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Elio I. Valarezo@21:1/5 to
All on Fri Dec 25 18:36:01 2020
Sábado, 26 de Diciembre, 2020 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)
(Merry Christmas and Happy New Year 2021 to everyone throughout America and the great families of the nations of the entire earth, because our heavenly Father is blessing each day with His oath sworn to Isaac’s daily powers through His water baptism
that you may receive to live forever enriched with His Son Jesus Christ and the Holy Spirit.
Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo 2021 a cada hijo de nuestra América eterna y de las familias hermosas y maravillosas de todas las naciones de la tierra entera, porque nuestro Padre celestial se place en bendecirlos diariamente con poderes del
Juramento a Isaac, por su bautismo en agua, que recibirán todos, viviendo eternamente enriquecidos con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo. ¡Amén!)
El Diluvio de Noé fue al corazón de la tierra, como aguas del bautismo eterno del Mar Rojo, salvando a toda carne finalmente:
En el principio, nuestro Padre celestial creó cielo y tierra, porque Él necesitaba glorificar su santo nombre fuegos sobre su altar en su dulce hogar junto con sus hijos nacidos de su imagen y de su alma santÃsima, y asÃ, Él pueda conquistar nuevas
glorias, poderes, riquezas y alegrÃa sin fin, por ello, tú naciste para amarlo a Él por una eternidad entera, empezando ya. Por cuanto, nuestro Padre celestial creó las cosas con perfecta santidad, porque Él las manifestarÃa a ti junto con tus
amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo, grandezas de su corazón amoroso, que siempre ha amado, honrado y exaltados su santo nombre fuegos sobre su altar, pero igualmente, tú junto con tus amados y con riquezas insondables, poderes y alegrÃ
as asombrosas por una eternidad.
Sin embargo, porque Lucifer se habÃa revelado en contra de Él y su santo nombre fuegos, ya que él tenÃa que conquistarlo, para exaltar su nombre inicuo sobre las huestes angelicales, para que le sirvan a él, conquistando asà el reino angelical
junto con su altar, entonces, él fue expulsado del reino angelical al infierno, por su rebelión terrible y pecado para siempre. Ciertamente, Lucifer junto con sus ángeles caÃdos y la muerte decidieron controlar cielo y tierra, creados por nuestro
Padre celestial para vivir con sus hijos nacidos de Él, y asÃ, ellos lo conozcan y lo amen a Él por medio de su Hijo Jesucristo y por su EspÃritu Santo toda una eternidad, empezando en su dulce hogar, Canaán—bautizados todos en agua ya.
Realmente, Lucifer junto con sus ángeles caÃdos, se dio cuenta que nuestro Padre celestial habÃa creado cielo y tierra para transferir hacia él sus huestes angelicales fieles a Él y a su santo nombre fuegos junto con su Hijo Jesucristo y su EspÃ
ritu Santo, por ende, Lucifer decidió destruirlo al tener a sus ángeles caÃdos, invadiéndolo, convirtiéndolo en su reino de tinieblas. Ciertamente, nuestro Padre celestial planeaba tener a sus nacidos de su imagen y de su alma santÃsima con Él, su
Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo en su nuevo cielo y tierra, pero sin Lucifer y sus ángeles caÃdos, porque Él estaba listo para amar, servir y honorar su santo nombre sobre su altar y con riquezas jamás tocadas por el pecado en la eternidad.
Aquà es cuando, nuestro Padre celestial le dio vida a su Hijo Adán, nació, amándolo a Él por su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, porque Él Padre sólo conoce a su Hijo, y el Hijo sólo conoce al Padre, por ende, Adán junto con sus hijos vivirÃ
an por generaciones venideras únicamente amándolo a Él con océanos de amor de su roca de salvación eterna. Por cuanto, nuestro Padre celestial le habÃa dado vida a Adán, porque Él habÃa creado cielo y tierra junto con todo en ellos, pero ahora,
Él necesitaba ver cómo Adán nombrarÃa todas las cosas creadas por Él, para vivir con él y con sus hijos viviendo en generaciones venideras, para amar, servir y honrar su santo nombre fuegos en su nueva Creación eterna.
A tiempo: Nuestro Padre celestial complacido veÃa a su Hijo Adán en el paraÃso, y en la tierra también, cómo Él mismo nombraba a cada animal, ave, planta y árbol, creados para vivir con él junto con sus hijos nacidos de su imagen y de su alma
santÃsima, y asÃ, Ellos vivan únicamente amando su santo nombre fuegos con perfecta santidad toda una eternidad. Ya que, nuestro Padre celestial habÃa creado cielo y tierra con todas sus cosas y con su perfecta santidad y dulzuras interminables, para
que sus hijos gocen sus vidas cotidianas progresivamente: amando, sirviendo y honorándolo a Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo con dulzuras insondables, conquistando asà nuevas riquezas, poderes y glorias nunca vistas en su nuevo reino de su
amor eterno.
IncreÃblemente, Lucifer fue muy rebelde junto con sus ángeles caÃdos y la muerte en contra de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo junto con su santo nombre fuegos, porque él necesitaba controlar la gloria angelical, a su
manera, reinando sobre huestes angelicales, pero estaba fuera de su camino hacerlo asÃ, sin el santo nombre en su posesión. Incondicionalmente, Lucifer estaba interesado en controlar el reino angelical con el santo nombre fuegos de nuestro Padre
celestial en su posesión, pero igualmente, él necesitaba controlar cielos y tierra, creados para sus hijos que nacieron para amar: sirviendo y alabándolo a Él y a su santo nombre fuegos con océanos de su amor eterno y de dulzuras sin fin por mil
generaciones venideras.
Ahora, para Lucifer junto con los ángeles caÃdos atacar a nuestro Padre celestial triunfantemente, entonces, él necesita tener un aliado cerca de Él, como su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, porque no habÃa ángeles tan cerca de Él como él
mismo, pero ahora, era su enemigo, por cierto, imposible que pueda estar tan cerca de Él, para atacarlo como querÃa hacerlo con su maldad. Por ende, Lucifer comprendió, que era posible acercarse a nuestro Padre celestial, atacándolo a Él por medio
de Adán nacido de su imagen y de su alma santÃsima, porque él también habÃa nacido de su mente, sabidurÃa, inteligencia, poderes y glorias, entonces, acercare a Adán, engañándolo no era real aun, ni menos lograr un ataque con él en contra del
Padre y de sus ángeles.
Sin embargo, después que nuestro Padre celestial habÃa visto cómo Adán habÃa trabajado, nombrando todo lo que habÃa sido creado para él y sus hijos de generaciones en el paraÃso y en la tierra, entonces, Él entendió, que no era bueno que él
viviese solo, por ende, Él tenÃa que entregarle un acompañante, para que este con él siempre en toda su vida. Divinamente, aquà es cuando, nuestro Padre celestial durmió a Adán, formando a Eva la mujer, como compañera de sus dÃas, además,
llenar el paraÃso y la tierra con sus hijos, amando solamente para servir y adorarlo a Él y a su santo nombre con asombrosos poderes de la roca de salvación, conquistando asà riquezas de su amor infalible por ellos hacia toda una eternidad
interminable.
Y es aquÃ, en donde Lucifer finalmente encontró su oportunidad muy esperada, que siempre buscó incansablemente, y esta fue Eva, emergiendo de las costillas de Adán, pero también sus hijos nacieron para generaciones venideras del paraÃso y de la
tierra y, ahora, él tenÃa una puerta abierta para acercarse a Adán para atacar al Padre nuevamente, reforzando asà su reino de tinieblas finalmente. Históricamente, Lucifer pudo tener a la serpiente antigua del JardÃn del Edén haciendo amistad con
Eva, buscando acercarse a Adán, engañándolo asà para que sea aliado de él y de sus ángeles caÃdos, dado que Lucifer tenÃa que continuar atacando el santo nombre fuegos en el cielo y en la tierra también, reforzando asà su reino de tinieblas
cada vez más.
Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial tener a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones bautizados en agua: amando, alabando, sirviendo y exaltando su santo nombre fuegos en su semilla santa, salida de Él por su Hijo
Jesucristo y su EspÃritu Santo, y asÃ, sus hijos destruyan postreramente toda tiniebla en toda su Creación enteramente. Realmente, Lucifer tenÃa que tener a Eva, engañada por la serpiente, comiendo del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del
bien y del mal, y asÃ, él poder tener a alguien muy cerca de él, directamente nacido de la imagen del Padre, logrando siempre ataques en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo junto con su santo nombre fuegos.
Además, Lucifer necesitaba tener no solamente a Adán, engañado por su esposa Eva, pero igualmente, él necesitaba a sus hijos, porque necesitaba regresar a la vida eterna y sus asombrosas bendiciones cotidianas, que usualmente gozaba con sus huestes
angelicales fieles a él, y Adán con sus hijos era su solución definitiva para lograr su voluntad malvada en toda la Creación eventualmente. Legalmente, Lucifer habÃa sido expulsado de la gloria angelical, porque pecado se encontró en su corazón
malvado, que sus ángeles caÃdos seguÃan fielmente a él, tratando de controlar el santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial en el cielo y toda la Creación, como cielos y tierra, de donde él habÃa sido excluido para jamás ver la vida
nuevamente con sus seguidores malvados.
Sin embargo, con Eva habiendo comido del fruto prohibido con Adán y junto con sus hijos, entonces, Lucifer intentaba vivir nuevamente como antes, porque él deseaba regresar a la vida eterna, que él una vez habÃa conocido antes, como arcángel guardiá
n del santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial, para tomarlo para su reino de tinieblas, por ende, finalmente tenÃa la ayuda que necesitaba. Sagazmente, Lucifer necesitaba acercase lo más cerca posible a nuestro Padre celestial y a su reino
angelical, que es normalmente gobernado por su Hijo Jesucristo y por su EspÃritu Santo, por ende, con Adán y sus hijos renacidos hacia él, porque ciegamente ellos habÃan comido del fruto prohibido, entonces, él visualizaba su reino de tinieblas cada
vez más cerca que nunca antes.
IncreÃblemente, con Adán y con sus hijos infectados con el fruto prohibido, entonces, Lucifer tenÃa acceso no solamente al paraÃso, pero también en la tierra entera, para él trabajar con su reino de tinieblas, que los ángeles caÃdos junto con el Ã
¡ngel de la muerte podÃan entrar en cada vida humana nuevamente, y asÃ, de algún modo poseer el santo nombre fuegos finalmente. Por lo tanto, ya que Adán y Eva habÃan pecado juntos al comer del fruto prohibido, cuando ambos creyeron mentiras de la
serpiente, entonces, ellos fallaron en continuar viviendo sus vidas normales en el paraÃso, porque la tierra allà solamente reconoce a nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo junto con los ángeles y toda vida humana, pero sin
pecado alguno.
Ahora, porque nuestro Padre celestial habÃa dado su juicio en contra de Adán y de Eva, entonces, ellos tenÃan que vivir sus vidas normales en la tierra, teniendo a sus hijos nacidos de ellos para conocerlo solamente a Él y a su santo nombre fuegos
por medio de su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, regresando asà a vivir nuevamente, pero sin pecado alguno. Desdichadamente: Esta fue la oportunidad, que Lucifer estaba buscándola ver siempre, y esto fue que Adán y Eva descendÃan a la tierra
para continuar viviendo sus vidas normales con sus hijos, para que todos ellos vengan a ser parte de su reino de tinieblas, infectados todos con el fruto prohibido, por ende, ellos ya eran sus siervos en pecados y rebelión para siempre.
Indiscutiblemente, esto fue algo, que Lucifer necesitaba tener en el paraÃso y en la tierra, alguien bien cerca de nuestro Padre celestial, como su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo lo están todo el tiempo, para él continuar atacando y ofendié
ndolo a Él y hasta poder contaminar su santo nombre fuegos, obteniéndolo para él y sus ángeles caÃdos para siempre. Es decir, que Lucifer pensó que, asà como él habÃa contaminado a Adán y a sus hijos en sus millares, dándoles de comer del
fruto prohibido, haciéndolos parte de su pecado y de su reino de tinieblas, entonces, él querÃa hacer lo mismo con el santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial, para usarlo en sus poderes asombrosos que posee para la eternidad.
Por eso, es que Lucifer pudo finalmente acceder en la tierra con sus ángeles caÃdos, para empezar sus ataques en contra del santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial, con su intención antigua de contaminarlo con sus iniquidades, para que sea
parte de su pecado y de su reino de tinieblas, para intentar conquistar la vida gloriosa que una vez conoció en la gloria celestial. Ciegamente, Lucifer desplegaba sus poderes inicuos, que él posee en tinieblas con su pecado y sus males sin fin, que
habÃan atacado a los ángeles del cielo, pero igualmente a cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las naciones, empezando con Adán, con la intención final de tomar el santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial para su reino de
tinieblas.
Realmente, Lucifer siempre hizo violencia no solamente en contra de las huestes angelicales fieles al santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial, pero igualmente a su Hijo Jesucristo y a su EspÃritu Santo, y asÃ, él destruirlo todo creado en la
gloria celestial con los ángeles y en la tierra con la humanidad entera, logrando finalmente su reino de males, estableciéndolo en la Creación enteramente. Desdichadamente, desde cuando Lucifer hizo que Adán y sus hijos pequen, entonces les entrega
mucha violencia constantemente, haciéndolos sufrir terriblemente ante nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, descendiendo con ellos condenados a su reino de tinieblas únicamente para servirle a él hasta conquistar la gloria
angelical con sus males—porque él siempre lo extraña todo, desde cuando fue expulsado de él.
Verdaderamente, Lucifer desea vivir la vida eterna nuevamente, que él conoció con nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, por eso, él necesitaba a alguien como Adán nacido de su imagen y de su alma santÃsima, y asÃ, él
atacar constantemente su santo nombre fuego y hasta someterlo en su vida pecadora, asà como con Adán—pero esto es imposible infinitamente. Esto es imposible para Lucifer, sus ángeles caÃdos, la muerte, los satanistas y el infierno, porque en
poderes del Juramento a Isaac, que están en la carne sin pecado y sangre expiatoria de Isaac para Israel siempre, y en ti también, pero bautizado en agua todos, entonces Satanás está perdido sin poder atacarte a ti y a tus amados, como él siempre
quiso hacerlo inicialmente.
Por consiguiente, Lucifer siempre ha tenido naciones de familias satanistas en Canaán, para él controlar la tierra escogida por nuestro Padre celestial no solamente para Él vivir con su santo nombre fuegos junto con su Hijo Jesucristo y con su EspÃ
ritu Santo, pero igualmente con sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, enriquecidas eternamente de riquezas sin fin de Canaán. Sin embargo, para los hijos de nuestro Padre celestial vivir en Canaán, su dulce hogar, todos juntos con Él
y con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo: sirviendo, amando y honrando su santo nombre fuegos y siempre en EspÃritu y en Verdad, entonces, ellos tienen que renacer del bautismo en agua, invocándolo, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios
de Jacobo.
De otra manera, tú siempre fallaras en venir a ser parte de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo en su carne sin pecados, que es Isaac llenó del EspÃritu Santo en ti, porque este es EspÃritu y Verdad en que ellos deben
renacer en él, para amar, servir y alabarlo a Él en su dulce hogar hacia la eternidad venidera. Esencialmente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo nacido como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el EspÃritu
Santo, para que Abraham sea declarado: perfecto y santo, asà como Él lo es eternamente, pero igualmente Jacobo como su primogénito junto con sus hijos del cautiverio egipcio y en la tierra entera por mil generaciones, destruyendo finalmente el pecado
para siempre.
Visto que, Jacobo es su primogénito con los doce patriarcas israelÃes en Canaán, en donde el pecado no existe jamás, si familias satanistas son removidas de él, entonces, los hijos necesitaban vivir en el cautiverio egipcio, recogiendo pecados de
las familias de las naciones pasadas y futuras para llevarlos al bautismo del Mar Rojo, con Moisés, representando al MesÃas que desciende a Canaán. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba a Israel antiguo removiendo pecados de cada hombre,
mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, guiados por Moisés, como el MesÃas prometido viviendo postreramente entre ellos en Canaán: siempre expulsando a Satanás, ángeles caÃdos y la muerte junto con familias satanistas, entonces, la
liberación de Canaán vendrá fluyendo leche y miel por toda la tierra finalmente.
Desdichadamente, Lucifer necesita conquistar a Canaán para su reino de tinieblas, posible solamente con la humanidad entera destruida, ciega y perdida en el infierno tormentoso, culpables todos de pecado, que ellos cometieron, comiendo del fruto
prohibido, como cuando Adán y Eva comieron de él inicialmente, y asÃ, ellos sean sus hijos pecadores, haciendo su voluntad malvada en contra del santo nombre fuegos para siempre. Ya que, Lucifer piensa que, desde que él pudo contaminar con pecado a
Adán y a Eva junto con todos sus hijos, entonces, él también puede contaminar a Canaán con sus familias satanistas, para que el santo nombre fuegos sobrevolando la tierra entera desde el monte santo de Jerusalén, podrÃa entonces ser posesión suya
eventualmente para conquistar la gloria celestial al fin para siempre.
En la medida en que, Lucifer extraña esa vida angelical muy cerca a nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu santo, entonces, él piensa aun que él puede regresar a ella, pero tiene que ser con su santo nombre fuegos, por sus poderes
asombrosos que existen únicamente en él, gobernando finalmente con él el reino angelical y con su voluntad malvada perpetuamente. Evidentemente, Lucifer conoce que nuestro Padre celestial tiene un Juramento muy importante con Isaac, confirmado en
Jacobo como su primogénito, establecido en Israel infinitamente para quitar el pecado del mundo entero, pero igualmente para ser uno Él con Israel y con las naciones, como su semilla santa plantada en Canaán por su diestra, fundando últimamente su
nueva tierra con su amor infalible hacia la eternidad venidera.
Esto significa, que nuestro Padre celestial descenderá a Canaán para vivir con sus hijos, bautizados en agua ya, para ser perfectos y santos, asà como Él lo es en la gloria celestial, y asÃ, ellos vivan infinitamente enriquecidos, como una familia
divina que ama, honra y exalta su santo nombre fuegos por toda la tierra, conquistando nuevas glorias, riquezas y alegrÃas sin fin siempre. Por lo tanto, toda la casa de Israel por generaciones ha entendido, que nuestro Padre celestial viene hacia ellos
para bendecirlos, enriquecerlos y empoderarlos grandemente con riquezas de la gloria angelical y con riquezas insondables de Canaán igualmente, por poderes del Juramento a Isaac, porque Él realmente busca siempre descender a Canaán, enriquecido ya por
ellos, como nunca antes, para la nueva eternidad venidera.
Verdaderamente, no importando jamás lo que le suceda a Canaán con Israel y las familias de las naciones, nuestro Padre celestial descenderá con su Hijo Jesucristo, su EspÃritu Santo y sus huestes angelicales y con cada familia antigua de generaciones
pasadas que se bautizaron en agua, salvándose, para Él vivir eternamente enriquecido por sus hijos en la tierra, como tú y yo hoy. Por lo tanto, Lucifer sabe que nuestro Padre celestial va a descender a Canaán, pero para quedarse con sus hijos de
Israel y de las naciones, bautizados todos ya en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, por ende, él con sus ángeles caÃdos espera en Canaán por su pronto descender.
Actualmente, Lucifer está en Canaán con familias satanistas no solamente para engañar a Israel con brujerÃas y maldiciones cotidianas, pero igualmente a las naciones con falsas religiones, nacidas en el mundo de él y de sus ángeles caÃdos junto
con la muerte y con poderosas decepciones, y asÃ, ellos jamás conozcan la verdad conquistada ya en Canaán para ellos con riquezas asombrosas y eternas. La verdad es que nuestro Padre celestial ya quitó el pecado del mundo con su Hijo Jesucristo
clavado al madero sobre el monte Sion, entonces Él sanó a su Hijo amado junto con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de la humanidad entera pasada y futura, y asÃ, Él finalmente descienda a Canaán, eternamente amado por sus hijos, como tú
y yo hoy.
La verdad es que nuestro Padre celestial ha quitado el pecado del mundo enteramente, al tener a su Hijo Jesucristo derramando su sangre expiatoria sobre su cruz, que es su semilla santa, que salió de Él, para recibirte a ti eternamente enriquecido con
riquezas sin fin de Canaán, pero Satanás y la muerte están bloqueando progresivamente tu bendición cotidiana, sin tú saberlo. Realmente, no hay pecado en la tierra ni menos en el reino angelical, pero lo que tenemos es a Satanás junto con familias
satanistas, trabajando con el infierno y los ángeles caÃdos, maldiciendo las familias de las naciones con terribles decepciones, como falsa fe religiosa, que destruyen toda vida humana en la tierra, solamente cuando tú fallas en bautizarte en agua en
nuestros dÃas.
Inicialmente, nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah y luego del vientre virgen de la hija de David como su Hijo amado nuevamente, es decir, carne sin pecados, descendiendo con su santo nombre
fuegos: clavándolo sobre su cruz, bautizado con Israel antiguo del Mar Rojo, dándole vida eterna a toda carne, pero también contigo bautizado hoy. Además, nuestro Padre celestial ha sanado a sus hijos (tú) del pecado y enfermedades, bendiciéndolos
a ellos con su amor asombroso enteramente de su corazón santÃsimo, pero igualmente con riquezas, poderes y alegrÃas en sus corazones, y asÃ, ellos lo amen a Él y a su santo nombre fuegos sobre su monte santo de Jerusalén—porque Él
definitivamente vivirá en Canaán, eternamente amado por ti.
Porque nuestro Padre celestial escogió especialmente a Canaán para clavar su santo nombre fuegos a su cruz sobre el monte Sion, manifestando asà grandemente su amor asombroso e infalible a través de su Hijo Jesucristo y de su EspÃritu Santo, y asÃ,
sus hijos de Israel y de las naciones vivan su vida eterna, amándolo a Él con abundantes y asombrosas riquezas cananeas para siempre. Sin embargo, increÃblemente, Lucifer ha hecho de todo con sus poderes junto con ángeles caÃdos y la muerte para
asegurarse que Canaán y la tierra entera no sea jamás su dulce hogar eterno, porque él siempre ha tenido familias satanistas de corazones inhumanos en sus tierras santÃsimas siempre trabajando con él, los ángeles caÃdos y la muerte, atacando toda
vida humana sin cesar jamás.
Secretamente, Lucifer ha hecho toda maldad posible con ángeles caÃdos, la muerte y familias satanistas fieles a él a través de muchas generaciones hasta hoy, como siempre: bloqueando la verdadera naturaleza divina de Canaán, que será el dulce hogar
de nuestro Padre celestial y de sus hijos bautizados en agua, y asÃ, ellos no conozcan jamás sus asombrosas riquezas cotidianas por una eternidad entera. Por lo tanto, aunque Adán y Eva descendieron a vivir con sus hijos lejos del paraÃso por pecar,
no obstante, ellos fueron llamados divinamente a llenar la tierra entera con vida, porque nuestro Padre celestial necesitaba a sus hijos por generaciones venideras, buscándolo a Él con su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, en Canaán, pero le
fallaron, tornándose pecadores y violentos desafortunadamente.
Sin embargo, después de nuestro Padre celestial haber esperado por los hijos de Adán, a que lo busquen a Él con su santo nombre fuegos por algunas generaciones, entonces, observó que ellos eran malvados desde sus comienzos y más malvados que antes
siempre, y sus corazones muy lejos de Él, además sus pensamientos eran para pecar, hiriéndole a Él en su corazón por haberlos creado. Aquà es cuando, nuestro Padre celestial decidió por una nueva relación con el hombre sobre la tierra, para Él
mismo tenerlos a ellos caminando en sus caminos santos únicamente, buscándolo a Él con su santo nombre fuegos, invocándolo a Él, por su nuevo convenio de vida: convenio que Él empezarÃa con Noé, porque él si encontró gracia en sus hijos ante
tanta violencia.
Esto significa, que Noé seria redimido junto con sus hijos y esposas, porque nuestro Padre celestial necesitaba parar toda violencia de expandirse hacia generaciones venideras de la tierra, dado que el pensamiento de cada uno era de continua maldad
hacia su prójimo, cuando Él desea ver la tierra entera, como su nuevo su dulce hogar, y pecadores no estaban ayudándole a Él en nada. Ciertamente, nuestro Padre celestial estaba listo para destruir toda carne de la faz de la tierra, pero salvando
solamente a Noé y a sus hijos con sus esposas en un arca que él fue llamado a crearla, entrando en ella con su familia y con cada animal y su pareja, de macho y hembra, salvándoles del juicio mundial venidero.
Amorosamente: Nuestro Padre celestial llamó a Noé y a su familia, bautizando la tierra entera con las naciones, haciendo que Lucifer, los ángeles caÃdos y la muerte, que hacÃan violencia ante Él, sean todos ellos removidos, dándole una nueva vida
a la tierra entera junto con cada hombre, mujer, niño y niña, en donde el pecado no existirá en ellos nuevamente por una eternidad entera. Verdaderamente, nuestro Padre celestial necesitaba a la tierra entera junto con toda vida bautizada en agua
inmediatamente, removiendo asà a Lucifer y a espÃritus inmundos junto con la muerte, viendo vida nuevamente en su gloriosa santidad, pureza y perfección, renovándola toda con sus hijos para que gocen de su amor infalible de su corazón santÃsimo por
ellos, enriqueciéndoles con riquezas cotidianas de Canaán siempre.
Este bautismo en agua, que el gran diluvio desarrolló en los dÃas de Noé para destruir toda carne, hombres y animales igualmente, fue para reiniciar la vida nuevamente en la tierra entera con las familias de las naciones viviendo con Él y su santo
nombre fuegos sobre el monte santo de Jerusalén, en Canaán, para jamás vivir para Lucifer y el pecado para siempre. Ahora, porque nuestro Padre celestial habÃa causado este gran diluvio en dÃas de Noé para destruir toda carne de la tierra, reiniciá
ndola nuevamente luego con cada hombre, mujer, niño y niña, recibiendo asà todos ellos su santo nombre fuegos con su amor asombroso de poderes, protección y riquezas sin fin, entonces, Él llevarÃa este bautismo en agua también al corazón de la
tierra postreramente.
Sin embargo, para nuestro Padre celestial llevar este bautismo en agua al corazón de la tierra, empezado con Noé, destruyendo toda carne, matando a cada hombre, mujer, niño y niña junto con toda vida animal, entonces, Él necesitaba darles abundante
vida nuevamente, pero serÃa con el mismo bautismo: eliminando a Lucifer, ángeles caÃdos, muerte, infierno, familias satanistas y el pecado, como en dÃas de Noé. En otras palabras, nuestro Padre celestial podÃa darles vida abundante nuevamente,
hombres y animales igualmente, en la tierra entera con el bautismo que habÃa destruido toda carne en dÃas de Noé, llevándolo a las naciones yaciendo ya en el infierno tormentoso, volviendo asà a vivir nuevamente todos ellos, pero en su nueva tierra
y con su carne nacida de Él mismo sin pecados perpetuamente.
Verdaderamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a Abraham y a sus hijos adoptivos (comprados de extranjeros), comiendo su pan y vino, como su semilla santa salida de Él como Isaac, alimentando a Abraham con su carne sin pecados, pero
igualmente a sus hijos prometidos junto con naciones de generaciones futuras, estableciendo finalmente su vida eterna en la tierra, bautizada en agua ya eternamente. Precisamente, es importante para ti y para nuestro Padre celestial, que tú te bautices
en agua junto con tus amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo, ya seas tú musulmán, budista, taoÃsta, hindú, cristiano, hebreo o de cualquier otra fe, porque las naciones están llenas de agua para bautizar—y el pecado ha sido quitado de
la tierra enteramente ya para siempre.
Dado que, bautizado, invocando su santo nombre fuegos, sumergiéndote en tu bañera hogareña, entonces, tú emergerás del Jordán en Canaán, enriqueciendo tu vida eterna, otorgada a ti por nuestro Padre celestial, alimentada siempre con su pan y vino
para conocer de su amor, paz, gloria y alegrÃas sin fin con tus amados y amistades de todas las familias de las naciones del mundo entero. Ciertamente, nuestro Padre celestial espera verte comer de Él, su semilla santa, como su pan y vino, porque Isaac
es su Hijo Jesucristo para Abraham y para ti también en Israel y en las naciones, comiendo de su carne sin pecados y bebas de su sangre expiatoria de vida eterna, sin fallarte jamás en todos tus dÃas y hasta que su reino venga.
Por lo tanto, Abraham necesitaba ser visitado por su Hijo Jesucristo y por su EspÃritu Santo, como Isaac del vientre estéril de Sarah, para que él pueda vivir su vida eterna, enriqueciéndolo a él y a sus hijos prometidos junto con las familias de
las naciones pasadas y futuras, y asÃ, él sea declarado perfecto y santo junto con toda su casa por generaciones futuras. Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba establecer su familia divina en Canaán junto con sus hijos bautizados en agua y del
EspÃritu Santo, vistiendo asà de su semilla santa, que es la carne sin pecados de Isaac eternamente en la tierra y en el reino angelical, dándole vida a su nueva tierra del corazón de la vieja tierra, como su corazón santÃsimo en tu pecho
perpetuamente.
Por esta razón, nuestro Padre celestial necesitaba a toda la casa de Israel naciendo en el cautiverio Egipto, porque ellos eran los únicos que tomarÃan tus pecados y de tus amados, vecinos y amistades del mundo entero para el bautismo del Mar Rojo,
abandonándolos en el lecho marino, y asÃ, las familias de las naciones vean vida eterna abundantemente para la eternidad venidera. En otras palabras, con el diluvio en dÃas de Noé, fue para destruir toda carne, hombres y animales igualmente,
removiendo asà a Lucifer, ángeles caÃdos y la muerte, incluyendo el infierno tormentoso del corazón de la tierra, finalmente creando su nueva tierra dorada, en donde el pecado fallara en existir por milenios sin fin, para Él vivir apasionadamente
amado por sus hijos para siempre.
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