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    From Elio I. Valarezo@21:1/5 to All on Fri Mar 19 20:34:41 2021
    Sábado, 20 de Marzo, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica


    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


    El PADRE clavado con ISRAEL en CANAÁ N: ISRAEL antiguo con ángeles salta desde el cielo hacia la tierra al instante:


    Espléndidamente, nuestro Padre celestial creó cielos y tierra, porque Él necesitaba ser amado no solamente por su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo junto con sus huestes angelicales, pero igualmente de sus hijos naciendo de su imagen y de su alma
    santísima, pero ellos tenían que nacer de su semilla santa y su sangre expiatoria, llenos de su amor infalible toda una eternidad entera. Seriamente, nuestro Padre celestial necesitaba crear una tierra, amándolo a Él con su corazón santísimo
    implantado en su centro, para Él descender a él con sus hijos nacidos de su carne sin pecados y de su sangre expiatoria, finalmente recibiendo su santo nombre, mordidos por serpientes de bronce sobre su cruz santísima, en Canaán, conquistando así:
    amor, riquezas, paz, alegrías y glorias jamás vistas antes.


    Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba a sus hijos nacidos de su imagen y de su alma santísima, que sean perfectos y santos, así como Él lo es junto con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para amar, honrar y servir su santo nombre fuegos,
    conquistando luego poderosas riquezas de amor, paz, alegrías y glorias asombrosas jamás vistas por huestes angelicales en la eternidad. Aquí es cuando. Nuestro Padre celestial te vio a ti nacer de Él, como su hijo, amándolo a Él junto con su Hijo
    Jesucristo y su Espíritu Santo con su corazón santísimo no solamente plantado en el corazón de la tierra, pero igualmente en tu pecho junto con tus amados, vecinos y amistades, porque Él verdaderamente necesita amor de ti y de tus amados toda una
    eternidad.


    Empero, para nuestro Padre celestial tenerte a ti: amándolo a Él siempre, entonces, tú necesitabas nacer de su imagen santísima junto con tus amados, vecinos y amistades, y lleno de su amor infalible que siente poderosamente por su Hijo Jesucristo y
    por su Espíritu Santo, conociendo así su amor asombroso, amándolo a Él apasionadamente siempre, pero en la tierra contigo, como su nuevo reino venidero. Definitivamente, tú naciste de la imagen y del alma santísima de nuestro Padre celestial para
    conocer su amor infalible, sentida profundamente por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo, como su familia divina llena de su amor infalible, establecida en la gloria angelical, pero ahora, Él la necesita establecida en la tierra contigo, como su
    nuevo reino de su amor eterno por sus hijos.


    Verdaderamente, nuestro Padre celestial necesita a sus hijos naciendo de su carne sin pecados y de su sangre expiatoria llena de vida y de riquezas interminables en la eternidad, integrándose así a su nuevo reino de su amor eterno, en donde su amor por
    su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo y sus hijos florecerá eternamente, conquistando riquezas, poderes y glorias jamás conquistadas por nadie. Además, este es un reino glorioso de amor por su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo, sus ángeles y por
    ti junto con tus amados, vecinos y amistades, que eventualmente conocerán su amor asombroso, únicamente conocido en la eternidad y hasta hoy por su familia divina, para que tú la vivas enteramente, verdaderamente amándole a Él con grandes y
    asombrosas riquezas cotidianas en la tierra.


    Ciertamente, esta es la vida que tú necesitas poseer siempre, porque nuestro Padre celestial te dio vida a ti de su imagen y de su alma santísima, para que tú vivas su misma vida siempre junto con tus amados en la gloria angelical y en la tierra igual,
    dándole a Él, su Hijo Jesucristo el amor que necesita recibir de ti siempre—aun ahora mismo. Realmente, esta es una vida gloriosa, que Satanás y la muerte siempre la bloquearan de ti con tinieblas de familias brujas, para que siempre falles en
    vivirla, porque tú ya has sido amado, bendecido y enriquecido desde la fundación del mundo, y así, tu bendigas la tierra entera con riquezas para su reino venidero de amor eterno al fin.


    Amorosamente, nuestro Padre celestial siempre ha conquistado todo lo creado con su amor infalible, que Él siempre ha sentido por su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo, las huestes angelicales y ahora contigo junto con tus amados, vecinos y amistades,
    porque en su amor infalible, tú eres uno con Él toda una eternidad únicamente conociendo la vida que realmente te ama con poderosas bendiciones cotidianas. Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo inmolado en la
    gloria celestial antes de la fundación del mundo, para que tú nazcas de su imagen y de su alma santísima para únicamente conocer amor, paz, prosperidad, riquezas y alegrías sin fin, entregándole a Él y a su santo nombre fuegos glorias jamás
    tocadas por el pecado para siempre.


    Realmente, tú junto con tus amados, vecinos y amistades, nuestro Padre celestial ha encontrado amor, que Él siempre ha gozado en su corazón santísimo para su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, y que siempre ha estado contigo, pero fallando siempre
    en conocerlo, como debieras, y así, tú lo ames a Él, así como Él necesita ser amado de ti ahora mismo para la eternidad. Ciertamente, nuestro Padre celestial tenia que entregarte a ti junto con tus amados, vecinos y amistades su semilla santa,
    saliendo de Él, por su Espíritu, cuando su Hijo Jesucristo nacía como Isaac del vientre estéril de Sarah, en Canaán, derrotando pecados, a Satanás, diablos, la muerte y el infierno, y así, tú vivas hoy su vida, amándolo a Él grandemente,
    enriqueciéndote a ti siempre.


    Sin embargo, para nuestro Padre celestial tener a la esposa de Abraham, Sarah, dando a luz a su Hijo amado como Isaac, por su Espíritu, entonces, él tenia que comer con Él de su Mesa santa pan y vino, siempre servido en la gloria celestial a sus á
    ngeles por su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, manteniéndolos a ellos así siempre perfectos y santos. Este fue un convenio de vida importante, que nuestro Padre celestial empezaría con su Hijo Jesucristo naciendo con la carne sagrada, los huesos
    inquebrantables y la sangre expiatoria llena de vida eterna y de su amor infalible de su corazón santísimo, que necesitaba conquistar el corazón de la tierra, debajo de Canaán, pero igualmente conquistarte a ti y a tus amados en la tierra entera.


    Además, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo junto con su Espíritu Santo viviendo con Abraham, pero con Sarah también y con sus hijos adoptivos (comprados con dinero de extranjeros), y así, ellos aprendan a vivir en su carne sin
    pecados y sangre expiatoria llena de vida, amándolo a Él siempre y a su santo nombre fuegos toda una eternidad entera. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba que su Hijo Jesucristo nazca como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su Espí
    ritu, finalmente estableciendo en Canaán su semilla santa, como carne sagrada y sangre expiatoria de su amor infalible y con riquezas cotidianas e interminables no solamente amándote a ti junto con tus amados, vecinos y amistades, pero igualmente amá
    ndolo a Él en la gloria angelical siempre.


    Considerando que, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente salvar a cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las naciones ya yaciendo en el infierno, eternamente condenados, por no haber conocido su santo nombre fuegos para renacer del
    bautismo en agua, teniendo así sus pecados perdonados, para ser bendecidos con amor, paz, prosperidad y riquezas interminable, pero necesitaba enriquecer la tierra entera también finalmente. Desdichadamente, Lucifer junto con sus ángeles caídos y la
    muerte estaba llevando no solamente a la humanidad entera hacia la ruina eterna, pero igualmente la tierra entera, porque nuestro Padre celestial la creó con cielos gloriosos, como su dulce hogar, en donde su Hijo Jesucristo nacería con el cuerpo
    glorificado, saliendo de Él, trayendo vida nuevamente a sus hijos, redimiendo la tierra últimamente del pecado.


    Ahora, para nuestro Padre celestial lograr su obra salvadora junto con la carne sagrada y sangre expiatoria de su Hijo Jesucristo y lleno de vida eterna para todos, quitaría todo pecado junto con Lucifer, demonios y la muerte enteramente de la tierra:
    seguidamente, Él quitó el pecado primeramente, estableciendo su corazón santísimo debajo de Canaán, salvando la Creación entera finalmente de la ruina total. Definitivamente, nuestro Padre celestial necesitaba establecer su amor infalible sobre la
    tierra, empezando en su corazón, reemplazándolo con el suyo debajo de Canaán, y lleno de riquezas inagotables, paz, conocimiento del Señor, sabiduría, inteligencia, asombrosas dulzuras de leche y miel junto con sanidad y otros poderes importantes:
    gozándolos sus hijos diariamente hasta convertir la tierra entera en su reino del amor eterno para la eternidad.


    Verdaderamente, Adán y Eva comieron del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del bien y del mal, entrando el pecado en la carne sagrada, que ambos recibieron de Él, viviendo en el paraíso y en la Creación entera en su perfecto amor con Él, su
    Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo y sus ángeles, más ahora Él los ve viviendo nuevamente con Él pronto—redimidos finalmente. Desdichadamente, esto fue algo imposible en la carne pecadora y en el espíritu de error, que Adán junto con sus Hijos
    recibió, empezando con Eva, creyendo en la mentira de Lucifer, por la serpiente del Edén, y para Él tener a sus hijos regresando a Él nuevamente, entonces, su Hijo Jesucristo necesitaba nacer con la carne sin pecados en Canaán, por su Espíritu
    Santo.


    Entendiendo que, Lucifer se había rebelado en contra del santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial, porque él lo necesitaba para establecer su reino de tinieblas que sus huestes angelicales fieles a él le seguían, para cumplir con sus deseos
    malvados, contaminando la Creación entera con su pecado: pero luego Adán nació, contaminándose también para jamás honrar el santo nombre fuegos en la eternidad venidera. Ahora, Lucifer necesitaba contaminar a Adán junto con Eva con su pecado,
    creyendo en su mentira dada a él, por la serpiente, logrando que no solamente ellos pequen, pero igualmente sus hijos en generaciones venideras, y así, nuestro Padre celestial jamás tenga a sus hijos honrando su santo nombre fuegos en sus vidas, así
    como los ángeles lo han honrado en la gloria celestial siempre.


    Porque la perfecta voluntad de nuestro Padre celestial es que su santo nombre fuegos sea amado, servido y exaltado por sus huestes angelicales, pero igualmente ahora por sus hijos nacidos de su imagen, empezando con Adán y Eva, conquistando nuevas
    riquezas, poderes y glorias jamás antes vistas: por ende, Lucifer contaminó a los hijos con pecado, fallando así todos ellos siempre en conocerlo. Positivamente, al tener nuestro Padre celestial a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre
    estéril de Sarah, por su Espíritu, entonces, Él lo hizo así, para Él mismo seguidamente descender con hijos de Abraham a conquistar el corazón de la tierra, tornándola en su corazón santísimo, entregándonos vida, amor y riquezas para las
    naciones, empezando con Israel, en donde sea que ellos vivan hoy.


    Actualmente, para que esto suceda en ti, en los tuyos, vecinos y amistades, entonces tú necesitas bautizarte en agua: abandonando la carne pecadora y el espíritu de error, en donde Satanás opera, por la carne sin pecados y el Espíritu Santo, en donde
    nuestro Padre celestial opera con su perfecta voluntad siempre en la tierra entera, enriqueciendo tu diario vivir hasta que su reino venga. Ahora, nuestro Padre celestial necesitaba ejecutar esta obra salvadora con su Hijo Jesucristo nacido como Isaac
    con la carne sagrada y la sangre expiatoria en Canaán, vistiendo así a sus hijos con su cuerpo glorificado, que es sin pecados siempre, pero igualmente vestir a naciones antiguas y modernas, para que el corazón de la tierra lo ame a Él
    incondicionalmente toda una eternidad entera.


    Visto que, Lucifer había logrado que Eva junto con Adán y sus hijos crean en su mentira, por la serpiente que haría que sus tinieblas prevalezcan en la Creación, empezando en el paraíso, contaminando finalmente el corazón de la tierra igualmente,
    que cada hijo de Adán y Eva nacería en la carne pecadora, odiándolo a Él y a su santo nombre fuegos siempre. Ciertamente, nuestro Padre celestial percibía en la gloria celestial, cuan grandemente la carne pecadora de Adán y Eva, que sus hijos habí
    an heredado, estaba deshonrándolo a Él y a su santo nombre fuegos en la tierra entera, que obligadamente necesitaba enviar a su Hijo Jesucristo con su Espíritu Santo a reemplazarla con su carne sin pecados en todos sus hijos para la eternidad
    celestial.


    Aquí es cuando: Nuestro Padre celestial te vio a ti, como su hijo legítimo, naciendo en la tierra: amándolo, sirviéndolo y alabándolo a Él y a su santo nombre fuegos desde su manto Sion toda una eternidad, en Canaán, empezando hoy en tu hogar y
    con los tuyos, renaciendo, bautizado en agua, invocando su santo nombre fuegos para ver vida nuevamente, por siempre enriquecido. Ahora, nuestro Padre celestial necesitaba ejecutar esta gran obra salvadora con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo,
    empezando en Canaán con Abraham y familia, porque Él te necesitaba reemplazando tu carne de Adán y Eva, odiándolo a Él y a su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, en Canaán, por su carne sagrada: amándolo a Él en cielos y en tierra siempre.


    Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo como Isaac en su cuerpo glorificado y con la sangre expiatoria en Canaán, otorgando vida a su primogénito Jacobo, como Israel enteramente junto con sus hijos de generaciones venideras,
    finalmente tornando el corazón de la tierra como el suyo en su pecho, amándolo sólo a Él en cielos y en tierra por una eternidad entera. Presentemente, esto es lo que tenemos en el corazón de la tierra, el corazón santísimo de nuestro Padre
    celestial lleno de su amor infalible junto con su vida y la grandeza de riquezas, poderes de sanidad, conocimiento del Señor, sabiduría, inteligencia, dulzuras de leche y miel, endulzándote a ti con su mismo corazón santísimo en tu pecho: ú
    nicamente conociendo amarlo a Él en tus días interminables.


    Presentemente, esto es la felicidad más profunda de tu corazón, y es el amar a nuestro Padre celestial con su mismo corazón santísimo en tu pecho, porque sólo Él es el deseo más profundo de tu corazón, finalmente encontrando tu vida, amándote
    realmente cada día, porque: por ti la tierra entera será su reino dorado del amor eterno, riquezas y alegrías interminables por muchas generaciones. Por ello, nuestro Padre celestial creó cielos y tierra, como su dulce hogar contigo, tus amados,
    vecinos y amistades, porque Él necesita ser amado por ti y por sus hijos de Israel y de las familias de las naciones antiguas y modernas, pero bautizados en agua todos: recibiendo su carne sagrada, amándolo a Él y a su santo nombre de eternidad en
    eternidad siempre.


    Y es aquí, en donde tú realmente vivirás tu vida eterna, bendiciéndote a ti cada día por toda la tierra, porque tú habrás renacido del bautismo en agua con la vida, que además de amarte es una vida entregándote milagros cada paso hacia la
    gloria angelical para encontrarte con nuestro Padre celestial cara a cara, porque Él desea verte pronto con Él, eternamente enriquecido. Actualmente, porque tú estarás bautizado en agua, invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios
    de Jacobo, entonces, Él no solamente tendrá el corazón de la tierra amándolo a Él y a su santo nombre fuegos con su amor infalible, pero igualmente a ti, amándolo: porque bautizado entonces tú estarás en su carne sagrada amándolo a Él
    eternamente en la tierra.


    Ciertamente, nuestro Padre celestial creó cielos y tierra, amándolo a Él enteramente, pero igualmente amado por ti, bautizado en agua, invocando su santo nombre, sumergido en tu bañera hogareña, entonces tú emergerás del río Jordán con Él y con
    su Espíritu, plantado, como su semilla santa en Canaán, enriquecida con riquezas, poderes y glorias que nacieron contigo de su imagen y de su alma santísima. Aquí es, en donde tú debes estar con nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espí
    ritu Santo junto con huestes angelicales y familias redimidas por generaciones pasadas, bautizados en agua todas, invocaron perfecta santidad de su nombre, entonces, ellos te conocerán a ti en tus días en la tierra, enriqueciendo su santo nombre fuegos
    sobre el monte santo de Jerusalén siempre.


    Legalmente, bautizado en agua tú entraras en Canaán con nuestro Padre celestial y su Espíritu Santo, porque: vistiendo su semilla santa, saliendo de Él, como su carne sagrada eternamente, entonces tú serás perfecto y santo únicamente para amarlo a
    Él y su santo nombre fuegos sobre el monte Sion, en Canaán, y en toda la tierra también hasta que asciendas hacia la gloria angelical, eternamente enriquecido. Verdaderamente, bautizado en agua, entonces tú entraras a Canaán con nuestro Padre
    celestial y con su Espíritu Santo, reconocido en la gloria angelical serás, porque cuando tú estés listo para abandonar la tierra: gente redimida, ángeles y, obviamente, El Todopoderoso en persona te recibirán, por amarlo a Él siempre con su carne
    sin pecados, recibida inicialmente, bautizándote en tu bañera hogareña.


    Ciertamente, bautizándote, entonces, tú no solamente estarás amándolo a Él y a su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, en Canaán, pero igualmente, tú lo amaras a Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo en perfecta santidad de su nombre en
    tu pecho, renacido del bautismo en agua, enriqueciendo seguidamente la tierra entera, para su descenso final a su reino del amor eterno. Verdaderamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo como Isaac del vientre esté
    ril de Sarah, por su Espíritu Santo, para luego recibir a su primogénito Jacobo junto doce israelitas patriarcas en Canaán, en donde el pecado falla en existir para siempre: mientras sus hijos cautivados en Egipto te encontraron a ti perdido, salvá
    ndote finalmente en el bautismo del Mar Rojo.


    Ya que, la semilla santa de nuestro Padre celestial recogió pecados no en Canaán, porque el pecado jamás ha existido en aquella tierra santa en la eternidad y hasta hoy, pero recoge pecados del mundo, y nuestro Padre celestial escogió a Egipto con
    sus hijos en cautiverio para recogerlos de familias de naciones antiguas y modernas, para destruirlos enteramente en el bautismo del Mar Rojo. Realmente, nuestro Padre celestial tenia que tener a Israel antiguo viviendo en su semilla santa, que es la
    cruz, como la carne sin pecados, recogiendo tus pecados y de tus amados, vecinos y amistades del mundo entero en el cautiverio egipcio, destruyéndolos finalmente en el bautismo en agua del Mar Rojo y en tu bañera hogareña también, al tú bautizarte
    en ella hoy en día.


    Amorosamente, nuestro Padre celestial tuvo a Israel antiguo cautivado en Egipto, recogiendo tus pecados, de tus amados, vecinos y amistades para el bautismo del Mar Rojo, porque Él necesitaba caminar por el desierto del Sinaí victoriosos sobre tus
    pecados y los del mundo entero, descendiendo Él mismo al corazón de la tierra para salvarte con su corazón santísimo, amándote a ti siempre toda una vida. Francamente, nuestro Padre celestial ha recogido pecados de antiguas y modernas naciones con
    la carne sagrada de Israel en toda generación, destruyéndolos (tus pecados) bautizándose en el Mar Rojo, por el desierto del Sinaí (asimiló tu vida seca sin bautismo), en el corazón de la tierra y finalmente sobre su cruz, en Canaán, recibiendo
    hoy tú mismo: amor, riquezas y alegrías insondables toda una vida.


    Además, lo que tú necesitas hacer hoy para ser bendecido instantáneamente: sucederá solamente, cuando renazcas del bautismo en agua, invocando la santidad perfecta de su nombre, entonces, la carne pecadora y el espíritu de error desaparecerán,
    entregándote la carne sin pecados y el Espíritu Santo, oficialmente declarándote perfecto y santo para conocer amor, riquezas, sanidad y alegrías sin fin en todos tus días. Esta es lo único, que nuestro Padre celestial siempre buscó, observar a su
    corazón santísimo amándote a ti, tus amados, vecinos y amistades desde el corazón de la tierra, pero igualmente contigo, con su corazón santísimo en tu pecho, amando su santo nombre sobre su cruz, en Canaán, para Él vivir con su corazón santí
    simo muy feliz en su pecho en toda la gloria angelical.


    Verdaderamente, bautizándote, invocando santidades perfectas de su nombre, entonces, tú harás el corazón santísimo de nuestro Padre celestial muy feliz en el corazón de la tierra, debajo de Canaán, enriqueciendo tus días con tus amados en tu
    tierra natal, pero igualmente su corazón santísimo será feliz en su pecho, dándole mucha felicidad al reino angelical, y bendiciones descenderán sobre la tierra entera por amor ti. Presentemente, nuestro Padre celestial está observando que no
    solamente la tierra entera tenga su corazón santísimo debajo de Canaán, bendiciendo a Israel antiguo y moderno junto con las familias de las naciones: pero igualmente, Él estará observando su corazón santísimo, amándolo a Él, su Hijo Jesucristo
    y su Espíritu Santo desde el pecho de cada hijo suyo en la eternidad venidera.


    Inicialmente, nuestro Padre celestial creó cielos y tierra para tener su santo nombre fuegos amado por Él y por sus hijos nacidos de su imagen y de su alma santísima, haciéndote uno con Él en su carne sin pecados su hijo legítimo: bautizándote en
    la bañera hogareña, hundiéndote y levantándote del agua, tendrás su corazón santísimo en tu pecho, amándolo a Él perfectamente toda una vida. Ciertamente, si tú tienes su corazón santísimo en tu pecho, amándolo a Él y a su santo nombre
    fuegos, así como Él ama a su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo y últimamente desde el corazón de la tierra, amándote a ti sobre su cruz del monte de Sion, en Canaán, entonces, su misma vida amándote a ti en tierra y cielo te ha encontrado
    finalmente.


    De otro modo, tú fallaras en encontrar la vida, que nuestro Padre celestial te ha entregado a ti, cuando le decía a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo: Descendamos a crear al hombre en nuestra imagen y a nuestra semejanza, siendo así uno como
    nosotros, conociendo el bien y el mal en la Creación, conquistando riquezas, poderes, glorias y alegrías jamás antes vistas. Por eso, nuestro Padre celestial le aseguraba a Abraham, que él tenia que ser perfecto y santo, así como Él junto con su
    Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo para ver vida, vida que inicialmente Él se la entregó a Adán y a Eva junto con sus hijos y llena de amor, paz, prosperidad, riquezas y alegrías sin fin en toda la Creación.


    Sin embargo, para esta vida gloriosa, que nuestro Padre celestial se la entregó a sus hijos de Israel y las naciones, puede ser solamente posible en la tierra, empezando en Canaán, con el pecado junto con Satanás, ángeles caídos, la muerte y
    familias satanistas lejos de ella, porque es una vida santísima, que existe sin pecado alguno en ti y en la humanidad entera. Ciertamente, fue importante para nuestro Padre celestial remover a Satanás, ángeles caídos, la muerte y familias satanistas
    en días de Noé con su gran diluvio, destruyendo toda carne, liberando finalmente a la tierra de Satanás y de sus males, conociendo únicamente de su amor, paz, prosperidad y dulzuras de alegrías interminables, que Él formó inicialmente, honrando su
    santo nombre fuegos hacia toda la eternidad venidera.


    Sin embargo, después que nuestro Padre celestial había destruido a las naciones en la tierra entera con un gran diluvio, que ellos descendieron a postes del infierno, por no conocerlo a Él y a su santo nombre fuegos que los había salvado, entonces, É
    l deseaba verlos vivir vida nuevamente, pero con un gran diluvio de vida sin fin en todas las edades venideras. Consiguientemente, nuestro Padre celestial tenia que sentarse con el hombre a su Mesa santa, empezando con Abraham, porque Él necesitaba
    comer con cada hombre, mujer, niño y niña del pan y vino, servido por su Hijo Jesucristo en la gloria celestial para mantener a huestes angelicales amorosas, serviciales, perfectas y santas para honra de su santo nombre fuegos para la eternidad
    venidera.


    Si sólo, al nuestro Padre celestial comer del pan y vino con Abraham y con sus hijos adoptados de su Mesa santa, entonces, su Hijo Jesucristo podía ser Isaac del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu Santo, para ser su pan y vino, como su carne
    sin pecados sea para Israel antiguo y moderna junto con las naciones, obteniendo salvación perfecta al fin. Visto que, nuestro Padre celestial tenia que tener no solamente a Abraham junto con Sarah y sus hijos prometidos comiendo del pan y vino de su
    Mesa santa, servida por su Hijo Jesucristo, como su carne sagrada, huesos inquebrantables y sangre expiatoria de sus hijos en la tierra de aquellos días, pero también para los que yacían ya sobre postes del infierno, salvándolos finalmente.


    En otras palabras, nuestro Padre celestial participó del pan y vino de su Mesa santa, su semilla santa, como su carne sin pecados y su sangre expiatoria para la cruz, que es su Hijo Jesucristo introduciéndolo todo por el vientre estéril de Sarah, por
    su Espíritu, y así, Israel siempre participe de su cena por generaciones venideras, finalmente, llevándolo al corazón de la tierra últimamente. Además, nuestro Padre celestial necesitaba que sus hijos de Israel y de las naciones antiguas y modernas
    renaciendo del corazón de la tierra, como su corazón santísimo finalmente emanando su amor infalible hacia la tierra entera, enriqueciéndola, para su reino de su amor infinito hacia edades interminables, y así, su santo nombre fuegos sobre su cruz
    conquiste riquezas, poderes y nuevas glorias siempre.


    Ciertamente, nuestro Padre celestial recogió pecados cometidos en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo en su semilla santa, como su carne sagrada, dándole vida a Israel y también a naciones antiguas y modernas, porque bautizados del
    Mar Rojo, y sufriendo hostilidades del desierto, entonces, Israel llevaba la carne sagrada saturada del pan y vino, logrando que todas las familias vivan nuevamente. Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente a Israel antiguo llevando el
    bautismo del Mar Rojo a familias de las naciones postradas sobre postes del infierno, esperando destrucción eterna, por no conocer su santo nombre y su bautismo en agua: por ende israelitas llevaron la Mesa santa del pan y vino a postes del infierno,
    sirviéndoles vida eterna finalmente a todos sobre su cruz, en Canaán.


    Amorosamente, nuestro Padre celestial con su Hijo Jesucristo clavado a su cruz, que es su semilla santa, como la carne sagrada, dándole vida a Israel y a las naciones sobre postes del infierno, convirtiéndose en uno con todas las almas, como la cruz,
    plantada en Canaán, entonces el Mesías derramó su sangre expiatoria sobre el pecado, quitándolo del mundo entero en un día. Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente a Abraham y su familia, comiendo del pan y vino con Él, pero
    igualmente, necesitaba a sus hijos prometidos comiendo de su cena en el cautiverio egipcio, por los siete años de abundancia, abandonando el pecado en el Mar Rojo, seguidamente, por el desierto del Sinaí, descendieron como uno con la humanidad entera,
    enriquecida con su carne sagrada últimamente.


    Legítimamente, esta es la carne y sangre expiatoria de nuestro Padre celestial, que Él necesitaba comer con Abraham, pero igualmente con Israel enteramente, cenando de su carne y sangre expiatoria, derrotando a Satanás, ángeles caídos, la muerte y
    familias brujas en el Mar Rojo, por el desierto y en el corazón de la tierra entonces fueron eternamente una semilla santa todos con la humanidad entera. Realmente, naciones que nuestro Padre celestial tuvo que destruir con su gran diluvio en días de
    Noé, entonces, Él con su nación dorada Israel y de su carne y sangre sin pecados, dio vida a su Hijo Jesucristo como Isaac, luego bautizados del Mar Rojo, conquistaron el desierto del Sinaí finalmente para conquistar el corazón de la tierra,
    enriqueciendo con vida a la humanidad entera.


    Definitivamente, nuestro Padre celestial llamó a todos a amarlo, empezando con Israel, bautizados en agua, invocándolo, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, para abandonar la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sagrada,
    entonces bautizados del Mar Rojo, conquistaron el desierto del Sinaí y postes del infierno para que tú vivas riquezas en todos tus días siempre. Por ello, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo, naciendo, así como él
    es conocido en la gloria angelical, y esto es que por la hija virgen de David, él traía su santo nombre fuegos finalmente amado, honrado y exaltado por Israel y las naciones sobre la cruz del monte de Jerusalén, en Canaán, enriqueciendo la tierra
    entera finalmente perpetuamente.


    Siempre y cuando, nuestro Señor Jesucristo fuese clavado a la cruz, que es su semilla santa, descendiendo de nuestro Padre celestial para tener no solamente a Israel naciendo nuevamente pero igualmente familias de naciones antiguas y modernas con su
    carne sagrada, que es por siempre virgen, entonces, Él quitó el pecado, para amar, enriquecer y bendecir a sus hijos toda una eternidad, empezando en Canaán. Por eso, tú puedes ser enriquecido hoy en día con tus amados, vecinos y amistades en tu
    tierra natal, porque bautizado en agua: tú habrás abandonado la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sin pecados y el Espíritu Santo, en donde nuestro Padre celestial vive contigo, enriqueciéndote a ti y a tus amados con su perfecta
    voluntad hacia la eternidad venidera.


    Firmemente, ya que nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo clavado sobre la cruz del monte Sion, en Canaán, como su carne sagrada, dándole vida nuevamente a Israel enteramente, rescatando también naciones de postes del infierno con su pan y
    vino, bautizados del Mar Rojo, entonces convirtió el corazón de la tierra en su corazón santísimo, y la tierra entera es su dulce hogar eternamente. Así es como, nuestro Padre celestial había planeado remover el pecado no solamente de cada hombre,
    mujer, niño y niña de Israel, pero igualmente de naciones antiguas y modernas, destruyendo finalmente el pecado desde el corazón de la tierra, por amor a su nueva tierra, estableciendo así su reino de amor eterno, en donde el pecado jamás existió
    en sus hijos ni en ti.



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