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    From valarezo@21:1/5 to All on Sat Sep 2 18:57:49 2017
    Sábado, 02 de Septiembre, 2017 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)

    (MAY OUR HEAVENLY FATHER BLESS WITH HIS FATHERLY LOVE TEXAS AND THE FAMILIES:

    We would like to express our love, prayers and condolences to the families of the victims that have suffered the impact of hurricane Harvey as it passed through their homes, devastating tremendously certain parts of the State of Texas. Their loved ones
    have ascended into the presence of our heavenly Father because of the tremendous salvation work that His Son Jesus Christ has done already to pay in full the penance of their living souls over Jerusalem’s holy hill, so they may all enter into eternal
    life to live the unfailing love that has always cared for them through eternity.

    They are really enjoying the next life already with our heavenly Father, His Son Jesus Christ and the Holy Spirit, surrounded as usual with the angelical hosts that never cease to love, praise, and worship His holy name fire that have saved the children
    from the power of death, hell and eternal perdition thus to enter into heaven’s glory forever justified.

    May our heavenly Father continue to bless you throughout your homes by pouring abundantly His great Grace, His great Mercy, His great Truth and His great Divine Justice, in the name of His Son Jesus Christ, so you may be saturated always with the amazing
    daily powers of His Holy Spirit. Amen!)

    EN EL VALLE DE MUERTE: ISRAEL APRENDIÓ DE YESHUA (JESÚS) A VIVIR SU VIDA ETERNA:

    Nuestro Padre celestial llamó a Moisés y a Aarón para dejarle saber a Faraón de que Él había descendido del cielo, para visitar sus hijos como Dios de Israel, porque su clamor de liberación ha alcanzado su Lugar Santísimo, además Él ya los querÃ
    ­a tener en su tierra escogida, celebrando festividades importantes para su santo nombre fuego sobre su altar de amor. Y esto fuego algo que nuestro Padre celestial necesitaba hacer para sus hijos, y Él tenía que hacerlo todo muy bien, y lo más pronto
    posible: porque Satanás estaba listo para atacarlo a Él, matando primeramente a sus niños recién nacidos de sus madres israelitas, deteniendo así el crecimiento constante de Israel como nación especial de la humanidad entera, para siempre.

    Además, Satanás necesitaba a Faraón y a sus oficiales junto con las parteras asignadas para que asistan a las mujeres israelitas cuando estaban listas para parir a sus niños recién nacidos, matándolos fríamente, cuanto antes mejor, al poner sus
    manos sobre sus cuerpos frágiles, porque las ordenes de terminar con sus vidas tenían que cumplirse inmediatamente, permitiendo así únicamente niñas que nazcan. Ahora, Satanás tenía que tener no solamente al Faraón pero igualmente a su gente por
    todos lados moviéndose a matar israelitas, porque él había llegado a pensar que era lo que el Padre celestial estaba listo por hacer con ellos, y esto era de destruir los pecados de las familias de las naciones y, simultáneamente, para hacerlos
    crecer como una nación poderosa.

    Esto significa poder que Satanás teme grandemente, que nuestro Padre celestial podría empezar a desplegar por todo Israel, es decir, si es que Él puede hacer que se multiplique por todas partes a Él mismo entregarles sus siete años de riquezas
    cayendo sobre ellos fielmente, porque más hijos del Juramento a Isaac tienen que nacer mundialmente como prometidos a Abraham inicialmente. Y, de la única manera que Satanás conoce de cómo parar el crecimiento sin control de Israel, al nuestro Padre
    celestial continuar derramando de sus siete años de riquezas, supliendo a sus hijos por nacer en las familias de la casa de Israel, fue siempre simplemente de manifestarse con sus siete años de hambre, matando toda vida, y riquezas con sus holocaustos.

    Por eso, es que Satanás tenía que trabajar en secreto con Faraón y con sus oficiales, porque estaba a punto de empezar un holocausto poderoso, exterminado así todo Israel como pueblo ante nuestro Padre que está en el cielo, para que Él falle en
    hacer su grande obra maravillosa, de salvar del pecado a todo Israel y a las familias de las naciones. Puesto que, Satanás había aprendido algo que otros no conocían, y él no quería revelárselo a nadie más, y esto fue de que si nuestro Padre
    celestial podía continuar derramando sus siete años de riquezas sobre Israel, entonces esto significaba que sus hijos nacerían progresivamente para que Israel sea una nación poderosa, haciendo su voluntad divina e enriquecedora sobre las naciones,
    siempre.

    Éste asombroso poder que descendería sobre Israel, cuando los siete años de riquezas descienden con los hijos de todas sus familias por nacer en generaciones futuras, significa que los poderes divinos de nuestro Padre celestial empezarían a destruir
    a todas las fuerzas de Satanás, y de sus ángeles caídos mundialmente, haciendo que sus poderes desaparezcan de entre la humanidad entera, liberándolos perpetuamente. Por ello, Satanás teme grandemente el crecimiento constante de Israel y de los
    hijos de nuestro Padre celestial por todas las naciones, como por donde viven hoy en día, porque si realmente crecen hacia los números que el Padre necesita ver en todo Israel, entonces sus poderes divinos controlarían no solamente el espíritu humano
    de todo hombre, pero igualmente el mundo entero.

    Por ello, fue importante para Satanás tener al Faraón con sus oficiales junto con todos los demás con la voluntad de ejecutar su maldad en contra de los israelitas, para que mueran mientras aún estaban en el espíritu de error y en la carne pecadora,
    haciendo así que todos mueran con los pecados del mundo entero para jamás levantarse a vida eterna. Ya que, Satanás entendió lo que el Padre celestial ya le había dicho a Abraham, al presentar sus tres sacrificios, partidos por sus mitades, opuestas
    entre ellas sobre la roca, salpicado todo con sangre, y cuando sus sacrificios fueron aceptados entonces le fue dicho que sus hijos serian esclavos en una nación extrajera por cuatrocientos años, pero luego Él mismo los juzgaría.

    Por ende, cuando Satanás vio que los cuatrocientos años culminaban, entonces él sabía que nuestro Padre celestial estaba listo para visitarlos con grandes poderes, porque ellos son los hijos que continuaran naciendo del Espíritu Santo que le dio
    vida a Isaac, para que Abraham tenga a su primogénito Jacobo, para que sus hijos sean la nación especial de Dios mundialmente, para siempre. Además, desde que nuestro Padre celestial ya le había ordenado a Moisés y a Aarón, para decirle a Faraón
    de que deje a sus hijos ir a poseer la tierra, que Él mismo la había escogido ya personalmente, para que le celebren festividades en honor a Él: entonces Satanás sabía que si Israel seria bautizado en agua, seria para ser imparables, perpetuamente.

    Es decir, de que si Israel se bautiza, por los poderes asombrosos del altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con su Espíritu, otorgándole a Moisés y a Israel su santo nombre fuego de Él y el de su Hijo Jesucristo y del Espí
    ritu Santo, entonces seria para que Israel renazca del Espíritu Santo como sus hijos legítimos para siempre. Por ende, Satanás fue un fracaso completamente, porque Israel no solamente escapó del holocausto preparado para destruirlos en cautiverio
    como hijos de Dios, que habían nacido por el Espíritu Santo que entró en el vientre estéril de Sarah, dándole vida a su Hijo Jesucristo como Isaac, pero igualmente continua dando vida por las generaciones venideras a su gloria divina hacia la
    eternidad.

    Visto que, ésta es su gloria divina prevaleciendo perpetuamente, rindiéndole honor a nuestro Padre celestial, a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo cuando las huestes angelicales lo aman, le sirven y le adoran a su santo nombre fuego sobre el
    altar del amor prehistórico, en donde su Hijo con su Espíritu son los fuego de amor ardiendo hacia su Creación. Es decir también de que su Hijo Jesucristo nació como Isaac, por los poderes asombrosos del Espíritu Santo, entonces luego Jacobo nació
    para que sus hijos sigan naciendo por todas las generaciones futuras de los mismos poderes del Espíritu Santo, para hacer crecer su gloria en Israel, las naciones y el mundo entero igualmente, creciendo con riquezas hacia toda la eternidad venidera.

    Ciertamente, cuando nuestro Padre celestial comió de su Mesa Bendita con Abraham y sus 318 hijos adoptados el pan y vino, servido por su hijo Jesucristo en su gloria celestial para las huestes angelicales, entonces esto fue hecho como un convenio
    perpetuo, dándole vida a su Hijo Jesucristo como Isaac, pero igualmente a Jacobo junto con sus hijos adornando su altar, perpetuamente. Ya que, éste es el altar de amor que existe perpetuamente en el cielo, en donde nuestro Padre celestial siempre ha
    vivido con su Hijo y con su Espíritu Santo, recibiendo constante gloria y honor a su santo nombre fuego, por sus ángeles, pero presentemente su honor y gloria son recibidos en Israel y en las naciones cuando su altar es recibido.

    Por ende, el altar del amor prehistórico de nuestro Padre celestial, descendido del cielo con Isaac y con su Espíritu Santo continuara creciendo con los mismos poderes del Espíritu Santo que entraron en el vientre estéril de Sarah, dándole vida a su
    Hijo Jesucristo como Isaac, para que Israel y las naciones renazcan igualmente, estableciendo así su altar en la tierra, eventualmente. Evidentemente, éste es el propósito de nuestro Padre celestial de conquistar el mundo con poderes del Espíritu
    Santo que entraron en el vientre estéril de Sarah, dándole vida no solamente a su Hijo como Isaac, introduciendo la carne sagrada, la sangre reparadora, pero igualmente los fuegos de su amor asombroso de su santo nombre ardiendo en el corazón de sus
    hijos mundialmente.

    Visto que, estos son los fuegos de su horno ardiendo con su grande Gracia, con su grande Misericordia, con su grande Verdad y con su grande Justicia Divina, bendiciendo y ungiendo no solamente a Abraham al ascender su monte santo con Isaac como su único
    hijo para el sacrificio, pero igualmente sus hijos y las familias de las naciones por generaciones venideras. Puesto que, nuestro Padre celestial había enviado a Moisés y Aarón para dejarle saber al Faraón de que Él había descendido sobre el monte
    Sinaí, ardiendo grandemente con su amor prehistórico para liberar a sus hijos de toda cautividad egipcia, pero igualmente a sus hijos naciendo de los mismos poderes del Espíritu Santo en generaciones futuras juntos con las familias de las naciones.

    Ya que, nuestro Padre celestial estaba listo para no solamente manifestar su gloria a sus hijos de la casa de Israel, pero igualmente a las familias de las naciones, porque Él quería finalmente el mundo entero conociendo su gracia, su misericordia, su
    verdad y justicia divina entregada gratuitamente sobre su monte Sión, su dulce hogar, como su salvación entera por la humanidad. Sin embargo, Satanás con sus siete años de hambruna continuara atacando, minimizando así la amenaza que el Padre
    celestial representa por medio de sus hijos nacidos del convenio de vida de Abraham y Sarah, cuando su Hijo Jesucristo nació como Isaac, por el Espíritu Santo, brillando sobre toda tiniebla al sus hijos prometidos establecerse junto en su altar en la
    tierra, perpetuamente.
    Por ende, Satanás tratara como siempre de minimizar el crecimiento de la población israelí, para que nuestro Padre celestial siempre falle de manifestar y de establecer sus poderes en la tierra cuando sus hijos continúen descendiendo sobre Israel y
    las naciones con sus siete años de ricas bendiciones, enriqueciendo el espíritu humano grandemente, para que su nuevo reino mundial exista perpetuamente, siempre. Ciertamente, al Satanás siempre regresar a Israel y a la humanidad entera con sus siete
    años de hambre, entonces él causara holocaustos cobrando la vida no solamente de Israel, pero igualmente de las naciones: porque si Israel crece numéricamente, satisfaciendo al Padre celestial para derramar de su gloria sobre la tierra, entonces SatanÃ
    ¡s habrá perdido su batalla en contra del bien, perpetuamente.

    Por eso, es importante para Satanás de siempre regresar a Israel y a la humanidad entera con sus holocaustos secretos, reclamando la vida de muchos, especialmente de Israel para que su número no sea una amenaza constante para su reino de tinieblas,
    porque si Satanás puede mantener el numero bajo de Israel y con cero crecimiento, entonces él se sentirá cómodo siempre. Considerando que, Israel ha nacido a través del tiempo por los mismos poderes antiguos del Espíritu Santo, que le dio vida a su
    Hijo Jesucristo del vientre estéril de Sarah como Isaac, introduciendo así su cuerpo glorificado en la humanidad entera para salvarla, enriqueciéndola eventualmente, entonces el mundo podrá ser conquistado para el nuevo reino de los hijos legítimos
    del Padre celestial.
    Por eso, es que fue importante para nuestro Padre celestial de no solamente entregarle su santo nombre fuego a Moisés en su altar de amor sobre el Sinaí, descendido del cielo con Isaac y con su Espíritu, salvando así a Israel del cautiverio, pero
    igualmente para bautizarlos en el mar Rojo para llenar a la humanidad entera con su misma vida eterna. Visto que, si nuestro Padre celestial podía bautizar a Israel en el lecho marino, por los poderes asombrosos de su santo nombre fuego, de su Hijo
    Jesucristo y del Espíritu Santo, entonces Él no solamente podía erradicar el espíritu de error junto con la carne pecadora, pero igualmente llenar a la humanidad entera con su vida eterna que salva toda alma viviente, siempre.

    Dado que, la vida eterna de nuestro Padre celestial está saturada con asombrosos poderes cotidianos del altar antiguo de su horno de abundante gracia, misericordia, verdad y justicia divina que no solamente continuara bendiciendo toda vida humana por el
    mundo entero, pero igualmente protegerlos de los poderes malévolos de Satanás y de sus secuaces mentirosos que aman atacar a sus hijos redimidos. Puesto que, ésta es la vida eterna que nuestro Padre celestial ya le ha otorgado a sus hijos no solamente
    de Israel, pero también de las familias de las naciones, que lo poseerán instantáneamente, con tan sólo ser bautizados en agua, invocando como siempre la santidad perfecta de su santo nombre fuego, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, para
    salvación eterna.

    Puesto que, estos son los únicos nombres que todo hombre, mujer, niño y niña debe creer en sus corazones para justicia para confesar con sus labios para salvación, para que sean liberados finalmente del espíritu de error y de la carne pecadora, para
    entrar al juramento que nuestro Padre celestial le juró a Isaac, confirmándolo con Jacobo para bendecir a Israel, perpetuamente. Por cierto, el asombroso poder cotidiano del juramente de nuestro Padre celestial para con Isaac será parte de tu vida
    cotidiana, sumergiéndote en las aguas, invocando su santo nombre fuego, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, finalmente para ser lleno de su Espíritu Santo y de la carne sagrada de vida eterna, entregándote así sus maravillosos poderes cada día,
    por siempre.

    Ya que, éste es el juramento que nuestro Padre celestial le juró a Isaac que no solamente te entregara para poseer eternamente su Espíritu Santo, vestido así perpetuamente con la carne sagrada, pero igualmente el poder cotidiano del Lugar Santísimo
    del cielo, para que goces de sus riquezas y bendiciones en tu corazón, alma, mente, cuerpo y espíritu humano hacia la eternidad celestial. Y es aquí, en donde tú vendrás a ser uno con nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo,
    porque esta es su voluntad para con sus hijos de que seamos finalmente unidos sobre su altar del Lugar Santísimo, en donde Él levantó sus manos santas hacia su santo nombre fuego, jurando serte fiel a ti y a los tuyos, siempre.

    Visto que, nuestro Padre celestial ha manifestado toda su gloria a Israel, pero igualmente en las familias de las naciones, por su grande amor que Él siempre siente por cada uno de ellos a través de la eternidad, pero jamás Él ha tenido la gran
    oportunidad de hacerlo así, pero, esta vez, lo ha hecho con Israel, sólo si su llamado es contestado. Y éste llamado es desde que Él llamó a Abraham a amarlo, servirle y glorificarlo por su santo nombre fuego de su altar del amor eterno, descansando
    sobre el monte Moriah, para que él finalmente le ofrezca a su único hijo Isaac como su sacrificio que manifestaría grandemente su perfección, amor y gloria hacia su Padre celestial, y así ser aceptado, finalmente.

    Además, cuando Abraham fue aceptado por nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo sobre el monte Sión y en su Lugar Santísimo, descansando sobre el monte Moriah, porque él creyó a su Dios, y su fe fue contada como Justicia:
    entonces sus hijos prometidos por nacer en generaciones futuras fueron aceptados igualmente en su juramente a Isaac, para siempre. Puesto que, esta es su gloria cotidiana que nuestro Padre celestial manifestaría a sus hijos nacidos del vientre estéril
    de Sarah, por los poderes de su Espíritu Santo, para empezar a conquistar a las familias de las naciones y así el mundo entero, para obtener una tierra nueva y con cielos esplendidos, en donde su reino crecerá en su vida prístina, perpetuamente.

    Sin embargo, para que todo esto sea posible en todas las familias, nuestro Padre celestial debería neutralizar a Satanás con sus sietes años de hambruna en contra de Israel y de las naciones, para que su plan de conquistar el mundo entero falle, pero Ã
    ºnicamente si Él pudiese bautizar a todos en agua, invocando su santo nombre fuego, entonces Satanás sería inútil. Dado que, cuando uno es bautizado en agua invocando su santo nombre fuego, a su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, entonces el altar
    con su Lugar Santísimo, y el juramento a Isaac, desvestirá aquel del espíritu de error y de la carne pecadora, vistiéndolo finalmente de su Espíritu Santo y de la carne de vida eterna que derrota a Satanás, siempre.

    Por cuanto, que Satanás solamente puede tener poder en contra de ti, si tú continuas viviendo con su fruto prohibido, que Adán y Eva comieron juntos del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque él puede trabajar con el espíritu de error y con
    la carne pecadora para atacarte y hasta que desciendas al infierno perpetuamente perdido y destruido. Ciertamente, fue importante para nuestro Padre celestial de bautizar a Israel en el mar Rojo, por los poderes asombrosos de su santo nombre fuego,
    entregado a Moisés, y que está saturado con el juramento a Isaac, para enriquecerte hasta que no puedas recibir más riquezas en la tierra y en la gloria celestial con su Espíritu Santo y con su carne sagrada.

    Y es aquí, en donde Israel no solamente entrara en el dulce hogar de nuestro Padre celestial, de su altar del Lugar Santísimo, en donde Él alzó sus manos jurando a Isaac sus votos soberanos de salvación y de riquezas, pero igualmente para que vivan
    protegidos del destructor: porque su puerta está salpicada con la sangre del Cordero para poseer todo Canaán, finalmente. Por eso, es que fue importante para nuestro Padre celestial de llevar a Israel del cautiverio hacia el bautismo en agua, para que
    todos vistan de su Espíritu Santo y de la carne sagrada, que les entrega abundante vida eterna, gozando así de las bendiciones juramentadas a Isaac, para que Israel sea la nación de sus sueños, enriqueciendo el mundo entero, perpetuamente.

    Ahora, cuando Israel entró en el desierto del Sinaí entonces Satanás estaba esperándolos, porque él estaba listo para seguir atacándolos así como lo había hecho algunas veces en su cautiverio egipcio, para que él finalmente de alguna manera
    hacer todas las como él quiere, y esto era de mantener a todo Israel en su espíritu de error y en la carne pecadora. Y en la manera de hacer todo esto para Satanás, entonces él solamente tenía que hacer que todos ellos regresen a él como el cordero
    de oro, y libertador del cautiverio egipcio, además Israel continuó rebelándose gravemente en contra de Moisés y de nuestro Padre celestial, declarando abiertamente querer regresar a Egipto, para continuar viviendo la vida enriquecedora que ya conocí
    an allá.

    Y así, teniendo a todo Israel, quejándose ante Moisés y nuestro Padre en el cielo sobre su descontento de vivir con sus esposas e hijos en el desierto del Sinaí, entonces Satanás estaba haciendo que todo Israel se descuidara y hasta olvidara de todo
    lo que el Padre había hecho por ellos: como bautizándolos en el mar para liberarlos del infierno esclavizador. Y una vez que Satanás había logrado que Israel se olvide del bautismo en agua que nuestro Padre celestial les había entregado, caminando
    con ellos en seco hacia la seguridad y el juramento hecho a Isaac, y esto no fue solamente de liberarlos a ellos del espíritu de error y de la carne pecadora, pero igualmente llenarlos de su vida eterna, siempre.

    Entonces Satanás podía seguir teniendo a toda la casa de Israel, rechazando a nuestro Padre celestial, y esto es que fallaron de entrar a Canaán con sus esposas e hijos junto con sus ganados, pero igualmente que sus hijos morirían sin los beneficios
    cotidianos del bautismo de agua, invocando la perfecta santidad de su santo nombre fuego para ser abundantemente enriquecidos, perpetuamente. Es decir también que el desierto finalmente fue el cementerio de Israel y de sus hijos, descendiendo al Valle
    de los huesos secos, muertos en sus pecados y juntos con los que jamás se bautizaron, porque Satanás hizo que se rebelaran en contra de Moisés y del Padre, por ende, desconocían el juramento a Isaac que trae bendiciones a toda vida, siempre.

    Por eso, es que las serpientes del desierto salían numerosas de la arena para sobrecoger a los israelitas, mordiéndolos con su veneno mortal, porque se habían rebelado en contra de Moisés y del Padre celestial que vino a ser imposible que todos ellos
    entraran a la tierra prometida, para conquistarla, como fue prometido inicialmente a Abraham y sus hijos por nacer aún. En este día, nuestro Padre celestial le ordenó a Moisés que a martillazos forme una serpiente de bronce, clavándola a la vara de
    Aarón para los israelitas heridos, porque eran mordidos hacia una muerte agonizante: por ende, nuestro Padre celestial en su misericordia hizo que Moisés la levante sobre el campamento israelí para sanarlos instantáneamente, porque al mirarla, eran
    todos sanados milagrosamente.

    Ciertamente, los Israelitas estaban expuestos a los ataques indiscriminados de las serpientes que morían en sus pecados y sus carnes pecadoras, descendiendo al Valle de los huesos secos a esperar el juicio venidero, porque sus rebeliones eran grandes en
    contra de Moisés y del Padre celestial, por ende, pecaron en contra de Canaán y la posibilidad de entrar en ella, no existía. A no ser que nuestro Padre celestial se mueva a favor de ellos, haciendo todo lo posible para sacarlos nuevamente del
    cautiverio, y esta vez del Valle de los huesos secos, pero primeramente todos ellos tenían que ver el despliegue de su gloria, que necesitaban conocer y aprender de toda ella, al revelarse con milagros de cada día por todo Canaán.

    Y esto fue algo, que ellos nos solamente tenían que mirar a la serpiente de bronce clavada por Moisés a la vara de Aarón, para poder escapar de las serpientes atacantes que los llevaban al Valle de los huesos secos, muertos en sus pecados y rebeliones
    en contra de Moisés y del Padre celestial, pero postreramente manifestarles toda su gran gloria, siempre. Ya que, nuestro Padre celestial los necesitaba descendiendo al Valle de los huesos secos, para que vean no solamente a su Hijo Jesucristo nacer del
    vientre virgen de la hija de David, por el poder del Espíritu Santo que le dio vida inicialmente a él nacer como Isaac, pero igualmente ver su santo nombre fuego entrar en Israel, para salvación eterna de todos.

    Nuestro Padre celestial necesitaba a los israelitas rebeldes ver cómo su Hijo Jesucristo no solamente nace del vientre virgen, por el poder del Espíritu Santo, pero igualmente ver cómo su santo nombre fuego entra a Israel como testigo para ver su vida
    eterna ser vivida por su único Hijo, destruyendo así a Satanás y sus males con el ángel de la muerte. Por supuesto, que nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña escapado del cautiverio egipcio, invocando su santo nombre
    fuego inicialmente, entregado a Moisés sobre su altar del amor prehistórico, descendido del cielo con Isaac y con su Espíritu Santo, para que desde el Valle de muerte vean todos cómo su vida eterna es vivida por su Hijo Jesucristo.

    Puesto que, nuestro Padre celestial quería que ellos mismos vean a su Hijo Jesucristo nacer del vientre virgen, por el poder del Espíritu Santo que no solamente le dio vida a su único Hijo como Isaac, pero igualmente a cada uno de ellos al nacer del
    vientre de sus madres, porque todos tenían que aprender a vivir su misma vida eterna, perpetuamente. Ya que, todos son llamados por nuestro Padre celestial a vivir en Canaán su misma vida eterna, pero primeramente ellos tenían que ver y aprender cómo
    su Hijo Jesucristo siempre la vive con su Espíritu Santo ante Él por la eternidad, y siempre complaciéndolo en su verdad y en su justicia divina, por cuanto su corazón santísimo siempre demanda perfección de todos.

    Visto que, Israel había observado a su Hijo amado nacer del vientre virgen de la hija de David, por el Espíritu Santo, además verlo introducir en Israel la perfecta santidad que su santo nombre fuego requiere poseer siempre, para establecerse sobre el
    monte santo de Jerusalén con su Hijo clavado finalmente victorioso sobre el mundo entero, entonces Israel podía vivir su vida eterna. Considerando que, durante la vida de cada hombre, mujer, niño y niña que no solamente escapó de Egipto, pero
    igualmente aquellos que vivieron en Canaán solamente para desobedecer a los profetas, que nuestro Padre celestial les enviaba sin cesar, para que todos le obedezcan al vivir la vida eterna de su Espíritu Santo, por ejemplo, bautizándose en agua, pero
    no lo complacían.

    Sin embargo, ahora el Hijo de nuestro Padre celestial nacido en Israel junto con su santo nombre fuego al entrar en Jerusalén, alumbrando aquella noche tan clara como el nuevo amanecer de una nueva creación, que se empezó a establecer sobre la tierra
    con sus hijos renaciendo del agua y del Espíritu Santo progresivamente, solamente entonces ellos aprendieron a vivir su vida eterna. Por ende, una vez que toda la casa de Israel había presenciado cómo su Hijo Jesucristo tenía que nacer bañado en su
    misma sangre reparadora, salpicada sobre su cuerpo santo, al romper así la virginidad del vientre de su madre, entonces el santo nombre fuego del Padre entró en Israel para ser parte de él, impartiendo así poderes sobre sus hijos mundialmente.

    Visto que, durante la vida de cada hombre, mujer, niño y niña en el desierto y en Canaán también, entonces todos ellos fueron rebeldes continuamente al llamado del Padre, enviándoles sus profetas sin cesar, que finalmente le desobedecían, matá
    ndolos, cuando les decían cómo ellos deberían vivir su vida eterna en Israel, pero con su Hijo Jesucristo ya no volvieron a rebelarse más. Por ello, fue importante para nuestro Padre celestial de tener a todo Israel yaciendo en el Valle de los huesos
    secos, para que todos ellos observen cuidadosamente el nacer, vivir, las victorias en contra de Satanás y de sus secuaces, crucifixión, agonías del pecado, enfermedades, heridas, sufrimientos y finalmente la muerte, resucitando victorioso en el Tercer
    Día con salvación para todos, mundialmente.

    Dado que, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña yaciendo ya en el Valle de los huesos secos para ver cómo su Hijo Jesucristo no solamente nace sin pecado, por su sangre reparadora que realmente es el juramento a Isaac,
    pero igualmente de cómo su Hijo amado derrotó a Satanás con sólo vivir su vida eterna en Canaán. Además, Israel tenía que saber que con sólo nacer de nuevo del bautismo de agua cuando su santo nombre fuego es invocado junto con su Hijo Jesucristo
    y con el Espíritu Santo, entonces el espíritu de error junto con la carne pecadora son removidos instantáneamente del alma, por el juramento a Isaac que está establecido perpetuamente en el Lugar Santísimo del altar.

    Considerando que, ésta es la única manera posible de remover en agua el fruto prohibido del espíritu de error junto con la carne pecadora de cada hombre, mujer, niño y niña para recibir así el Espíritu Santo y la carne sagrada del Lugar Santísimo,
    para ser recibidos instantáneamente por el Padre celestial como sus hijos legítimos listos para amarle, servirle y glorificarle, siempre. Esto significa que lo que los israelitas fallaron en entender de los profetas enviados por el Padre celestial,
    matándolos siempre, entonces todos ellos finalmente aprendieron del mismo Dios al nacer como su Hijo Cordero e Inmolado, viviendo ya la vida eterna que los bendice con el Espíritu Santo de los Diez Mandamientos ya cumplidos y glorificados en todo
    Israel, para la eternidad.

    En otras palabras, cada israelita que escapó del cautiverio egipcio junto con sus hijos que conquistaron y vivieron en Canaán han observado y aprendido de cómo la vida eterna del Padre, entregadas a ellos por el bautismo de agua y el bautismo del Espí
    ritu Santo, pueden todos finalmente vivirla cuando regresen a Israel para complacerlo a Él en todo religiosamente, para siempre. Puesto que, cuando los israelitas finalmente entren en Canaán, porque la mayoría de ellos jamás ha estado allí, y otros
    ya han vivido allí, entonces pronto todos ellos regresaran junto con el Señor Jesucristo integrado a ellos con clavos en sus cuerpos, cabezas, manos y pies para vivir la vida eterna que observaron al Hijo Cordero vivirla por ellos en sus tierras.

    Todos ellos entraran en Canaán para remover todo ídolo detestable (como los del Vaticano) que recibieron cuando pueblos los invadieron, o entraron a vivir con ellos con el pretexto de que eran israelitas cuando no fue así jamás: porque Satanás
    necesitaba esclavizar a todo Israel nuevamente, corrompiéndolos con sus males del espíritu de error y de la carne pecadora, para mal eterno. Ciertamente, toda la casa de Israel pronto descenderá a Canaán, pero como los santos del Padre celestial,
    porque Él mismo les dijo en los salmos de que son dioses, pero como todos los hombres morirán porque fallaban en vivir su vida eterna, que su Hijo tuvo que nacer en Canaán expresamente para vivirla victoriosamente sobre todo lo alto, por amor a ellos.


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