cielo, conquistando nuevas glorias, para que sus hijos gocen de ellos grandemente, por toda la eternidad.

    Por eso, es que nuestro Padre celestial necesitaba sentarse con Abraham y sus hijos adoptados a su Mesa santa para comer del pan y vino, servido diariamente por su Hijo Jesucristo en el cielo, para darles de comer y de beber a las huestes angelicales, de
    su perfecta gloria, necesitada poseer abundantemente, sirviendo a su santo nombre fuego, por toda la eternidad. Además, Satanás sabía lo que nuestro Padre celestial le había dicho a Abraham sobre los tres sacrificios de los carneros, que tuvo que
    cortarlos por sus mitades, para tenerlas una frente a otra sobre la roca, salpicada con la sangre junto con los pichones, que tenían que estar entre ellos, representando el madero de los sacrificios, que tomarían lugar en Canaán, eventualmente.

    Puesto que, estas son las aves que fueron igualmente sacrificada, pero sin ser cortadas, tendidas sobre la roca salpicada con la sangre de los carneros, representado los maderos: En donde los dos testigos estarían allí experimentando todo el evento del
    sacrificio supremo, al desenvolverse: pero igualmente, la ave blanca fue el Espíritu Santo que estuvo invisible, observando que todo fuese perfectamente Santísimo. Éste es el altar en que nuestro Padre celestial descendió con Isaac y con su Espíritu
    Santo, porque tenía que derramar de su amor eterno sobre la roca de los tres sacrificios, como por donde Él había caminado entre sus mitades y con su antorcha ardiendo: pero sobre el monte Sión y sus sacrificios, Él estableció finalmente perfecta
    santidad, para abundante salvación universal.

    Por eso, es que fue importante para nuestro Padre celestial de tener a Abraham sacrificando sus tres carneros sobre la roca y con sus mitades enfrente una a otra, salpicadas con la sangre sobre todo, pero con los dos pichones yaciendo sin cortar, porque
    representan a los dos testigos, y Él fue el Tercero pasando sobre los sacrificios con su antorcha encendida. Ahora, habiendo toda la casa de Israel nacido en el cautiverio egipcio no solamente acumulando todo pecado, enfermedad, maldición, problema,
    conflicto, pobreza y muertes de todas las familias de las naciones del pasado, del presente y futura generaciones, entonces nuestro Padre celestial estuvo listo para llevarlos a su bautismo del Mar Rojo: porque Él cubriría todo pecado del mundo entero,
    para siempre.

    Nuestro Padre celestial necesitaba remover cada pecado de todo hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, porque Él necesitaba establecer su Templo de su Espíritu Santo sobre ellos perpetuamente, y esto es posible
    solamente en Israel al bautizarse no solamente en el Mar Rojo y en el río Jordán, pero entre todas las naciones postreramente. Es decir, que donde sea que toda la casa israelí esté viviendo presentemente, porque nuestro Padre celestial los esparció
    entre las naciones, para que caminen por todas partes, pisando la tierra que Satanás se la había llevado con mentiras y engaños a Adán, Eva y sus hijos, y así conquistar finalmente a toda familia para su nuevo reino venidero sobre la tierra.

    Mejor dicho, nuestro Padre celestial necesitaba la casa de Israel caminando por el mundo, porque escrito está por donde sea que pises, entonces esa tierra te pertenece: por ende, así es como el mundo entero ha venido siendo conquistado centímetro por
    centímetro para su nuevo reino de reyes, sacerdotes y templos a su santo nombre fuego, para que Israel nuevamente sea nación. Ya que, nuestro Padre celestial jamás estuvo listo para permitirle a Israel a que sea nación nuevamente en Canaán si no
    primeramente caminaba por el mundo, conquistando cada centímetro de tierra para su nuevo reino de reyes, sacerdotes y templos a su santo nombre, establecido sobre el monte Sión, para que Israel sea su Templo del Espíritu Santo finalmente como en el
    cielo.

    Además, Israel finalmente será el Templo del Espíritu Santo de nuestro Padre celestial sobre la tierra, conquistando a todas las familias de las naciones una vez ya bautizados en agua, al invocar la perfecta santidad de su santo nombre fuego, su Hijo
    Jesucristo y su Espíritu Santo: porque es únicamente cuando están todos bautizados, es que el Espíritu Santo descenderá indefinidamente, quedándose. Visto que, el Espíritu Santo es el Dios de Israel, porque cuando Moisés fue atraído por su santo
    nombre, ardiendo sobre la antorcha del Padre, como cuando pasó por entre las mitades de los sacrificios sobre la roca, salpicada con la sangre expiatoria, entonces Él dijo, Yo soy el Dios de Abraham, y su Hijo dijo, Yo soy el Dios de Isaac.

    Aquí es cuando el Espíritu Santo dijo, Yo soy el Dios de Jacobo, asegurando que es el Dios de toda la casa de Israel para siempre: porque cada vez que un israelita nace entonces es nacido de los poderes asombrosos del Espíritu Santo en todas las
    generaciones futuras, así como su Hijo Jesucristo nació del mismo poder divino como Isaac inicialmente. Por eso, es que Israel es la única nación que nuestro Padre celestial ha bendecido entre todas las naciones a través de las generaciones por el
    mundo entero, visto que su Hijo Jesucristo nació como Isaac del vientre estéril de Sarah, por los poderes maravillosos del Espíritu Santo: por ende, la casa de Israel renacerá como Templo del mismo Espíritu Santo, eventualmente.

    Puesto que, este es el porqué de nuestro Padre celestial de estar siempre mirando sobre el altar de Abraham e Isaac, y no solamente porque está sobre él su tabernáculo con su Lugar Santísimo, pero igualmente, porque aquí es donde cada hombre, mujer,
    niño y niña, bautizado emerge como su hijo legítimo, para vivir perpetuamente enriquecido con Él. Además, todo esto es grandemente maravilloso para Él, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, porque Él necesita tener a todo hombre, mujer, niño
    y niña renacido del agua al invocar su santo nombre fuego, que está clavado al madero de la casa de Israel—porque invocándolo—entonces tú estarás invocando perfecta santidad que te salva del pecado, para toda la eternidad.

    Ciertamente, al ser tú bautizado en agua al invocar su santo nombre fuego junto con su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, entonces Él mismo desciende contigo junto con todo su tabernáculo y su Lugar Santísimo para vestirte con su Espíritu Santo y
    con la carne sagrada, llena de su vida eterna, vivida ya por su Hijo Jesucristo por ti en Israel. Realmente, es únicamente aquí en donde tú empezaras amar, servir y glorificarlo a Él y a su nombre santo, por cuanto has invocado la perfecta santidad
    de su nombre clavado ya al madero de la casa de Israel perpetuamente: en donde su Hijo Jesucristo fue clavado igualmente a él, derramando la sangre de la vida eterna por ti y por los tuyos, perpetuamente.

    Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial te perdonara, lavándote de todo pecado cometido en contra de Él y de su santo nombre fuego, porque tú habrás fallado siempre de conocer que Él siempre te ha amado grandemente por medio de su Hijo
    Jesucristo y de su Espíritu Santo desde el cielo y por toda la tierra, como en nuestros días. Puesto que, ésta es la vida divina que nuestro Padre celestial ya te ha entregado a ti, porque es su única vida que jamás la compartió con nadie en el
    cielo ni en la tierra, pero con Abraham y sus hijos si lo hizo así, al su Hijo Jesucristo nacer como Isaac, llenó de su vida prístina para ti hoy, y siempre.

    Esta es la vida que Satanás junto con Faraón quería destruir sin saber cómo, porque nuestro Padre celestial había establecido su Juramento personal sobre Isaac y sus hijos nacidos después de él en generaciones futuras, así como Jacobo y con sus
    hijos prometidos nacieron continuamente del Espíritu Santo: dando vida a Israel y el Templo a su Espíritu Santo sobre la tierra. Éste es el Templo del Espíritu Santo que vendrá a vivir en el corazón, mente, alma, cuerpo y espíritu humano de cada
    hombre, mujer, niño y niña nacido del bautismo en agua al invocar su santo nombre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, que hará que Israel reciba el Espíritu Santo descendiendo del cielo abundantemente cada día, como nunca antes.

    Porque éste es el día que nuestro Padre celestial esperó por generaciones, que hará que su santo nombre fuego reciba glorias del Espíritu Santo y de la carne sagrada de cada israelí que los ha recibido ya, renaciendo del bautismo en agua, invocando
    la perfecta santidad de su santo nombre clavado al madero de sus antepasados, sobre el altar del amor eterno. Éste es el lugar de su perfecta voluntad que Él mismo Juró a Isaac mientras yacía sobre el madero, que Abraham había preparado para ofrecer
    a su único hijo como el sacrificio ardiendo, que iniciaría hacia la eternidad el sacrificio continuo de su Hijo Jesucristo, para quitar todo pecado del mundo entero, dándole empuje a su nuevo reino hacia abundante glorias eternales.

    Mientras que, Israel renació como nación mundialmente: bautizándose en el Mar Rojo inicialmente, y luego, bautizados sus hijos en el río Jordán, conquistando a Canaán para el altar del sacrificio continuo, salvando no solamente a Israel pero
    igualmente a toda nación, al remover cada pecado de cada hombre, mujer, niño y niña, entonces, ellos vendrán a ser su Santo Templo postreramente, eternamente. Ya que, nuestro Padre celestial cubrió todo pecado de Israel y de las familias de las
    naciones al ser Israel bautizado en el Mar Rojo, entonces, él lo hizo para cubrir todo pecado que mantiene a cada hombre, mujer, niño y niña de las familias antiguas en el infierno, sufriendo: muertos y sin convenio o sacrificio de cordero para cubrir
    sus pecados.

    Es decir, que nuestro Padre celestial con Israel, que nació milagrosamente por los poderes del Espíritu Santo, cuando su Hijo Jesucristo nació como Isaac con la carne sagrada, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria del altar del amor eterno,
    entonces fue para cubrir todo pecado del pasado, del presente y del futuro del mundo entero, arrojándolos al fondo del mar, perpetuamente. Estos son pecados de nuestros antepasados de cada familia de las naciones que vivieron sus en la tierra, de las
    que viven sus vidas presentemente, y de las que vivirán sus vidas en generaciones futuras, porque nuestro Padre celestial tenía que cubrir todo pecado con la sangre expiatoria de su Hijo Jesucristo, finalmente para establecer su Templo al Espíritu
    Santo en Israel, postreramente.

    Ahora, con la humanidad entera librada de cada pecado del pasado, del presente y del futuro de cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones, entonces nuestro Padre celestial tiene el camino libre para que todo Israel renazca
    del bautismo en agua, en donde vivan mundialmente: finalmente para establecer su Templo del Espíritu Santo en Israel, perpetuamente. Por ello, una vez que Israel se haya convertido en el Templo del Espíritu Santo, entonces esto significa que toda la
    casa de Israel habrá renacido del bautismo del agua, en donde sea que estén viviendo en las naciones del mundo entero, que hará que el Espíritu Santo descienda abundantemente, como jamás antes para quedarse como parte eterna de la humanidad entera.

    Aquí es cuando, nuestro Padre celestial derramara glorias, poderes y grandes señales celestiales y terrenales que tomaran sus lugares en las naciones, porque son poderes de grandes glorias nunca vistas antes ni por los ángeles, que hará que Satanás
    y sus ángeles caídos abandonen a las gentes por todas partes, para que toda bendición se quede progresivamente, enriqueciendo toda vida humana poderosamente. Ahora, las familias de las naciones, mundialmente, empezaran a experimentar estas bendiciones
    maravillosas de glorias interminables que nadie jamás las vio en el cielo con los ángeles ni en la tierra con la humanidad entera: porque entonces todo Israel estará vestido del Espíritu Santo y de la carne sagrada, haciendo que glorias asombrosas
    por medio de alabanzas desciendan sobre la tierra, quedándose.

    Y esto sucederá en una manera maravillosa, asombrando al mundo entero y al reino angelical del cielo arriba, que los ángeles mismos descenderán para quedarse, en donde está la perfecta voluntad del Padre celestial, realizada grandemente en Israel:
    porque entonces los ángeles querrán vivir con la humanidad entera, empezando en Israel, porque todo Israel será el Templo del Espíritu Santo indiscutiblemente, al fin. Éstas son glorias que continuaran descendiendo sobre la tierra sin terminar jamá
    s, porque la perfecta voluntad del Padre celestial se habrá establecido finalmente en Israel, al convertirse en el Templo del Espíritu Santo: porque cada hombre, mujer, niño y niña en Israel alabara, exaltara y glorificara su santo nombre fuego sobre
    su altar de su vida eterna, para con la humanidad entera.

    Aquí es cuando Israel crecerá en una manera maravillosa mundialmente, porque será el Espíritu Santo y la carne sagrada vistiendo sus almas vivientes, como siempre fue la voluntad perfecta del Padre celestial, que es el Juramente a Isaac sobre su
    altar del monte Sión, descansando sobre el Moriah, al llamar a Abraham a subir con su hijo amado a iniciar el sacrificio continuo. Éste es el crecimiento que nuestro Padre celestial siempre esperó ver en Israel como en todo hombre, mujer, niño y niñ
    a, al hacer su Juramento a Isaac sobre el altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con el Espíritu Santo, para que todo Israel crezca milagrosamente en su Templo del Espíritu Santo sobre la tierra, bendiciendo a toda nación.

    Aquí es cuando Israel siempre fallara en pecar en contra de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, porque finalmente cumplirán con el Juramento a Isaac, que realmente es su última Voluntad y Testamento no solamente en Israel,
    pero igualmente en cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones, para su nuevo reino venidero. Aquí es cuando Israel crecerá del Espíritu Santo y en la carne sagrada, dando glorias a su santo nombre clavado al madero del
    Israel antiguo nacido en cautividad: acumulando los pecados de las familias de las naciones, bautizado en el Mar Rojo, abandonando todo pecado, finalmente destruyéndolos mundialmente con la sangre expiatoria de su Hijo, al derramarla en el Lugar Santí
    simo, finalmente.

    Realmente, éste es el madero de la casa de Israel flameando gloriosamente sobre el altar del amor prehistórico, en donde Abraham ascendió con su único hijo Isaac, no solamente para tenderlo sobre el madero, para que arda eternamente como el
    sacrificio de su Hijo Jesucristo, pero igualmente, es aquí en donde él fue bautizado por el Espíritu Santo, por sus hijos venideros. Porque si Abraham fue bautizado por nuestro Padre celestial en el horno de su grande Gracia, de su grande Misericordia,
    de su grande Verdad y de su grande Justicia Divina, entonces sus hijos no solamente de Israel pero también de las familias de las naciones se bautizaran del Espíritu Santo y de la carne sagrada, para que su vida eterna florezca mundialmente, siempre.

    Esta es la salvación que nuestro Padre celestial le entregó a Israel pero también a las familias de las naciones, porque Abraham no solamente obedeció al llamado de nuestro Padre celestial, para que su hijo Isaac suba al monte Sión, bautizándose é
    l y su hijo con los fuegos del Espíritu Santo y salvación única, para que Israel sea postreramente su Templo santo, perpetuamente. Ésta es la salvación, entregando amor eterno siempre a su santo nombre fuego clavado sobre el madero del Israel
    antiguo sobre el monte Sión, y desde donde nuestro Padre celestial hará que grandes glorias, maravillas y señales del cielo y la tierra desciendan, quedándose en Israel y en cada hogar hebreo mundialmente, para que su amor sin igual se sienta
    fuertemente por doquier.

    Éste es el amor eterno de nuestro Padre celestial, que siempre ha existido en su altar del Lugar Santísimo, cumpliendo con su Juramento a Isaac, que realmente es su última Voluntad y Testamento, bendiciendo cada corazón, alma, mente, cuerpo y espí
    ritu humano de sus hijos en Israel y de las familias de las naciones, para su nuevo reino sempiterno y mundial. Además, por razones de su amor eterno, emanando del amor, servicio y alabanza de sus hijos en Israel y en las familias de las naciones,
    entonces será el amor, servicio y alabanza de su Espíritu Santo y de la carne sagrada, levantándose diariamente, adornando su santo nombre fuego sobre su altar antiguo con su amor único, que bendice su corazón santísimo, siempre.

    Esto es algo que ángeles siempre fallaron en cumplir sobre su altar antiguo y el Lugar Santísimo, porque son seres celestiales, creados por su palabra, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo para amar, servir y alabarlo a Él y a su nombre: pero sus
    hijos nacieron de su imagen, de su alma viviente y de su amor único, amándolo a Él, siempre. Evidentemente, nuestro Padre celestial jamás vio a sus ángeles como Templo del Espíritu Santo para todo amor, servicio, alabanza y glorias cotidianas de su
    santo nombre fuego, pero, Él se lo entregó todo a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo cuando ambos entraron en el vientre estéril de Sarah para que Isaac nazca, y así Israel sea su gloria mundial postreramente.

    Además, éste es Israel naciendo diariamente del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, para que Israel no solamente lleve su santo nombre fuego, bautizado en agua, abandonando todo pecado en el lecho marino perpetuamente, pero igualmente É
    l hizo de ellos sus sumos sacerdotes: ministrando perfectos rituales y ceremonias de Santidades eternales, cubriendo pecados antiguos, para salvación de todos instantáneamente al fin. Visto que, nuestro Padre celestial tenía que tener a todo Israel
    yaciendo en el Valle de los huesos secos y así también a las familias de las naciones antiguas, ministradas sobre todos ellos rituales y ceremonias de perfecta santidades, cubriendo todo pecado, para que vean su vida eterna, naciendo en Israel, cuando
    su Hijo Jesucristo emergió santísimo de la hija de David.

    Ya que, esta es la vida de nuestro Padre celestial que solamente su Hijo Jesucristo junto con su Espíritu Santo la pueden vivir siempre victoriosamente, destruyendo toda obra de Satanás y de sus ángeles caídos, pero igualmente él la vivió
    gloriosamente sobre sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, que vivirán con Él en perfecta gloria perpetua, postreramente. Puesto que, éste es el Templo del Espíritu Santo que nuestro Padre celestial tenía que tener establecido en
    Israel, para que Él finalmente conquiste a todas las familias de las naciones ya yaciendo en infierno tormentoso, pagando por sus pecados perpetuamente, pero igualmente para el resto de las naciones mundialmente: porque todas las naciones serán
    eventualmente su nuevo reino sobre la tierra.

    Dado que, nuestro Padre celestial necesitaba bendecir a cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones, por medio de su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, que emergieron inicialmente como Isaac del vientre estéril de Sarah no
    solamente para establecer su altar antiguo en la tierra, pero asimismo su Templo del Espíritu Santo, bendiciendo la humanidad entera, siempre. Por ello, Israel es su familia nacida del Espíritu Santo como su Hijo Jesucristo nació del mismo Espíritu
    que salió de Sarah no solamente como Isaac, pero igualmente, después como Jacobo con toda la casa de Israel en generaciones futuras, para que sean el Templo del Espíritu Santo en la tierra al ser bautizados todos en agua, invocando su santo nombre
    progresivamente, siempre.

    Ya que, éste es el Templo del Espíritu Santo establecido sobre Israel, bendiciendo a cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones, así como está establecido en el cielo con las huestes angelicales que aman, sirven y alaban
    diariamente su santo nombre fuego: para que nuevas glorias eternas desciendan y se queden sobre la tierra, perpetuamente. Es decir también que cuando todo Israel sea bautizado por tercera vez en agua mundialmente, entonces obtendrá poderes
    interminables y mayores comparados con el primer bautismo del Mar Rojo, corriendo de Satanás y de sus holocaustos, y el segundo bautismo fue cuando Israel finalmente conquistando a Canaán: por el Templo del Espíritu Santo y de su santo nombre fuego,
    clavado sobre el madero.

    Mejor dicho, cuando Israel finalmente se bautice en agua por tercera vez, entonces esto será el cumplimiento del Juramento de nuestro Padre celestial a Isaac, estableciéndose así su perfecta voluntad sobre la tierra, tocando a las naciones
    maravillosamente, para que sean bendecidas así como Israel lo ha sido inicialmente sobre el monte Sión con los poderes únicos de su misma vida santísima. Éste es el tercer bautismo que tomara lugar en la casa de Israel, en donde el santo nombre
    fuego de nuestro Padre celestial será amado, servido y alabado únicamente por el Espíritu Santo y por la carne sagrada de su Hijo Jesucristo: vistiendo a cada hombre, mujer, niño y niña israelí, para que glorias nunca vistas desciendan, quedándose
    sobre la tierra, perpetuamente.

    Éstas son glorias, poderes, y maravillas inagotables, manifestándose poderosamente en los cielos angelicales y en la tierra en Israel y en todas las familias de las naciones, que descenderán cada día para quedare para siempre, formando su Gran Reino
    de sus hijos legítimos que amaran maravillosamente a su santo nombre fuego, como jamás ha sido amado, servido y alabado antes por nadie. Por lo tanto, será la casa de Israel que nuestro Padre celestial volverá a usar nuevamente al ser bautizados
    todos juntos con sus hijos, creciendo en números incontables que los harán mayores que nunca antes, llenando así la tierra con el pacto de su perfecta voluntad, establecida sobre todos ellos, como un pacto eterno, bendiciendo diariamente su nuevo
    reino de riquezas inagotables.

    Por eso, es muy importante no solamente para nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo junto con los ángeles de que Israel finalmente se bautice en agua, como su nación escogida, cumpliendo así con la voluntad perfecta y
    todopoderosa, que se establecerá sobre todos ellos perpetuamente: y es así de importante igualmente para el bienestar de todos mundialmente, siempre. Puesto que, una vez que Israel es bautizado por tercera vez en agua como por donde sea que vivan en
    todas las naciones de nuestros días, entonces todos ellos se convertirán en una gran familia del Espíritu Santo y de la carne sagrada, unidos todos, porque ya tienen a todo Israel antiguo sobre el altar del amor eterno, alabando su santo nombre
    progresivamente.

    Además, con sus hijos bautizados como en el Mar Rojo, escapando primero del cautiverio y holocausto de Satanás, y luego bautizados en el Jordán, conquistando a Canaán para el altar de la humanidad entera, y recibiendo postreramente el santo nombre
    con su Hijo Jesucristo, clavado al madero: bendiciendo finalmente toda nación para su nuevo reino venidero, sólo entonces poderosas glorias serán posibles por doquier. Entonces, esto será el Templo de su Espíritu Santo en que todo Israel se
    convertirá milagrosamente, bautizados todos universalmente, alabando diariamente su nombre todopoderoso con su Espíritu Santo y con la carne sagrada, para que el nombre de nuestro Padre celestial derrame de sus glorias abundantes para formar su reino
    en la tierra, vistiendo así a las naciones con glorias permanentes, siempre.

    Visto que, esta es la verdadera Iglesia en la tierra que es La Casa de Oración para las Naciones del pasado, del presente y del futuro, recibiendo a cada hombre, mujer, niño y niña para amar, servir y alabar su santo nombre fuego sobre su altar del
    amor eterno, para que sus glorias maravillosas desciendan: quedándose permanente por ti y los tuyos. Es decir, también que el Gran Reino de nuestro Padre celestial que empezó en la tierra con Abraham ascendiendo al monte santo de Jerusalén,
    descansando sobre el Moriah, para que Él pueda orar y derramar sus lágrimas de Padre que siempre ha sentido en su corazón por sus hijos, para que todos renazcan del Espíritu Santo como su único reino eterno, perpetuamente.

    Además, si tú estás viendo en la tierra presentemente, entonces esto significa que nuestro Padre celestial te ha escogido para que renazcas del bautismo de agua y del bautismo del Espíritu Santo en el Lugar Santísimo, que está estacionado sobre los
    cielos de Jerusalén, porque éste es su dulce hogar escogido para siempre, y tú tienes que abrazarte con Él allí, pronto. Ciertamente, cuando tú seas llevado al Lugar Santísimo, del tabernáculo de reunión, descansando en el altar del amor eterno
    de Abraham e Isaac junto con los fuegos de su grande Gracia, de su grande Misericordia, de su grande Verdad y de su grande Justicia Divina, y esto significa que estarás bautizado y aceptado como ciudadano con derechos de su nuevo reino venidero.

    Dado que, tú tienes que aparecerte sobre su altar del amor prehistórico, en donde Él está sentado sobre su Silla de la Misericordia, esperando por sus hijos a que lleguen, para que Él finalmente pueda abrazarlos y así renacer con ellos juntos de su
    imagen y de su alma viviente como sus hijos legítimos, listos para vivir la vida eterna con Él. Visto que, ésta es la única vida de nuestro Padre celestial, entregada toda a ti, como su hijo legítimo, porque tú habrás ya renacido del bautismo de
    agua y del bautismo del Espíritu Santo sobre su Lugar Santísimo, para que Él jamás te vea en pecado, porque su Espíritu Santo y su carne sagrada vestirán tu alma eterna con gloria perfecta, siempre.

    Aquí es cuando tú empezaras a crecer en diferentes formas en la presencia de nuestro Padre celestial, porque serán su Espíritu Santo y la carne sagrada vistiendo tu alma viviente, para que seas perfecto y santísimo así como son ellos divinamente
    junto con las huestes angelicales: porque tú habrás renacido del reino del Espíritu Santo, y de riquezas inagotables de cada día. Éste es el lugar, en donde nuestro Padre celestial necesita que tú estés hoy en día, porque cuando tú eres renacido
    del agua y del Espíritu Santo como en el Lugar Santísimo finalmente, sobre su altar del amor eterno por ti y por los tuyos, entonces, tú estarás viviendo su vida eterna ya en la tierra, en donde gozaras riquezas sin fin.

    Ciertamente, tú jamás sufrirás pecado nuevamente, porque bautizado en agua y en su Espíritu, y renacido de su imagen y de su alma viviente, entonces tú serás glorioso así como Él siempre lo es con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque
    le aseguró a Abraham, diciéndole, que para vivir su vida eterna hay que ser santo y perfecto, empezando hoy. Aquí es cuando el Espíritu Santo y la carne sagrada de su Hijo Jesucristo no están solamente vistiendo la desnudes de tu alma viviente, pero
    igualmente bendicen el santo nombre del Padre celestial, clavado al madero del Israel resucitado y levantado: para bendecir con sus glorias, riquezas y poderes conquistadas ya del enemigo, que te pertenecen a ti y los tuyos, siempre.

    Es decir también que nuestro Padre celestial no solamente ha destruido todos los pecados que tú habrás cometido en toda tu vida, y hasta el día de hoy, pero igualmente: Él ya pagó por el bienestar de tu corazón, mente, alma viviente, cuerpo y espí
    ritu humano para bendecirte cotidianamente en la tierra y en el cielo, hacia toda la eternidad venidera. Porque ahora nuestro Padre celestial te ve en su Espíritu Santo y en la carne sagrada siempre victorioso sobre Satanás y la muerte amenazadora de
    tu vida, desde que naciste de tu madre, pero ahora: tú eres renacido del bautismo en agua y de su Espíritu Santo únicamente para vivir su vida eterna, en su reino de riquezas cotidianas y sin fin.

    Esto significa también que Satanás siempre fallara en tocar todas las cosas que te pertenecen a ti legalmente, porque nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo ya te lo ha devuelto todo y con grandes abundancias, para que las
    goces junto con los tuyos, incluyendo amistades, para nuevas glorias eternas de su santo nombre fuego nazcan en ti progresivamente. Por ende, al ser tú bautizado en agua y en el Lugar Santísimo, entonces tú serás no solamente su hijo legítimo, y
    llenó de su Espíritu Santo y de glorias cotidianas de su misma vida, como de las que Él normalmente disfruta con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo, pero igualmente tú gozaras de todo ello con los tuyos, empezando hoy.


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