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    From Elio I. Valarezo@21:1/5 to All on Sun Mar 7 21:34:43 2021
    Sábado, 06 de Marzo, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica


    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


    La CRUZ mordida por la muerte, golpeó postes del infierno, levantándote milagrosamente, mordido nuevamente con vida hacia la gloria celestial: sanado, enriquecido y por siempre feliz:


    Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba bautizar la tierra entra, empezando con su corazón, porque Él estaba dispuesto a derramar su amor infalible de su corazón santísimo sobre la humanidad entera, y así, ellos vean vida nuevamente,
    estableciendo así su semilla santa, como su carne sagrada con sus hijos, finalmente para tener su cruz sobrevolando sobre su reino de amor eterno y con salvación para todos. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba preparar la tierra entera
    junto con las familias de las naciones pasadas y futuras para recibirlo a Él junto con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo, porque Él iba a crear su dulce hogar, en donde el pecado jamás existió en sus hijos en toda una eternidad entera, como
    contigo y conmigo hoy en día .


    Por lo tanto, nuestro Padre celestial necesita remover el pecado no solamente de Adán y de Eva, pero de sus hijos igualmente, y esto es contigo y con tus amados, incluyendo vecinos y amistades de alrededor del mundo, que necesitan renacer del bautismo
    en agua y del bautismo del Espíritu Santo, para finalmente recibirlos, como su familia divina para la eternidad venidera. Verdaderamente, nuestro Padre amó tanto a este mundo, que Él nos entregó a todos nosotros a su unigénito Jesucristo, para que
    todo aquel que crea en él no muera más bien sea perdonado para ver vida nuevamente en la tierra, eternamente bendecido por su semilla santa, que es su carne sin pecados, su cruz, llevando su santo nombre fuegos eternamente victorioso sobre todo pecado.


    Por lo tanto, nuestro Padre celestial necesitaba quitar no solamente el pecado de tu vida entera, pero igualmente a Satanás, ángeles caídos, familias brujas, maldiciones, pobreza, conflictos, muerte y al infierno tormentoso, para que Él pueda
    descender a vivir contigo y con tus amados, vecinos y amistades, eternamente amado por su roca de salvación en ti, entregándole a Él océanos de amor toda una eternidad. Realmente, el amor infalible de nuestro Padre celestial había sido derramado ya
    sobre su familia divina, como su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, entonces, Él lo hizo, liberándote de pecados, de Satanás, ángeles caídos, la muerte y el infierno tormentoso, causándote siempre problemas, para que tú jamás conozcas que tú
    ya has sido amado, bendecido y enriquecido con su vida eterna infinitamente.


    Ciertamente, si nuestro Padre celestial puede remover no solamente pecados de ti, de tus amados, vecinos y amistades, entonces, Él puede igualmente quitar a Satanás, ángeles caídos, problemas, maldiciones, pobreza, familias brujas, muerte y el
    infierno de tu diario vivir: por su gracia, su camino hacia ti estaría libre de todo espíritu inmundo, para tú recibir sus bendiciones constantemente cada día. Ya que, nuestro Padre celestial necesita remover pecados de ti, de tus amados, vecinos y
    amistades de alrededor del mundo, para Él finalmente poder deshacerse de Satanás y de su reino de tinieblas, y así, Él permitirte a ti gozar de sus riquezas cada día del cielo arriba y junto con las de Canaán igualmente, que nacieron contigo para
    enriquecer la tierra entera.


    Riquezas y poderes que nacieron contigo, cuando tú emergías de la imagen de nuestro Padre celestial y de su alma santísima, fueron quitadas de ti y de tus amados para mantenerlos asegurados y lejos de Satanás y de sus tinieblas en Canaán, su tierra
    santa, para que tú las tengas nuevamente todas ellas, renaciendo del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo. Ahora, nuestro Padre celestial te necesita bautizado, porque este es el único camino posible, separándote de la carne pecadora y
    del espíritu de error para recibir su semilla santa, como carne sin pecados y su Espíritu Santo, y así, Él tenerte a ti recibiendo riquezas cotidianas, que legalmente te pertenecen a ti en el cielo arriba y en la tierra abajo, empezando en Canaán.


    Realmente, estas riquezas que te pertenecen a ti y a tus amados enteramente todas ellas están almacenadas en Canaán junto a otras riquezas, que nuestro Padre celestial te las confiara a ti con su carne sagrada y con su Espíritu Santo únicamente, y asÃ
    ­, tú las tengas diariamente hasta que su reino venga al mundo, enriqueciéndolo así enteramente todo, descendiendo finalmente hacia ti. Verdaderamente, tú has nacido de nuestro Padre celestial para llenar el cielo y la tierra con riquezas, creadas
    por nuestro Padre celestial, pensando en ti, y amándote con su corazón santísimo, como siempre amó a su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, enriqueciendo así tú mismo la tierra entera para su descenso final hacia Canaán, para ser uno con Israel
    y la humanidad entera.


    Esta es riqueza con la que tú naciste con ella, cuando tú emergías de la imagen y del alma santísima de nuestro Padre celestial, enriqueciendo así no solamente tu vida entera y la de tus amados, vecinos y amistades, pero igualmente enriquecer la
    tierra entera, para Él descender con su reino angelical hacia una tierra, enriquecida por ti poderosamente con riquezas interminables toda una eternidad. Además, todo esto es únicamente posible contigo y con tus amados al tener tus pecados removidos,
    para que Satanás junto con sus espíritus inmundos fallen siempre en vivir cerca de ti, porque él está junto con sus espíritus inmundos bloqueando riquezas que descenderán del cielo arriba y de Canaán hacia ti, para que tú enriquezcas la tierra
    enteramente para su glorioso reino venidero pronto.


    Entendiendo que, Satanás junto con sus ángeles caídos es extremadamente malvado hacia nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo al él estar cerca de ti con sus espíritus inmundos, como su piel de tinieblas y maldad, bloqueando
    eternas riquezas, como las mencionadas antes, y así, tú falles en conocer riquezas ni menos bendecir la tierra entera para su reino venidero. Porque Satanás conoce junto con sus ángeles caídos, que tú ya has sido bendecido desde la fundación del
    mundo, porque su Hijo Jesucristo fue inmolado sobre su altar, para Él crear cielos y tierra junto con todas sus cosas en ellos, creadas por Él con perfecta santidad y dulzuras sin fin para ti gozarlas con tus amados y amistades siempre, toda una
    eternidad entera.


    Presentemente, Satanás está trabajando en contra de nuestro Padre celestial, bloqueando tus ojos con tinieblas, para que tú jamás veas, que tú ya has sido bendecido por Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo desde la creación del cielo y la
    tierra, por ende, tú tienes que enriquecerla finalmente al nacer nuevamente de su bautismo en agua, invocando su santo nombre fuegos. Efectivamente, nuestro Padre celestial tenía que haber tenido ya a Abraham sentándose con Él a su Mesa santa,
    comiendo del pan y vino, servida únicamente por su Hijo Jesucristo a huestes angelicales: manteniéndolos a todos ellos amorosos, perfectos y santísimos para su santo nombre, por ende, él te estará bendiciendo a ti igualmente para bendecir la tierra
    entera poderosamente, contando contigo siempre estará Él.


    Definitivamente, nuestro Padre celestial necesitaba crear nuevas cosas en la tierra, y Él necesitaba crearlas todas ellas, teniéndote a ti bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de
    Jacobo, y así, abandones la carne pecadora por su carne sin pecados, llenándote a ti diariamente con nuevas cosas jamás tocadas por el pecado. Ahora, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente tenerte a ti bautizado junto con tus amados, vecinos
    y amistades, pero igualmente el corazón de la tierra, que es el infierno tormentoso para naciones antiguas y modernas, descendiendo allí eventualmente eternamente condenadas, porque todas ellas fallaron en conocer su santo nombre fuegos y su bautismo
    en agua para remover sus pecados de ellos al fin eternamente.


    Además, nuestro Padre celestial necesitaba bautizar el corazón de la tierra con el bautismo del Mar Rojo, pero igualmente su altar del monte santo de Jerusalén con su santo nombre fuegos, en donde su semilla santa se desplegaría con su Hijo
    Jesucristo clavado a Israel y las naciones antiguas y modernas, declarándolos perfectos, santos y justificados eternamente con salvación eterna, conquistada en Canaán últimamente. Evidentemente, nuestro Padre celestial tenia que destruir toda carne
    en días de Noé, removiendo así a Satanás, ángeles caídos y la muerte de la tierra entera, y finalmente Él liberar a familias de las naciones de la carne pecadora, causándoles violencia en su presencia santísima, luego tenia que bautizar su santo
    nombre fuegos con el bautismo del río Jordán, que su Hijo Jesucristo recibiría postreramente.


    Amorosamente, nuestro Padre celestial tenia que bautizar su santo nombre fuegos en la tierra, pero con su Hijo Jesucristo bautizado del Jordán por Juan el Bautista, en Canaán, porque había sido atacado por el pecado y rebelión de Lucifer manifestada
    grandemente en un tercio de huestes angelicales, y así, Él quitar el pecado de sus hijos y de la tierra enteramente para su reino venidero. Además, nuestro Padre celestial necesitaba glorificar su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, en Canaán,
    con Israel antiguo y las naciones antiguas y modernas, y así, Él mismo crear nuevas cosas para su reino de amor eterno, que tenia que empezar en su corazón santísimo de su pecho, plantado debajo de Canaán, en donde el pecado en ti jamás existió en
    la eternidad.


    Por todo ello, nuestro Padre celestial había participado del pan y vino, servido por su Hijo Jesucristo, como rey de Salem y conocido también como Melquisedec (Justicia Divina de Dios en la tierra con la humanidad entera y con huestes angelicales del
    cielo), entonces, su Hijo Jesucristo podía nacer en Canaán, entregándonos este bautismo poderoso en agua, salvando la tierra entera del pecado al fin. Para bautizar el santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial, entregándonos así perfecta
    salvación para con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, primeramente, el corazón de la tierra debía bautizarse con naciones antiguas y modernas, fallando en invocarlo en su bautismo en agua, para recibir finalmente al Rey MesÃ
    ­as, bautizado ya en el Jordán por Juan, en Canaán.


    Esto fue algo, únicamente disponible para nuestro Padre celestial bautizar su santo nombre fuegos con su Hijo Jesucristo, que es Isaac nuevamente, nacido de la hija virgen de David con carne sagrada y con sangre expiatoria, derrotando a Satanás, á
    ngeles caídos, pobreza, maldiciones, familias brujas, muerte y el infierno, finalmente honrando su santo nombre fuegos, destruyendo el pecado en un día de Canaán eternamente. Ciertamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo
    Jesucristo, como Isaac, naciendo del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu, entregándoles a naciones su carne sagrada y sangre expiatoria que se necesitaban sobre la cruz, empezando con Israel, finalmente honrando su nombre con Israel antiguo
    bautizado del Mar Rojo y con el Mesías bautizado del Jordán, redimiéndote del pecado a ti hoy.


    Ciertamente, considerando que nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu Santo, entonces, Jacobo nació junto con doce patriarcas israelitas en Canaán, pero sin conocer su santo
    nombre: porque sus hijos necesitaban vivir en el cautiverio egipcio por cuatro siglos, recogiendo pecados del mundo para destruirlos en el bautismo del Mar Rojo postreramente. Verdaderamente, nuestro Padre celestial necesitaba pecados cometidos por
    familias de Israel y de las naciones en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, destruidos en la carne sagrada de Isaac en el Mar Rojo, pero igualmente, destruidos con la sangre expiatoria derramándose sobre el monte santo de Jerusalén
    con el Mesías bautizado del Jordán, salvando la tierra entera del pecado últimamente.


    Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente remover cada pecado cometido en contra de su santo nombre por Lucifer, ángeles caídos, la muerte, el infierno y sus hijos de Israel de naciones antiguas y modernas, pero igualmente, Él
    necesitaba la tierra entera bautizada en agua, para que su reino de amor eterno venga, viviendo así Él eternamente amado por sus hijos, pero sin pecados eternamente. Ciertamente, nuestro Padre celestial no podía empezar su nueva tierra con sus hijos
    de Israel y de las naciones, amándolo a Él con océanos de amor, felicidad y gozos junto con otras bendiciones importantes, como riquezas y dulzuras de su roca salvadora hasta que su santo nombre sea bautizado en Canaán, finalmente así bendicié
    ndolos a todos, como sus hijos legítimos bautizados en agua en la tierra.


    Categóricamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su santo nombre fuegos bautizado en agua del Mar Rojo con Israel antiguo y con las naciones ya cautivos en el infierno tormentoso, pero igualmente bautizado de Canaán del Jordán por su Hijo
    Jesucristo victorioso sobre Satanás, pecados, ángeles caídos, muerte, familias brujas y el infierno, bendiciendo así a sus hijos, bautizándolos en agua en la tierra finalmente. Evidentemente, nuestro Padre celestial necesitaba sobre todo lo alto de
    la tierra a Israel antiguo bautizado primero con las familias antiguas y modernas de puertas del infierno para vivir nuevamente, pero igualmente con su Hijo Jesucristo bautizado del jordán para los no bautizados aun en agua últimamente, finalmente para
    que Israel descienda a Canaán, manifestándole amor genuino al Padre celestial por un milenio entero.


    Conclusivamente, es únicamente bautizándose en agua, invocando la perfecta santidad de nuestro Padre celestial, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, entonces todos nosotros de Israel y de las naciones, abandonaran la carne pecadora y
    el espíritu de error por la carne sin pecados y el Espíritu Santo, finalmente uno vive así bendecido por la salvación de su santo nombre eternamente. Definitivamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo como Isaac
    del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu, porque Él necesitaba su semilla santa, como su carne sin pecados y su Espíritu Santo en cada hijo de Israel, pero igualmente de cada nación antigua y moderna, clavados todos a su santo nombre fuegos
    sobre su cruz, bautizada ya en agua perpetuamente.


    Evidentemente, nuestro Padre celestial necesitaba clavar su santo nombre fuegos a la carne sin pecados de Isaac y llena de su Espíritu Santo para sus hijos de las naciones yaciendo ya en el infierno tormentoso, condenados por no bautizarse en agua, pero
    igualmente clavados a sus hijos de generaciones venideras, finalmente salvándolos, bendiciendo a toda carne, por su cruz bautizada ya sobrevolando toda la tierra. Considerando que, la semilla santa de nuestro Padre celestial, nacida inicialmente del
    vientre estéril de Sarah, por su Espíritu, como Isaac, que es su Hijo Jesucristo cargando pecados de familias antiguas y modernas de las naciones, del cautiverio egipcio de cuatrocientos años, entonces con los pecados de todos bautizados del Mar Rojo,
    finalmente bendijo el corazón de la tierra con salvación perfecta para siempre.


    Efectivamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo no solamente como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu, y sea Jacobo y los doce patriarcas israelíes en Canaán, y sus hijos cautivos de egipcio llevaban pecados del
    mundo, bautizándolos del Mar Rojo, pero igualmente, Él necesitaba a Israel, renaciendo del corazón de la tierra, como su dulce hogar para su gloria angelical finalmente. Realmente, fue importante para nuestro Padre celestial tener su semilla santa,
    como Israel antiguo naciendo de Isaac no solamente llevando pecados de las familias antiguas y modernas al bautismo del Mar Rojo, finalmente bautizando la cruz que llevaría su santo nombre en perfecta santidad para siempre sobrevolando la tierra entera,
    pero igualmente, estableciendo así la salvación perfecta de todos sus hijos en Canaán.


    Consiguientemente, nuestro Padre celestial necesitaba su semilla santa, como carne sin pecados de Israel y con su Espíritu Santo, su cruz llevando pecados de naciones antiguas y modernas al bautismo del Mar Rojo, pero igualmente por el desierto del SinaÃ
    ­: expiando, juzgando y cubriendo pecados con sangres de víctimas en el Lugar Santísimo del tabernáculo, asegurando salvación final de sus hijos sobre el monte Sion, en Canaán. Legalmente, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente su semilla
    santa, como carne sin pecados de Isaac, su cruz, llevando pecados al bautismo del Mar Rojo, pero igualmente por el desierto del Sinaí, Él mismo expiaba, juzgaba y cubría tus pecados con el Lugar Santísimo del tabernáculo, descendiendo finalmente al
    Valle de los huesos secos, convirtiendo tu lugar tormentoso en su corazón santísimo para siempre.


    Definitivamente, nuestro Padre celestial necesitaba expiar, juzgar y cubrir tus pecados con sangres expiatorias de víctimas en el Lugar Santísimo del tabernáculo, y así, Satanás, ángeles caídos y la muerte fallen siempre en llevarte la contraria
    en tus días, destruyéndote finalmente sobre postes del infierno, porque Él mismo tornándolos en su cruz descendió a lugares muy bajos por ti, ascendiendo luego contigo eternamente justificado. Mejor dicho, nuestro Padre celestial tuvo su semilla
    santa, como Israel antiguo no solamente llevando tus pecados al bautismo del Mar Rojo, pero igualmente por el desierto del Sinaí, como su cruz: expiando, juzgando y cubriendo con sangres de carneros tus pecados ya destinándote al infierno condenado,
    entonces, la cruz descendió a postes infernales para ser tus puertas al cielo, encontrando hoy tu vida en Canaán finalmente.


    Además, nuestro Padre celestial ha logrado estas obras salvadoras con Israel antiguo por el cautiverio egipcio, por el desierto del Sinaí finalmente descendiendo a postes del infierno, sangrando, mordidos por serpientes venenosas, dado que, Israel
    seria mordido nuevamente con serpientes de bronce, entregándonos su semilla santa, que es su carne sin pecados, sangrando vida eterna por ti para vivir justificado en la gloria celestial eternamente. Verdaderamente, bautizado en agua, invocándolo a Él,
    como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, clavado a la cruz, que había descendido a postes del infierno, mordido por serpientes venenosas, mordido nuevamente luego por serpientes de bronce, entonces tú eres bendecido, con tus pecados
    lavados y lejos de ti infinitamente, únicamente conociendo vida eterna con sus riquezas cotidianas y sin fin.


    Considerando que, bautizado en agua, entonces, tú renacerás de la semilla santa de nuestro Padre celestial, como carne sin pecados, entregándote a ti su sangre expiatoria de vida eterna, en donde sus Diez Mandamientos han sido por siempre perfectos
    con Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, finalmente tú renacido serás parte de Él en su familia divina, enriqueciendo la tierra entera siempre. Visto que, nuestro Padre celestial te necesita a ti renacido del bautismo junto con tus amados,
    vecinos y amistades, porque bautizado en agua tú recibirás su cuerpo glorificado, en donde no solamente sus mandamientos han sido perfectos en la eternidad, pero igualmente su santo nombre fuegos junto con cada día festivo, que Él normalmente celebra
    con sus hijos y sus santos ángeles en la Creación.


    Sinceramente, nuestro Padre celestial te necesita bautizado junto con tus amados, porque entonces tú estarás con su cruz, que recogió tus pecados del cautiverio egipcio, bautizados del Mar Rojo, viviéndolos por el desierto del Sinaí, para descender
    sangrando, mordidos por serpientes venenosas, luego nuevamente mordidos con vida y con golpes de serpientes de bronce te moldeó santo y perfecto, así como Él eternamente lo es. Históricamente, nuestro Padre celestial con Israel antiguo que ya había
    expiado, juzgado y cubierto tus pecados con el bautismo del Mar Rojo: luego camino por el desierto del Sinaí con tus pecados para descender a postes del infierno, para que tú seas uno en su semilla santa, bautizado del Mar rojo, pero igualmente luego
    bautizado del Jordán por su Hijo Jesucristo, declarándote perfecto y santo hoy.


    Además, nuestro Padre celestial no solamente necesitaba declarar a Abraham, pero igualmente a Sarah y sus hijos adoptados perfectos y santos, por vivir con Isaac, y su primogénito Jacobo junto con doce patriarcas israelís vivan en Canaán, y sus hijos
    viviendo el cautiverio egipcio, asimilando tu cautiverio del infierno, entonces, destruyó tus pecados, finalmente declarándote perfecto y santo, accediendo a su nueva tierra justificado eternamente. Ahora, nuestro Padre celestial bautizado te quiere a
    ti, invocándolo, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, porque Él necesita remover cada tiniebla recibida de Satanás y de sus ángeles caídos del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del bien y del mal, dado que, tú debes entrar
    a su vida eterna con su santo nombre limpio de tinieblas perpetuamente.


    Por eso, bautizándote, invocando la perfecta santidad del santo nombre de nuestro Padre celestial, que ha sido ya bautizado del Mar Rojo con Israel antiguo y con el Mesías del Jordán, en Canaán, entonces, tú tendrás acceso a riquezas cotidianas de
    Canaán que tú has nacido con ellas, cuando emergías de su imagen inicialmente para enriquecer su santo nombre y la tierra entera siempre. Por cuanto, esta es riqueza junto con conocimiento del Señor, sabiduría, inteligencia, sanidad y dulzuras de
    leche y miel junto con importantes bendiciones de su amor infalible continuamente enriqueciendo su santo nombre en ti junto con tus amados, vecinos y amistades, porque Él necesita bendecir, sanar y enriquecer a todos en el mundo entero con salvación
    perfecta para la eternidad venidera.


    Por lo tanto, tú debes bautizarte en agua, invocando la santidad de su nombre, sumergiéndote en tu bañera hogareña, al instante emergiendo del río jordán en Canaán con nuestro Padre celestial y con su Espíritu Santo, porque ahora tú estarás
    vestido con su cuerpo glorificado, en donde el pecado no existe perpetuamente y Satanás junto con ángeles caídos fallaran en engañarte nuevamente, como antes. Aquí es, en donde nuestro Padre celestial te necesita a ti con Él, su Hijo Jesucristo y
    su Espíritu Santo junto con sus ángeles y familias redimidas en generaciones anteriores, por haberse bautizado en agua en sus días, para Él enriquecerte a ti, dado que, enriqueciéndote a ti entonces Él estará enriqueciendo su santo nombre y la
    tierra entera, para su nuevo reino venidero.


    Por otro lado, Satanás te mentira a ti con sus ángeles caídos y familias brujas en tu alrededor, porque al hacerte creer en mentira entonces él estará derramando tinieblas sobre ti, cegándote a ti, fallando siempre en conocer que tú ya has sido
    bendecido, sanado y enriquecido desde la fundación del mundo, logrando siempre que tú seas pobre únicamente hasta que te bautices en agua. Por lo tanto, el bautismo en agua de nuestro Padre celestial es muy importante para ti y los tuyos,
    especialmente tus hijos, viviendo un futuro brillante con ellos, bendecidos ya con riquezas cotidianas de Canaán, disponibles a ti solamente en su carne sin pecados, y así, tú enriquezcas cada día su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, en Canaá
    n, con riquezas continuas perpetuamente.


    Bautizándote, entonces tú serás plantado, como semilla santa de nuestro Padre celestial en Canaán, que es su tierra santa, llena de riquezas asombrosas de la gloria celestial y de su corazón santísimo, que está debajo del monte santo de Jerusalén,
    amando su santo nombre fuegos junto contigo y con tus amados, y así, tú solamente conozcas amor, paz, sanidad, prosperidad y alegrías toda una vida. De seguro, así es como tú conocerás riquezas en tu vida, en donde sea que tú vivas con tu fe
    religiosa, porque Él ya ha quitado pecados de musulmanes, budistas, taoístas, cristianos, hebreos y otras religiones, por su cruz y su Hijo Jesucristo derramando sangre expiatoria, logrando así un futuro brillante, gozando riquezas siempre—pero esto
    es sólo posible contigo bautizado ahora mismo.


    Ciertamente, Satanás junto con sus ángeles caídos te necesita lejos del bautismo en agua, viviendo con la carne pecadora, que comió del fruto prohibido, para enfermarte, y que tú siempre falles en tus cosas, empobreciéndote así cada día hasta que
    tú mueras, sin embargo, bautizado en agua entonces tú serás enriquecido con su carne sin pecados en todos tus días, sin perder ninguna bendición jamás. Realmente, en el bautismo en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre entonces tú
    renacerás en Canaán, en donde su Hijo Jesucristo nació del vientre estéril de Sarah como Isaac, por el Espíritu Santo, y luego nació nuevamente de la hija virgen de David, y así, tú renazcas también, enriqueciéndote así con su vida asombrosa
    en tu tierra natal y con tus amados.


    Y aquí es, en donde tu vida entera se lanza hacia la eternidad, empezando en tu hogar con tus amados, únicamente conociendo asombrosas riquezas cotidianas de Canaán, que nacieron contigo, cuando tú emergías de la imagen y alma santísima de nuestro
    Padre celestial, y así, tú conozcas amor, paz, prosperidad, riquezas y alegrías interminables, glorificando su santo nombre fuegos sobre su monte Sion progresivamente. Esta es la vida gloriosa de nuestro Padre celestial, que Él personalmente ya te la
    ha otorgado a ti, tus amados, vecinos y amistades, por su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, que está siempre enriquecida en Canaán, sin embargo, Satanás junto con sus ángeles caídos, brujos y la muerte estará siempre cegándote, para que tú
    falles en conocerla en tus días de la tierra.


    Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial necesita que tú estés, porque es aquí en donde Él te conoce, así por completo como Él conoce a su Hijo Jesucristo en su semejanza, que es su semilla santa, la carne sin pecados y llena del Espíritu
    Santo con poderes interminables, bendiciéndote a ti cada día de tu vida hasta que su reino venga. Entendiendo que, tú ahora habrás renacido de su bautismo en agua, invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, vistiendo su
    carne sin pecados y su sangre expiatoria, derrotando a Satanás, ángeles caídos, maldiciones, enfermedades, pobreza, muerte y el infierno tormentoso junto con su reino de tinieblas, finalmente Él vivirá ejecutando su voluntad perfecta contigo en la
    tierra siempre.


    Esta es la voluntad perfecta de nuestro Padre celestial finalmente cumpliéndose en ti junto con tus amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo, porque tú ahora habrás renacido del bautismo en agua y en su cuerpo glorificado, que Satanás y sus
    ángeles caídos junto con la muerte y el infierno tormentoso han fallado en entenderlo hasta hoy, para trabajar en contra de él, destruyéndolo. Realmente, bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces, Él será parte de ti,
    y tú parte de Él, porque Él vivirá contigo en ti, como su semilla santa, la carne de Isaac y su sangre expiatoria, derrotando a Satanás y a sus secuaces, como familias brujas, que siempre hacen brujerías para engañarte a ti junto con los tuyos y
    amistades también.


    Definitivamente, bautizado en agua entonces tú vivirás en su semilla santa, nacida como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, en Canaán, que tomó tus pecados del cautiverio egipcio para el bautismo del Mar Rojo, finalmente
    entrando a tu vida del desierto del Sinaí, en donde Satanás con sus brujos estaba derrotándote a ti siempre, para destruirlo ahora mismo por ti inmediatamente. Entendiendo que, para nuestro Padre celestial empezar a encontrarte a ti, y finalmente
    ayudarte cada día de tu vida hasta que su reino venga al mundo, entonces, Él tuvo que descender con Israel antiguo mordido por serpientes venenosas para ser una semilla santa, bautizada del Mar Rojo, para ascender contigo al monte santo de Jerusalén,
    en Canaán, eternamente victorioso sobre Satanás para siempre.


    Además, nuestro Padre celestial necesita derrotar a Satanás y a sus malvados, como familias satanistas junto sus espíritus inmundos en tu vida, en tus amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo, pero tú tienes que bautizarte en agua,
    invocando la perfecta santidad de su nombre y su carne sin pecados y el Espíritu Santo para destruir a cada enemigo viniendo hacia ti siempre. Seguidamente, nuestro Padre celestial descendió con Israel antiguo, mordidos por serpientes venenosas fueron
    clavados a postes del infierno para ser uno con las familias de las naciones, incluyendo a tus antepasados y contigo también junto con tus amados, sacándote del infierno tormentoso, y así, tú siempre estés con su santo nombre fuegos sobre su monte
    santo de Jerusalén, realmente liberado y justificado siempre.


    En otras palabras, nuestro Padre celestial descendió con Israel antiguo, mordido por serpientes venenosas, atacándote a ti ya en vida para liberarte a ti junto con los tuyos, vecinos y amistades del mundo entero, y así, tú nunca desciendas
    eternamente condenado en tus pecados, porque su cruz te ha levantado a ti de postes del infierno hacia postes de la gloria celestial liberado—salvándote. Correctamente, la semilla santa de nuestro Padre celestial, la cruz, que en vida fue Israel
    antiguo descendiendo a recoger naciones de postes del infierno, mordidos y sangrando de serpientes venenosas, entonces, ella te levantó a ti del infierno, mordido con vida, y así, tú jamás desciendas a él junto con tus amados, porque Satanás,
    pecados y el infierno fueron derrotados por ella ya perpetuamente.


    Comprobado que, tú ves en estos días la cruz sobre el monte santo de Jerusalén, en Canaán, sobrevolando gloriosamente sobre la tierra entera, porque descendió a postes del infierno para rescatarte a ti, sacándote de allí antes que desciendas a él
    perdido, destruyendo a Satanás y su reino de tinieblas, entonces, tú gozaras tu perfecta salvación con tus amados en toda la tierra al fin. Realmente, esta semilla santa de nuestro Padre celestial, como Isaac, naciendo del vientre estéril de Sarah,
    convertido en su corazón santísimo, sanándolo: para que su carne sagrada con su Espíritu Santo sea Israel en Canaán, pero igualmente, vea vida nuevamente desde el corazón de la tierra, convertido últimamente en su corazón santísimo, amando
    apasionadamente a Israel junto contigo siempre, empezando en tu hogar hoy.



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