• En vacaciones se aviva el deseo de los cubanos por un futuro lejos de l

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    En vacaciones se aviva el deseo de los cubanos por un futuro lejos de la
    isla
    14 de julio de 2017 - 18:07 - Por IVÁN GARCÍA

    "Las opciones recreativas, además de pocas, son muy caras para los
    bolsillos de las familias trabajadoras. Lo que está pasando en Cuba es
    un escándalo", dice el padre de tres adolescentes de la isla que
    "gastan" su verano viendo series y películas

    LA HABANA.- Al filo de las doce la noche el calor no cede. No corre
    siquiera un soplo de brisa en la barriada de Carraguao, municipio Cerro,
    a 15 minutos del centro de La Habana.

    La mayoría de las luces de sus calles interiores están apagadas. Un
    grosero estribillo de reguetón escandaliza desde un teléfono móvil
    mientras varios jóvenes aburridos, en short y chancletas, hacen planes
    para el fin de semana.

    Están de vacaciones escolares. Sus edades fluctúan entre los 16 y 20
    años. Proceden de familias humildes sin cuentas bancarias y suelen comer carbohidratos en exceso y escasas proteínas. Sus proyectos vacacionales
    están atrapados entre signos de interrogación.

    “El puro (padre) me prometió que el viernes me iba a dar diez fulas
    (CUC). Con ese dinero, más lo que pueda reunir con algún trabajito por
    la izquierda, veré si puedo llevar a salir a la jevita (novia) a una
    discoteca de pegada”, comenta un joven.

    “Con ese dinero es mejor ir pa’la playa o cuadrar un campismo. Loco, en cualquier disco se te va por lo menos 30 o 40 cañas (CUC, moneda
    equivalente al dólar)”, le sugiere uno del grupo.

    “Asere, es que en la playa, además de la basura y botellas rotas regadas
    en la arena, siempre se arman broncas y las guaguas pa’llá están en candela. No, men, quiero ir a vacilar tranquilo, echarme un par de
    birras (cervezas) y no buscarme problemas”, replica.

    Hasta bien entrada la madrugada, conversan sobre qué hacer en las
    vacaciones. Si pueden comprarse un litro de ron de tercera categoría,
    entonces amanecen.

    Johanna, madre de uno de los muchachos, siente lástima por ellos. “Me da pena. Terminaron la escuela con buenas notas, pero los padres no tenemos
    nada que ofrecerles cuando llegan las vacaciones. Mi hijo lo mismo tira
    una placa que chapea un cantero o vende ropa traída de afuera para
    ganarse unos pesos. Como ayuda en la casa, le damos un dinerito para que
    pasee con su novia. En estos barrios pobres, los jóvenes se convierten
    en hombres y mujeres antes de tiempo”.

    Santiago, que vive en La Cuevita, barrio del municipio San Miguel del
    Padrón, en el sureste de la capital, y es padre de tres hijos
    adolescentes, opina que “las opciones recreativas, además de pocas, son
    muy caras para los bolsillos de las familias trabajadoras. Lo que está
    pasando en Cuba es un escándalo. La entrada a una discoteca de medio
    palo cuesta cinco chavitos (cuc) y una cerveza, 1.50 cuc. No son muchos
    los padres que pueden darles pesos convertibles a sus hijos. Lo otro es
    la preocupación constante cuando salen, pues lo mismo en la discoteca,
    que el campismo o la playa se producen reyertas con arma blanca y te
    pueden desgraciar al chamaco. Durante el receso escolar de verano, mis
    hijos van a la playa algunos días, pero la mayor parte del tiempo se la
    pasan viendo seriales y novelas que le compramos al tipo que distribuye
    el Paquete”.

    Como cada año, los medios estatales publicitan diferentes opciones
    recreativas para las familias cubanas. "Pero luego la realidad es otra",
    dice Teresa, madre soltera de dos hijas.

    “Cuando vas a los parques de diversiones solo funcionan tres o cuatro aparatos y hay que hacer una cola tremenda bajo el Sol. Una bolsita con chucherías te cuesta 50 o 60 pesos (poco más de 2 dólares, lo que gana
    un trabajador promedio por dos días de trabajo). Con lo mala que está la calle, es preferible quedarse en casa, aunque la programación televisiva
    suele ser un clavo. A eso súmale que cuando las niñas están solas en la casa, se les abre el apetito y se pasan el día comiendo. Comen todo lo
    que ven a su paso. Las vacaciones escolares siempre han sido un problema
    para las familias de bajos ingresos”, confiesa Teresa.

    Guzmán, artista plástico, cree que “se deben proponer otras opciones
    como la lectura, ir al cine, visitar museos... Es verdad que el
    transporte público es pésimo, pero son opciones más baratas y elevan
    nuestra cultura”.

    Luis Alberto, seguidor de la religión evangélica, piensa que una buena
    manera “de alejarse de preocupaciones y recreaciones poco sanas y
    vulgares, es asistir a los templos. En mi iglesia, en la Calzada de Diez
    de Octubre casi esquina a la Avenida Acosta, las puertas están abiertas
    para todos los adolescentes de familias pobres. Además de abrir tu
    corazón a una nueva experiencia y ver la vida desde una perspectiva
    optimista, se hacen fiestas y descargas musicales”.

    Sandy, estudiante de bachillerato, habla sin tapujos: “Soy ateo y no me
    gusta la lectura ni visitar museos. Como la mayoría de los jóvenes
    cubanos, lo que yo quiero es fiestar, ir a hoteles en otras provincias,
    asistir a recitales de reguetoneros famosos y disfrutar con mi chica con suficiente dinero en el bolsillo. Pero en Cuba eso solo lo pueden hacer
    los hijos de papá (hijos de familias cercanas o involucradas con las estructuras de poder). Los hijos de la gente de a pie, tenemos que
    conformarnos con ver televisión y hablar boberías con los amigos de la cuadra”.

    Según un funcionario del Ministerio del Turismo, la “otra cara de la
    moneda son las familias que pueden ir una semana a un hotel todo
    incluido. Ya el año pasado más de un millón de cubanos, residentes en la isla, no cubanosamericanos, pagaron una estancia de al menos tres noches
    en un hotel de Varadero, Cayo Santamaría o Cayo Coco. En 2017, a pesar
    de la crisis económica, es probable que se llegue al millón y medio de turistas nacionales”.

    Existe un segmento en Cuba que pueden costearse cenas en paladares de
    primera, disfrutar de las piscinas en hoteles de lujo e incluso, pagarse
    una estancia turística en Punta Cana, Cancún o Panamá.

    Pero son los menos. La mayoría de los adultos pasan sus vacaciones al
    lado de un ventilador y frente a la pequeña pantalla. Y sus hijos en las esquinas del barrio, soñando con un futuro mejor. Casi siempre lejos de
    Cuba.

    Source: En vacaciones se aviva el deseo de los cubanos por un futuro
    lejos de la isla | Cuba - http://www.diariolasamericas.com/america-latina/en-vacaciones-se-aviva-el-deseo-los-cubanos-un-futuro-lejos-la-isla-n4126818

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