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Elio I. Valarezo@21:1/5 to
All on Fri Apr 30 22:02:10 2021
Sábado, 01 de Mayo, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)
(Deseamos expresar nuestro amor y condolencias a las familias hebreas que han perdido a sus amados en una estampida que súbitamente sucedió mientras celebraban su fiesta religiosa en Israel. Ellos están con EL SEÑOR en la gloria celestial, por lo
tanto, se gozan de una vida santÃsima que su Hijo amado se la entregó inicialmente a Abraham y a Sarah, cuando ambos no podÃan tener hijos, sin embargo, Él les concedió vida y abundantes riquezas con ella, haciéndolos felices mientras caminaban
hacia la tierra celestial, dándole gloria y honra a su santo nombre siempre. ¡Amén!)
La Presencia Santa del PADRE (carne de Isaac) es lo que enriquece a Israel, las naciones y a ti con tus amados siempre:
Como resultado de su amor siempre creciente: Nuestro Padre celestial necesitaba llamar a Abraham a vivir en Canaán, escogido para ser su dulce hogar con sus hijos que serian renacidos del bautismo en agua para vivir allà para siempre, conociéndolo a É
l y a su santo nombre fuegos en su presencia santÃsima, por medio de su Hijo Jesucristo y por su EspÃritu Santo. A tiempo, nuestro Padre celestial le dijo a Abraham que abandonase la tierra de Harán, en donde él habÃa vivido con sus padres y
amistades para vivir en la tierra que Él mismo le mostrarÃa, porque él necesitaba empezar a vivir en su presencia santÃsima, ya que Él tenia grandes planes para su vida junto con la de sus hijos prometidos, viniendo hacia a él de generaciones
futuras.
De seguro, nuestro Padre celestial le aseguraba a Abraham, que él seria padre de una gran nación que bendecirá a las familias de las naciones por el mundo entero por generaciones venideras, por ende, Él lo harÃa a él muy reconocido con grandes
riquezas, haciendo asà de él una gran bendición para muchos, logrando que todos ellos también conozcan riquezas, como nunca antes. En verdad, nuestro Padre celestial le prometió a Abraham, que Él bendecirá aquellos que lo bendigan a él y que Él
maldecirÃa aquellos que lo maldigan a él, porque él habÃa sido llamado a vivir en su presencia santÃsima en sus dÃas en la tierra y para siempre en la vida eterna: por cierto, él jamás debÃa conocer maldiciones sino únicamente bendiciones.
Firmemente, nuestro Padre celestial habÃa llamado a Abraham a vivir en una tierra, en donde su presencia santÃsima prevalece por siempre, y este es Canaán, porque el pecado siempre falla en existir en él, y es sumamente imposible que se manifieste
allà en ninguna forma o manera, porque es su dulce hogar para sus hijos y para su reino angelical igualmente para la eternidad entera. Además, este es Canaán, que nuestro Padre celestial habÃa escogido para destruir el pecado al tener a su siervo
Abraham viviendo allà junto con su esposa Sarah y con su vientre estéril, por ende, imposible dar a luz a un hijo, seguidamente Él mismo promete darles un hijo bendito, dándole asà vida a su nuevo reino de amor, en donde el pecado no existirá jamá
s.
Ya que, nuestro Padre celestial habÃa planeado tener a su Hijo Jesucristo naciendo del vientre estéril de Sarah como Isaac, por poderes del EspÃritu Santo, porque Él estaba decidido a bendecir con su presencia santÃsima no solamente a Abraham, pero
igualmente a cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las naciones, destruyendo asà finalmente a Satanás con su presencia santÃsima instantáneamente. Realmente, Abraham empezó a vivir en Canaán con Sarah y su nieto Lot, acompañándolo
a él junto con sus hijos (comprados por dinero de extraños), enseñándoles siempre a vivir una vida santa, y asÃ, ellos gocen diariamente promesas maravillosas de nuestro Padre celestial, manifestándose únicamente en Canaán para aquellos
dispuestos a amarlo, a obedecerlo y a servirle a Él ciegamente por sus palabras vivas.
Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo naciendo en Canaán del vientre estéril de Sarah, por el EspÃritu Santo, dándole vida no solamente a Jacobo, pero igualmente a la carne sagrada, los huesos inquebrantables y la
sangre expiatoria con vida y con poderes asombrosos para los doce patriarcas israelÃs junto con los hijos viviendo en perfecta santidad para Él en cada generación. Verdaderamente, nuestro Padre celestial estaba dispuesto a llenar la tierra entera con
su divina presencia, únicamente posible en Canaán, distribuida a cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones, logrando asà que todos ellos vivan su vida eterna finalmente en abundancia que ama, sirve y alaba su santo nombre
fuego sobre su cruz del monte santo de Jerusalén.
Sin embargo, para lograrlo todo, entonces, nuestro Padre celestial debÃa destruir el pecado primero en cada hombre, mujer, niño y niña de familias antiguas y modernas de las naciones, destruyendo asà Él a Satanás junto con los ángeles caÃdos, la
muerte, el infierno tormentoso y cada mentira, maldición, enfermedad, problema y conflicto, fortaleciendo asà su santo nombre fuegos finalmente en toda la tierra. Entendiendo que, nuestro Padre celestial necesitaba llevar su presencia santÃsima al
corazón de la tierra, como el Valle de los huesos secos, porque Él necesitaba destruir tinieblas constituyendo el reino de tinieblas de Satanás para destruir a Canaán desde el corazón de la tierra, frustrando asà que Él jamás conquiste su dulce
hogar para vivir siempre amado por sus hijos toda una eternidad entera.
Considerando que, para nuestro Padre celestial restaurar cielos y tierra hacia glorias con las cuales Él las habÃa creado a ambas de ellas inicialmente, llenas ya de su amor asombroso, dulzuras y grandes poderes, entonces Él necesitaba tornar el corazÃ
³n de la tierra en su Canaán amado y con sus glorias de riquezas insondables, endulzar siempre toda vida, especialmente humana en la tierra entera. Además, nuestro Padre celestial realmente necesitaba quitar a Satanás, a ángeles caÃdos, la muerte y
al infierno tormentoso, pero primero Él debÃa tener ya a su Hijo Jesucristo naciendo del vientre estéril de Sarah como Isaac, por su EspÃritu Santo, con la carne sagrada, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria, quitando asà el pecado del
corazón de la tierra finalmente en un dÃa.
Por consiguiente, nuestro Padre celestial necesitaba a Isaac viviendo junto a Abraham y con su vida eterna, que necesitaba ser vivida en Canaán junto con los demás viviendo con él en aquellos dÃas, dado que, Él mismo necesitaba vivirla enteramente y
junto con abundante riqueza, derrotando asà a todo enemigo acercándose hacia a Abraham y su familia en toda la tierra, empezando en Canaán. LegÃtimamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su primogénito Jacobo viviendo en Canaán junto con los
doce patriarcas israelÃes, conociendo únicamente riquezas de Abraham, porque Él necesitaba a su nación dorada establecida como la carne sagrada, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria de vida y de riquezas interminables en tierra santa, en
donde no hay pecado jamás, bendiciendo la tierra entera con paz últimamente.
Asimismo, nuestro Padre celestial necesitaba llevar estas grandes riquezas, que Él no solamente las habÃa otorgado a sus hijos viviendo en Canaán, empezando con Jacobo y los doce patriarcas israelÃs: pero igualmente, Él necesitaba estas riquezas
cananeas al corazón de la tierra, conquistando asà finalmente el Valle de los huesos secos al destruir el pecado con su presencia santÃsima para siempre. Legalmente, nuestro Padre celestial habÃa bendecido a Canaán con su presencia santÃsima al su
Hijo Jesucristo nacer de Sarah, por el EspÃritu Santo, bendiciendo no solamente la carne sagrada de Isaac (su misma presencia) para bendecir a Abraham y a sus hijos prometidos, empezando con Jacobo e hijos de generaciones venideras, pero igualmente
bendijo grandiosamente a familias de las naciones por toda la tierra.
Ahora, nuestro Padre celestial necesitaba sus bendiciones, descansando en cada hombre, mujer, niño y niña nacida de las familias de las naciones de pasadas y futuras generaciones, bendiciéndolas asà personalmente con riquezas cotidianas de Canaán,
entonces, Él debÃa haber destruido el pecado primero ya para abrir camino libre hacia ellos, finalmente tocándolos con su amor asombroso de su corazón y de su presencia santÃsima. FÃsicamente, nuestro Padre celestial debÃa haber ya amado,
bendecido y enriquecido a todos ellos con poderes asombrosos de Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, descendiendo de la gloria angelical y solamente conocidas por sus hijos de Israel y de las naciones, inicialmente nacidas legÃtimamente de su
imagen y de su alma santÃsima para amarlo a Él y a su santo nombre fuegos siempre.
Sin embargo, nuestro Padre celestial necesitaba a sus hijos conociendo ya, que ellos ya habÃan sido amados, bendecidos y enriquecidos para vivir su vida gloriosa que ha destruido a Satanás y ángeles caÃdos en la rebelión angelical en contra de su
santo nombre, entonces, Él hará lo mismo en la tierra con cada hijo suyo (tú), renacido del bautismo en agua y del EspÃritu Santo. Visto que, nuestro Padre celestial solamente puede bendecir a cada uno de Israel y de las naciones con su semilla santa,
que es su carne sagrada, que Satanás, ángeles caÃdos, la muerte y el infierno tormentoso siempre han fallado en entenderlo hasta hoy, para que tú seas enriquecido con su presencia santÃsima, poderes y riquezas cananeas, caminando tú con Él hacia
la gloria angelical finalmente.
Verdaderamente, glorias asombrosas, riquezas y poderes que nuestro Padre celestial ha establecido en Canaán de la gloria angelical para ser recibidas por sus hijos de Israel y de las naciones solamente, y jamás Satanás y sus secuaces, pero recibirlas
todas ellas en su semilla santa, que es Isaac, su carne sagrada sin pecados en ti, gozándolas todas ellas eternamente, empezando en Canaán como siempre. Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial junto con su Hijo Jesucristo y su EspÃritu
Santo nacer del vientre estéril de Sarah como Isaac y con la carne sagrada y la sangre expiatoria, desde donde Él ama a sus hijos, asà como Él siempre los amó en la gloria angelical de la eternidad, hasta que pecado se encontró en Adán y en Eva.
Realmente, al nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac en Canaán del vientre estéril de Sarah, por el EspÃritu Santo, entonces, Él logró tener no solamente a Jacobo y los doce patriarcas junto con los hijos prometidos
en la tierra para vivir su vida gloriosa con ellos enteramente, pero igualmente, vivirla contigo junto con tus amados hasta que su reino venga. Confidencialmente, nuestro Padre celestial ha hecho todo lo posible (y hasta lo imposible) sólo para tenerte
a ti muy amado, enriquecido y feliz, asà como Él lo es eternamente con su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus huestes angelicales para siempre, y asÃ, tú seas enriquecido en estos dÃas con su carne sin pecados exclusivamente y junto con tus
muy amados, como siempre.
Históricamente, nuestro Padre celestial tuvo a sus hijos junto con su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo en su dulce hogar, Canaán, dándote vida a ti de su imagen y de su alma santÃsima, entonces, regresa ya a su dulce hogar, bendecido con amor,
sanidad, prosperidad y riquezas inagotables, en donde la vida es gloriosa para ti y tus amados juntos todos con Él siempre. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba vivir con Abraham por su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo en su carne sin
pecados nacida entre ellos en Canana, viviendo asà con cada hombre, mujer, niño y niña de naciones antiguas y modernas, bendiciéndote a ti con tus amados, vecinos y amistades con su amor asombroso, santa presencia y riquezas interminables nunca antes
vistas en la tierra entera.
Legalmente, ya que nuestro Padre celestial ha vivido su vida eterna enteramente no solamente con Abraham y sus hijos de generaciones venideras, por ende, ciertamente Él pudo vivirla contigo, tus amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo entero
con riquezas grandiosas que te pertenecen a ti perpetuamente ya: por ello, obligadamente Él ha traÃdo su presencia santÃsima y abundantes riquezas hacia ti hoy. Absolutamente, nuestro Padre celestial ya te ha enriquecido a ti junto con tus amados en
Canaán, cuando Él vivÃa su vida gloriosa como Isaac con Abraham y su familia junto con vecinos y amistades de aquellos dÃas, por ende, Él debÃa destruir el pecado, a Satanás, ángeles caÃdos, la muerte y el infierno por amor a ti: entregándote
finalmente Él mismo riquezas cotidianas prontamente siempre.
Entendiendo que, nuestro Padre celestial realmente necesita enriquecerte abundantemente a ti junto con tus amados en tu hogar, como en tu tierra natal, porque al enriquecerte a ti con riquezas cotidianas de Canaán, entonces, Él está no solamente
enriqueciendo la tierra entera, pero igualmente su santo nombre que necesita conquistar nuevas glorias, poderes y riquezas nunca antes tocadas por el pecado en la eternidad. Realmente, nuestro Padre celestial necesita enriquecer su santo nombre clavado a
su cruz del monte Sion, enriqueciéndote a ti con riquezas cananeas, recibiéndolas tú mismo sin fallar jamás en tu vida ya bautizada en agua, instantáneamente vistiéndote a ti con su carne sagrada, como Isaac y su EspÃritu Santo en ti, cumpliendo
su perfecta voluntad contigo diariamente en la tierra, asà como en el cielo.
Adicionalmente, nuestro Padre celestial necesita que tú goces su amor infalible de su corazón asombroso con tus amados, vecinos y amistades en tu paÃs natal, pero gozando de su amor y de su presencia santÃsima con sus riquezas maravillosas, que Él
siempre ha gozado con su Hijo Jesucristo y su EspÃritu junto con huestes angelicales fieles a su santo nombre toda una eternidad entera. En otras palabras, riquezas asombrosas que nuestro Padre celestial siempre ha gozado con su Hijo Jesucristo y con su
EspÃritu Santo junto con sus ángeles, Él necesita gozarlas contigo y con tus amados en tu tierra natal, pero sin pecado alguno en la tierra, y asÃ, sus planes para contigo serán posibles, creyendo tú en Él, pero sólo en su carne sin pecados
siempre.
Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial vivir su vida asombrosa con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo al nacer como Isaac del vientre estéril de Sarah, para Él no solamente vivir su vida enriquecida con Abraham en Canaán,
pero igualmente contigo y con tus amados antes que tú nacieses en tu tierra natal, bendiciéndote a ti poderosamente en nuestros dÃas. Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba vivir su vida eterna con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo,
descendiendo del cielo para vivir con Abraham y con sus hijos en cada generación, porque con Él, como con los hijos prometidos a Abraham y del vientre estéril de Sarah, entonces, Él también vivirá su vida gloriosa contigo, enriqueciéndote a ti en
tu tierra natal siempre.
De otro modo, tú jamás conocerás amor, poderes, sanidad, prosperidad, riqueza y alegrÃas insondables de una perfecta salvación caminando hacia la gloria angelical contigo, con tus amados, vecinos y amistades, por cuanto Él ha quitado el pecado ya
de la humanidad entera con la cortina del Lugar SantÃsimo rota de arriba hacia abajo, enriqueciéndote asà a ti para enriquecer su santo nombre en la tierra. Verdaderamente, ya bautizado, invocando la perfecta santidad de su nombre, como Dios de
Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, entonces, tú vivirás su vida asombrosa siempre enriquecida desde la gloria angelical, pero igualmente de Canaán con la carne sagrada de Isaac, para que tú renazcas del bautismo en agua, viviendo finalmente
riquezas cananeas diariamente, aunque tú aun vivas en tu tierra natal todavÃa.
Considerando que, tú deberás reconocer que nuestro Padre celestial te ha otorgado a ti una salvación poderosa, pero igualmente con ella riquezas, enriqueciendo su vida asombrosa en la gloria celestial con sus huestes angelicales, además, Él te ha
confiado toda riqueza enteramente únicamente en su semilla santa, que es la carne de Isaac y su EspÃritu victorioso sobre Satanás y el pecado, en Canaán. Asà es como, nuestro Padre celestial podrá glorificar su santo nombre fuegos contigo, tus
amados, vecinos y amistades en tu tierra natal, viviendo una vida que siempre se enriquece grandemente de la gloria celestial con sus ángeles y en Canaán con la carne sin pecados de Isaac, y asÃ, tú tengas una vida poderosa en la tierra siempre y
hasta ver su reino venir.
En otras palabras, nuestro Padre celestial necesita vivir su misma vida junto con riquezas cotidianas de Canaán contigo, tus amados, vecinos y amistades en tu tierra natal, enriqueciendo su nombre, asà como Él siempre la ha vivido en la gloria
angelical con su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus huestes angelicales, logrando finalmente su voluntad perfecta contigo hasta ver venir su reino colosal. Francamente, nuestro Padre celestial necesita vivir su vida eterna siempre haciendo su
voluntad perfecta contigo y con los demás en la tierra, asà como Él siempre lo ha logrado en la gloria angelical junto con su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y huestes angelicales, porque su vida eterna vivida en tus dÃas enteramente traerá a su
reino de asombrosas riquezas a la humanidad entera postreramente.
Sin duda, nuestro Padre celestial necesita glorificar su santo nombre fuegos contigo, tus amados, vecinos y amistades, porque al tú glorificarlo, bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces su nueva tierra se manifestará,
como su nuevo reino, en donde el pecado ya no existe infinitamente, logrando que su amor infalible florezca una eternidad entera contigo en su presencia divina. Ciertamente, esto complace a nuestro Padre celestial, a su Hijo Jesucristo, a su EspÃritu
Santo y sus huestes angelicales junto con familias de las naciones antiguas redimidas en generaciones pasadas, renaciendo del agua y del EspÃritu Santo, además, finalmente tú encontraras vida que ciegamente te ama cada dÃa con riquezas toda una vida,
empezando en tu hogar con su divina presencia en ti siempre.
Verdaderamente, no hay otra vida que nuestro Padre celestial te ha entregado ya a ti con tus amados, vecinos y amistades de las familias de las naciones, para tú vivir su perfecta voluntad en tu tierra natal y con grandes riquezas de Canaán, asà como
es vivida por Él mismo en la gloria celestial con sus familias divinas y sus huestes angelicales. Presentemente, si tú empobreces, sufriendo ataques de Satanás, ángeles caÃdos y la muerte junto con otras hostilidades, entonces, esto significa que tú
no entiendes, que tú estás en la tierra para amar, conocer y gozar de riquezas insondables de nuestro Padre celestial, encontradas únicamente en Canaán, bautizándote en agua, porque Él te ve ya creciendo en su presencia santÃsima siempre,
enriquecido por su nombre.
Seriamente, esta vida gloriosa, que nuestro Padre celestial te ha entregado a ti ya, es posible en la tierra actual, porque viviendo Él mismo con Abraham y con sus hijos prometidos en riquezas cotidianas de Canaán, entonces, Él ha quitado el pecado
del mundo, para que su perfecta voluntad sea posible contigo en tu hogar instantáneamente, asà como en el cielo lo es siempre. Visto que, esta es una vida gloriosa, entregada por nuestro Padre celestial ya a ti, tus amados, vecinos y amistades, y llena
de su amor infalible, fluyendo de su corazón santÃsimo con su presencia santÃsima y con riquezas cotidianas de la gloria angelical y de Canaán: solamente para conocer amor, prosperidad, poderes y dulzuras, haciendo feliz su corazón santÃsimo hasta
que su reino venga finalmente.
Ciertamente, nuestro Padre celestial ha logrado todo lo posible, que era necesario con su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo para bendecirte a ti junto con tus amados, empezando con Abraham, en Canaán, declarándolo padre de Israel y de las familias
de las naciones por su carne sagrada, poseyendo amor, riquezas, poderes y alegrÃas, necesarias para ti hoy para amarlo a Él siempre. De otro modo, tú siempre fallaras en conocer a nuestro Padre celestial y sus obras maravillosas ya logradas por ti en
Canaán para enriquecerte cada dÃa en la carne sagrada de Isaac, que realmente es su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, fallando también en conocer su vida, amándote ciegamente toda una eternidad entera, y sigue esperando por ti en tu bautismo en
agua hoy.
Honestamente, tú debes renacer de su bautismo en agua y del bautismo de su EspÃritu Santo para recibir vida abundante y llena de increÃbles riquezas de la gloria angelical y de Canaán también, enriqueciéndote a ti con conocimiento del SEÑOR,
sabidurÃa, inteligencia, sanidad, poderes, leche y miel, endulzando tus dÃas cada vez más, como cada nuevo dÃa maravilloso, enriqueciéndote grandemente del cielo arriba, como siempre. Esta es la vida, que nuestro Padre celestial te ha entregado a ti,
amándolo a Él junto con su santo nombre fuegos, clavado ya sobre la cruz del monte Sion, en Canaán, pero igualmente, tú aprenderás a amar a tus amados, como jamás conociste amarlos a ellos con su roca de salvación y llena de su amor maravilloso
nunca antes tocado por el pecado.
Por ley, nuestro Padre celestial necesita ser amado por ti con su santo nombre fuegos sobre la cruz del monte Sion, en Canaán, pero igualmente, Él te necesita amando a tus amados, vecinos y amistades, entregados a ti por Él, observando si tú lo amas
a Él, pues amándolos a ellos, entonces, Él conocerá que tú realmente lo amaras siempre, sin haberlo visto jamás. Realmente, este es verdadero amor de nuestro Padre celestial diariamente en su carne sin pecados de Isaac, como su Hijo Jesucristo y su
EspÃritu Santo en ti, amándolo tú mismo a Él verdaderamente en Canaán solamente, en donde el pecado no existió jamás en la eternidad, viviendo asà su vida gloriosa que enriquece la tierra entera contigo, para su reino venidero del amor eterno.
Misericordiosamente, nuestro Padre celestial sabe perfectamente, que: si tú corazón es feliz en su carne sagrada, como su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo en ti, entonces, tú serás muy feliz en la tierra siempre, porque cada bendición ya
entregada a ti descenderá a tu vida enteramente, conociendo asà únicamente amor, prosperidad y riquezas sin fin en tu tierra natal, empezando ahora mismo. Realmente, la presencia santÃsima de nuestro Padre celestial siempre existirá en tu corazón y
en tu diario vivir, amando lo que tú amas, conociendo siempre riquezas, porque su presencia en tu corazón y en tu ser viviente, es lo que te hace prosperar: conociendo fortunas, poderes y alegrÃas interminables con tus amados en toda la tierra,
incluyendo la gloria angelical, ascendiendo hacia a ella últimamente.
Por eso, es que fue muy importante para nuestro Padre celestial tener a todo Israel antiguo bautizado en agua, después que ellos recogieron cada pecado de antiguas y modernas familias de las naciones por cuatrocientos años, llevándolos ellos mismos al
bautismo del Mar Rojo, invocando la perfecta santidad de su nombre, destruyéndolos con su presencia santÃsima instantáneamente para siempre. Inmediatamente, con Israel bautizado enteramente en agua, entonces, ellos vinieron a ser ciudadanos legÃtimos
de Canaán, gozando asà sus riquezas cotidianas por todo el desierto del SinaÃ, en donde la muerte prevalece en él, haciendo toda vida imposible de hombre y de animal igualmente, enriqueciendo finalmente a todo muerto con vida nuevamente para amar,
servir y honrar su santo nombre al fin, en Canaán.
Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba toda familia no solamente de Israel, pero igualmente de las naciones, renaciendo del corazón de la tierra, volviendo a vivir en su carne sin pecados y en su EspÃritu Santo, como su divina presencia
victoriosa sobre Satanás, muertes y pecados en el infierno tormentoso, viviendo nuevamente bendecidos en su nueva tierra, llena de riquezas asombrosas de su corazón santÃsimo. Entendiendo que, si nuestro Padre celestial hubiese fallado en quitar el
pecado de antiguas y modernas familias de las naciones, entonces, para Él enriquecer la tierra entera, empezando en Canaán, hubiese sido imposible, dado que, Él necesita enriquecerla grandemente, exaltando asà su santo nombre fuegos con perfecta
santidad enriquecida, que solamente emana de Él hacia ti, por su carne sin pecados toda una eternidad entera.
Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial recoger pecados de cada hombre, mujer, niño y niña de generaciones pasadas y futuras con su semilla santa, como carne sagrada de Isaac, su cruz, llevando todo pecado en todos ellos al bautismo
del Mar Rojo, ofreciéndoles finalmente una vida nueva, pero solamente al resucitar en su nueva tierra, Canaán, en donde no existió pecado jamás. Realmente, después que nuestro Padre celestial tuvo a Israel antiguo bautizado en agua, entonces, Él
vio no solamente cada pecado destruido de antiguos y modernos mundos, pero igualmente, vio almas de familias de las naciones yaciendo en el infierno tormentoso, viviendo nuevamente, pero en su nueva tierra, en Canaán, como su semilla santa, llevando su
santo nombre en perfecta santidad, eternamente victorioso sobre sus pecados.
Por eso, nuestro Padre celestial puede verdaderamente enriquecer la tierra entera junto contigo, bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, para que Él haga que su naturaleza divina junto con su derramar del EspÃritu Santo sobre
toda carne finalmente honre su santo nombre fuegos sobre la cruz del monte santo de Jerusalén, logrando inmediatamente que su reino angelical descienda a Canaán. Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial vivir con cada hombre, mujer, niÃ
±o y niña de Israel antiguo por el desierto del SinaÃ, vidas que familias antiguas vivieron junto con las modernas por vivir las suyas en toda la tierra igualmente, y asÃ, Él expiar, juzgar y cubrirlos a todos con su semilla santa, salpicada con su
sangre expiatoria para vivir nuevamente eternamente.
Entendiendo que, nuestro Padre celestial está peleando desde el inicio llenar la tierra entera con su perfecta santidad, que es su naturaleza divina, enriqueciendo Él mismo a cada hijo suyo de Israel y de las familias de las naciones, constituyendo asÃ
un reino de su amor eterno por fin para siempre en su nueva tierra, para jamás conocer el pecado nuevamente. Legalmente, con su Hijo Jesucristo clavado a la cruz del Israel antiguo con las naciones antiguas y modernas, entonces, sanando Él a su Hijo,
sanó a toda alma humana mundialmente en su Lugar SantÃsimo, rompiendo la cortina de arriba hacia abajo, su naturaleza divina se distribuyó en la tierra entera, para su reino venidero, declarando a hebreos y gentiles perfectamente santos para una
eternidad angelical.
Esta es la vida, que tú necesitas vivirla con tus amados, vecinos y amistades, como musulmanes, budistas, hindús, cristianos, hebreos y otros igualmente en perfecta santidad, por cuanto Él ya ha removido el pecado del mundo entero para su reino
venidero finalmente, cuando su Hijo Jesucristo derramaba su sangre expiatoria para que su presencia divina llene la tierra entera, enriqueciéndola finalmente por ti, para siempre. Es verdad, nuestro Padre celestial ha llenado la tierra entera con su
naturaleza divina, cuando la cortina rota de arriba abajo del Lugar SantÃsimo, liberó su presencia divina con su Hijo Jesucristo clavado a su cruz del monte Sion, enriqueciéndote a ti y la humanidad entera poderosamente, pero tú necesitas renacer del
bautismo en agua para vivir su vida sin pecados siempre, desde hoy.
Verdaderamente, nuestro Padre celestial necesitaba tener su vida eterna en cada hijo suyo de Israel y de las familias de las naciones en la carne sin pecados de Isaac ya victoriosa sobre todo pecado, al derramar su sangre expiatoria sobre ellos en un dÃ
a sobre la cruz del monte Sion: para conocer amor, vida, prosperidad y alegrÃas inagotables una eternidad entera, iniciándolo todo en Canaán. LegÃtimamente, fue su naturaleza divina desplegada, cuando el Lugar SantÃsimo se abrió lleno toda vida
humana con su presencia divina, enriqueciéndote no solamente a ti, pero igualmente a cada hijo suyo, además de sus amados, enriqueciéndolos a todos junto con las cosas, para que su reino del amor eterno se manifieste en la tierra finalmente, en donde
Satanás, pecados y pobreza no existirán nuevamente jamás.
Innegablemente, la presencia santÃsima de nuestro Padre celestial necesitaba descender debajo de Canaán con Israel antiguo victorioso sobre todo pecado de hombres, mujeres, niños y niñas (antiguos y modernos), empezando con Adán y Eva, llenando asÃ
el corazón de la tierra con su presencia santÃsima, entonces, Él destruir el pecado postreramente, dándole vida a su nuevo reino de amor eterno, para sólo gozarlo tú siempre. Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba tener no solamente a todo
Israel lleno de su presencia divina, viendo asà vida nuevamente, cuando su Hijo Jesucristo fue clavado a la cruz del monte Sion, en Canaán, pero igualmente, Él necesitaba celebrar su reposo Sabatino en el corazón de la tierra, haciendo de Israel
enteramente santÃsimo junto con la tierra entera, glorificando su santo nombre para siempre.
Legalmente, nuestro Padre celestial necesitaba destruir a Satanás y su pecado, engañando siempre a ángeles caÃdos, Adán y Eva junto con sus hijos de generaciones venideras, además, Él necesitaba celebrar su cada reposo Sabatino desde el corazón
de la tierra, para que su nombre sea amado, exaltado y glorificado en las naciones con su presencia divina en ti enteramente junto con riquezas interminables siempre. Definitivamente, nuestro Padre celestial necesita enriquecer a cada hombre, mujer, niñ
o y niña de las familias de las naciones, aunque todos ellos ya yacen en el infierno sin conocer su santo nombre y sin su bautismo en agua, que pudieron haber borrado sus pecados, pero igualmente, darles vida eterna que los ama: sirviendo y honrando su
santo nombre fuegos en la tierra, empezando en Canaán.
Realmente, nuestro Padre celestial necesita glorificar su santo nombre sobre la cruz del monte santo de Jerusalén con cada hombre, mujer, niño y niña, empezando con su Hijo Jesucristo nacido como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su EspÃritu
Santo, pero igualmente de la hija virgen de David, enriqueciendo asà grandemente la tierra entera, como su dulce hogar para toda una eternidad angelical. Definitivamente, nuestro Padre celestial bendecirá a cada uno de Israel y las naciones hoy, si
ellos están dispuestos únicamente a amar: sirviendo y glorificando su santo nombre fuegos, que una vez fue atacado por Lucifer y sus ángeles caÃdos en la rebelión angelical del cielo arriba, y asÃ, Él enriquecerlos a todos ellos, al enriquecer su
nombre con la tierra entera, en perfecta santidad perpetua.
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