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    From valarezo@21:1/5 to All on Fri Oct 1 19:40:26 2021
    Sábado, 02 de Octubre, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica



    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)



    Telón del Lugar Santísimo fue salpicado siete veces con su sangre santa por el SÁBADO, y EL PADRE salió: caminando contigo en la tierra entera siempre:


    Divinamente, nuestro Padre celestial había creado cielos y tierra para salpicarla con su misma vida, pues Él necesitaba remover no solamente el pecado del reino angelical, pero igualmente, remover a Satanás enteramente y ángeles caídos junto con la
    muerte y el infierno tormentoso, empezando seguidamente una nueva tierra llena de su vida misma conociendo amor, paz, riquezas y alegrías interminables con sus hijos una eternidad. Puesto, que nuestro Padre celestial necesitaba derramar su vida eterna
    sobre sus hijos que habían pecado en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para Él poder vivir con ellos, porque ellos habían nacido de su imagen y de su alma santísima conociendo únicamente: amor, paz, prosperidad y alegrías
    interminables con Él en todo su reino de vida.


    Ciertamente, nuestro Padre celestial había dado vida a sus hijos únicamente para vivir con Él y con su santo nombre fuegos, porque Él había creado cielos y tierra para vivir con su familia divina, que es su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo junto
    contigo y tus amados, vecinos y amistades con riquezas nacidas de su corazón santísimo jamás tocadas por el mal perpetuamente. Ya que, es riqueza escondida de Lucifer y de sus ángeles caídos, porque riquezas vinieron con cielos y tierra únicamente
    para ser conocidas por Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo junto las familias de las naciones, dado que esta riqueza enriquece su santo nombre fuego contigo, conquistando así nuevas glorias jamás vistas por nadie en la eternidad.


    Realmente, desde que Adán y Eva nacieron de la imagen de nuestro Padre celestial con riquezas infinitas, que Lucifer junto con ángeles caídos jamás había visto en todo el reino angelical, entonces, él necesitaba que los hijos del SEÑOR jamás las
    conozcan, que ellos mismos habían nacido con ellas, para enriquecer su santo nombre fuegos en su dulce hogar, que es su nueva tierra. Por eso, Lucifer tuvo a la serpiente del Edén, engañando a Eva para comer del fruto prohibido, del árbol de la
    ciencia del bien del mal, para que ellos fallen en vivir la vida eterna, que nuestro Padre celestial les había otorgado al nacer de Él, enriqueciéndolos a ellos de su corazón santísimo que enriquecen su santo nombre fuegos toda una vida siempre.


    Por consiguiente, cegando a Adán y a Eva junto con sus hijos, al tenerlos a ellos, comiendo del fruto prohibido, entonces, ellos automáticamente vivirían una vida siempre fallando en conocer riquezas, que ellos habían nacido con ellas, cuando emergí
    an de la imagen y del alma santísima de nuestro Padre celestial, haciendo que fallen en amar su santo nombre fuegos siempre en todos sus días. Realmente, Lucifer no quiere que nadie conozca riquezas en que ellos habían nacido con ellos, al salir de la
    imagen y del alma santísima de nuestro Padre celestial, porque riquezas de su corazón santísimo enriquece toda vida en el reino angelical y en la tierra entera igualmente, honorando, exaltando y glorificando su santo nombre fuegos, como nunca antes en
    la eternidad.


    Claramente, fue importante para nuestro Padre celestial derramar de su vida sobre sus hijos ya perdidos en la tierra, además de aquellos perdidos en el infierno, porque la humanidad entera había ya muerto pecadora, fallando en ver riquezas nuevamente;
    sin embargo, Él aun podía salvar a sus hijos con sus riquezas interminables, que Él necesitaba derramarlas sobre la tierra entera con su misma vida. Verdaderamente, Lucifer solamente desea empobrecer a hijos de nuestro Padre celestial, porque su pelea
    en la gloria angelical es en contra de que el santo nombre fuegos sea amado, servido, exaltado y glorificado en la Creación con cada hombre, mujer, niño y niña junto con huestes angelicales, por ende, así todos jamás conozcan su grandeza (
    enriqueciendo las familias), que existe exaltándolo en la tierra siempre.


    Ahora, para nuestro Padre celestial destruir el plan de Lucifer de empobrecer la tierra entera junto con cada hombre, mujer, niño y niña de las familias de las naciones, además de Israel enteramente, entonces, Él debía derramar su misma vida eterna,
    que es siempre sobre riquezas para toda vida humana y animal igualmente, floreciendo siempre persistentemente, pero Él necesitaba derramarla sobre sus mismos hijos únicamente. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba derramar su misma vida
    gloriosa sobre una carne nueva desconocida enteramente por el pecado, porque Adán y Eva junto con sus hijos habían pecado ya en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, comiendo del fruto prohibido, cuando fueron llamados a comer del á
    rbol de vida, en el epicentro del paraíso.


    Decididamente, nuestro Padre celestial esperaba por generaciones ver: si alguien lo buscara a Él y a su santo nombre fuegos, para salvarlos a todos del mal causado por Lucifer en contra de ellos, como el mal tuvo a Eva y luego a Adán comiendo del fruto
    prohibido, cambiando sus vidas, en donde riquezas son imposibles siempre toda una vida hasta morir en el infierno tormentoso. Además, nuestro Padre celestial necesitaba establecer una nueva carne sobre la tierra con la humanidad entera, comiendo de Él
    sobre su Mesa santa: pan y vino, entregándoles así no solamente un nuevo comienzo en vida, vistiendo su carne sin pecados y con su sangre expiatoria, pero igualmente junto con todo ello riquezas, que Lucifer amaría tenerlas, pero esto es imposible
    para él para siempre.


    Soberanamente, nuestro Padre celestial había creado cielos y tierra con riquezas, enriqueciendo así su santo nombre fuegos por sus hijos nacidos de su imagen y alma santísima, y este eres tú junto con tus amados, vecinos y amistades, además de Adán
    y Eva, porque Él te necesita conociendo riquezas diariamente, enriqueciendo su amor asombroso y paz por ti y su santo nombre una vida entera. Misericordiosamente, riquezas de nuestro Padre celestial, plantadas en la tierra y en la gloria angelical,
    empezando en Canaán, te llevaran diariamente hacia su nueva tierra, como su nuevo reino de su amor, poderes y de riquezas toda una vida entera contigo y tus amados, mientras que Satanás necesita empobrecerte a ti, llevándote hacia su reino de
    tinieblas, muerte y pobreza interminable en la eternidad.


    Como resultado, riquezas cotidianas de nuestro Padre celestial están siempre disponibles para ti, tus amados, vecinos y amistades del mundo entero, pero tú tienes que vestirte en su carne sin pecados y con su sangre expiatoria, llena de su misma vida
    que has derrotado a Satanás, ángeles caídos, pobreza y el infierno tormentoso por ti, y así, tú recibas sus riquezas siempre sin fallarte jamás. Por cuanto, nuestro Padre celestial ha hecho disponible sus riquezas personales para ti y tus amados,
    vecinos y amistades, porque Él realmente necesita enriquecerte a ti, enriqueciendo así su santo nombre fuegos en las naciones en la tierra, naciones creadas ya por Él con riquezas sin fin viniendo hacia a ti siempre, pero únicamente en su carne sin
    pecados, vistiéndote finalmente con perfecta santidad.


    Considerando que, nuestro Padre celestial le dijo a Abraham, que él necesitaba ser santo y perfecto, así como Él lo es ante su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo para entrar a la vida eterna, abundantemente llena de riquezas sin fin no solamente en
    la gloria angelical, pero igualmente en Canaán, enriqueciendo su nueva tierra nacida de su corazón santísimo, al derramarla sobre Isaac enteramente. Verdaderamente al sentarse nuestro Padre celestial con Abraham a su Mesa santa, entonces, Él comió
    pan y vino en la tierra, que es siempre el alimento cotidiano de las huestes angelicales, manteniéndolos así perfectos y santos para amar, servir y exaltar su santo nombre sobre la cruz del monte de Jerusalén, en Canaán, milagrosamente conquistando
    siempre nuevas riquezas, glorias y poderes jamás vistos antes.


    Aquí es cuando. Nuestro Padre celestial pudo tener a su Hijo Jesucristo naciendo del vientre estéril de Sarah, por poderes del Espíritu Santo, porque Él necesitaba su vida eterna en cada hombre, mujer, niño y niña en la tierra, sin importar jamás
    si eran ya muertos en el infierno o no, visto que Él tiene poderes, dándoles vida nuevamente, honrando su santo nombre santo finalmente para siempre. En verdad, nuestro Padre celestial eventualmente tendrá a familias antiguas y modernas de las
    naciones: amando, honrando y exaltando su santo nombre fuegos sobre su cruz del monte de Jerusalén, en Canaán, ya que Él posee poderes del Juramento a Israel para lograrlo con sus hijos, honrando su santo nombre fuegos en la tierra entera, y toda vida
    florezca con riquezas sin fin siempre.


    Ahora, cuando nuestro Padre celestial le dijo a Abraham, que él debía ser perfecto y santo, así como Él ante su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo para vivir vida eterna, que es enriquecida con riquezas inacabables, entonces, esto significa, que É
    l lo llamaba a él junto con sus hijos al bautismo en agua, invocando su santo nombre fuego, para ser uno con Él siempre. Seriamente, riquezas de nuestro Padre celestial únicamente lo conocen a Él y a sus hijos bautizados en agua, abandonando la carne
    pecadora y el espíritu de error que comió con la serpiente del fruto prohibido para recibir la carne sagrada y el Espíritu Santo comiendo fruto de vida, mordida por serpientes de bronce sobre la cruz del monte Sion, en Canaán, para salvación y
    riquezas interminables.


    Considerando que, esta es la única carne sin pecados y el Espíritu Santo, que realmente emergieron de nuestro Padre celestial para derramarse sobre la tierra entera para tener a sus hijos regresando a Él, renacidos, pero renacidos en agua, bautizá
    ndose, invocando la perfecta santidad de su santo nombre fuegos, enriqueciéndolos toda una vida entera hasta que su reino de amor venga finalmente. Visto que, esto era lo que nuestro Padre celestial necesitaba hacer con Abraham y con Sarah, comiendo
    juntos pan y vino, y su Hijo Jesucristo nazca con la carne sin pecados, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria, que te enriquece a ti, enriqueciendo así su santo nombre fuegos, que Lucifer hace todo lo que puede para empobrecerlo en toda la
    tierra para siempre.


    Divinamente, esta es la carne sin pecados de nuestro Padre celestial y su sangre expiatoria, que siempre ha derrotado a Satanás y a sus seguidores junto con el ángel de la muerte y el infierno tormentoso, porque su carne sagrada con su sangre
    expiatoria, que es su misma vida santísima, conociendo siempre riquezas, entonces te enriquece dramáticamente hasta que tú digas: Estoy enriquecido infinitamente. Puesto que, esto fue lo que le dijo Abraham a nuestro Padre celestial, porque él estaba
    recibiendo riquezas continuamente, por sólo obedecerle a Él fielmente: abandonando a su parentela, amistades y su tierra natal para entrar a Canaán, porque fue en Canaán, en donde él realmente empezó a experimentar grandes riquezas cada día,
    aunque Isaac no había nacido aún.


    Por lo tanto, una vez bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre todopoderoso, entrando en el agua, emergiendo inmediatamente en el río Jordán con nuestro Padre celestial y con su Espíritu Santo, en Canaán, porque ahora tú estará
    s viviendo en su carne sin pecados y llena de riquezas cotidianas y sin fin: amando, sirviendo y honrando su santo nombre siempre. Entendiendo que, es Canaán enriqueciéndote a ti, pero igualmente cada día de vida en tu tierra natal, porque tú habrás
    obedecido a nuestro Padre celestial al entrar en Canaán, que es bendecido con grandes riquezas para enriquecer la tierra entera junto con el paraíso, La Nueva Jerusalén del cielo arriba y otros lugares celestiales, y así, tú bendigas su santo nombre
    fuegos con perfectas riquezas siempre.


    Realmente, tú necesitas ver lo que nuestro Padre celestial hizo con Abraham, llamándolo a Canaán, porque Él necesitaba enriquecerlo a él junto con sus amados, además de Sarah su esposa con su vientre muerto para ser sanado milagrosamente, pero
    igualmente sus hijos prometidos de generaciones futuras, enriqueciendo así su santo nombre fuegos en Canaán y en su tierra natal también con sus parientes finalmente siempre. En otras palabras, si tú obedeces a nuestro Padre celestial al bautizarte
    en agua en tu bañera hogareña, entonces tú emergerás del Jordán en Canaán, porque para entrar a Canaán entonces tú tienes que ser bautizado en agua en tu tierra natal, para Él bendecirte a ti con riquezas cotidianas de Canaán, pero igualmente
    enriquece tus tierras, en donde tú naciste con tu familia.


    Fundamentalmente, bautizándote, entonces tú abandonaras la carne pecadora y el espíritu de error en donde tú conocerás siempre pobreza para recibir la carne sin pecados y el Espíritu Santo en donde tú siempre conocerás riquezas, porque riquezas
    de Canaán junto con la gloria celestial se derramarán sobre ti, vistiendo con prosperidad inacabable ante su cruz con su santo nombre del monte de Jerusalén, en Canaán. Por eso, es que Satanás jamás te permitirá bautizarte en agua en sus doctrinas
    falsas, que están en naciones alrededor del mundo, porque una vez bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces tú junto con tus amados en tu país natal conocerás cada día únicamente riquezas para glorias de su santo
    nombre fuegos en la tierra entera.


    Hoy en día, Satanás salpicara agua sobre ti, si tú pides ser bautizado por tu iglesia, y entonces lideres religiosos te declaran bautizado, rociando agua sobre ti, cuando el bautismo en agua es sumersión, porque tú tienes que abandonar la carne
    pecadora en el fondo del agua, emergiendo con la carne sin pecados en Canaán, conociendo riquezas toda una vida entera siempre con tus amados. Realmente, Satanás teme el bautismo en agua, mucho más que el infierno en sí, porque él conoce, que
    nuestro Padre celestial trabaja siempre con sus hijos de Israel y de las naciones bautizados en agua, y Él trabaja así poderosamente, porque Él necesita ejecutar poderes importantes únicamente disponibles a Él, en aquellos que se han sumergido en
    agua, emergiendo seguidamente en riquezas cotidianas de Canaán.


    Nosotros podemos ver, como Israel antiguo abandonó el cautiverio egipcio para cruzar el Mar Rojo, en donde no había puentes, cruzándolo, ni menos botes para llevar a la casa de Israel hacia al lado seguro, para que Satanás no los regrese cautivos
    nuevamente, porque ellos iban escapando tinieblas de Satanás con su hambruna y pobreza eterna para encontrar luz, poderes y riquezas en Canaán. Bien, bautízate, no te preocupes de tu iglesia, templo o lugar en donde tú te congregas para bautizarte, t
    lo puedes hacerlo en tu bañera hogareña, piscina, playa o en cualquier agua abundantemente suficiente para sumergirte en él, emergiendo en Canaán instantáneamente bendecido perpetuamente, porque tú necesitas estar en Canaán, vestido con la carne
    sin pecados y riquezas fluirán continuamente en tu vida siempre.


    Verdaderamente, bautizándote, tú enriquecerás tu vida junto con tus amados, vecinos y amistades también, porque el Juramento a Isaac es todopoderoso, poseyendo poderes, que nuestro Padre celestial usura para bendecirte junto con tu nación, porque
    Canaán y la gloria angelical derraman diariamente riquezas sobre tu tierra enteramente, enriqueciendo su reino de amor eterno que viene ya sobre todos nosotros para la eternidad. Realmente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo
    Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu Santo, porque con Jacobo, como su primogénito, dándole vida a los doce patriarcas israelís, entonces Israel fue su nación derrotando a Satanás y lavando la tierra del
    pecado, manifestando seguidamente su reino de amor eterno en la humanidad entera para la eternidad.


    Visto que, este es el reino de amor de nuestro Padre celestial, en donde Él siempre te amara, así como siempre ama a su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque este amor hacia nosotros, por nacimiento virgen, vida virgen, bautismo virgen del Jordá
    n, derrotas vírgenes que su Hijo Jesucristo sostuvo sobre Satanás, la muerte y enemigos, es una realidad contigo bautizado en agua hoy. Realmente, el bautismo del Mar Rojo fue importante para Israel antiguo, huyendo del cautiverio egipcio, que
    significada pobreza para con ellos y la tierra entera, porque terminados los cuatrocientos años, entonces periodos de siete años de riquezas terminaron, y solamente pobreza y hambruna había por delante con la humanidad entera, si Israel se hubiese
    quedado en cautiverio y sin bautismo en agua para siempre.


    Realmente, el bautismo de Israel antiguo en el Mar Rojo, removió pecados pasados y futuros de las naciones enteramente, salvando al mundo entero del infierno tormentoso, porque Israel cruzó el desierto de Sinaí, enriqueciéndolo, como ciudadanos legí
    timos de Canaán, cargando con ellos el bautismo en agua hacia el corazón de la tierra, y Canaán finalmente reciba al Mesías con su reino de riquezas para ti. Indiscutiblemente, nuestro Padre celestial necesitaba a Israel antiguo salpicando sangre
    expiatoria de carneros por el desierto de Sinaí, cuando ministraban delante de Él a la entrada del tabernáculo de reunión, porque cada sacrificio traído a los sacerdotes levitas, entonces tenía que ser ofrecido sobre postes del tabernáculo para
    ser aceptados en el Lugar Santísimo, removiendo así sus pecados por riquezas venideras siempre.


    Oportunamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a Israel antiguo bebiendo aguas amargas de Mara, porque ellas (aguas) solamente serian endulzadas por Moisés, tirando el árbol en él, yaciendo cerca, endulzando así a familias antiguas
    y modernas de las naciones, que Israel necesitaba beberlas para ser uno con ellos siempre en la carne sin pecados, conociendo únicamente riquezas en la tierra entera siempre. Así es como, nuestro Padre celestial derrotaría la hambruna de Satanás no
    solamente en el cautiverio egipcio, llevando pecados antiguos y modernos de las naciones hacia el Mar Rojo, pero igualmente, bautizados en agua, entonces ellos bebieron aguas amargas de Mara, endulzadas por Moisés con su árbol, logrando una carne sin
    pecados derrotando toda hambruna siempre: comiendo cotidianamente maná y bebiendo agua del cielo arriba.


    Esto es lo que nuestro Padre celestial necesitaba Israel antiguo que lograse con Moisés por el desierto de Sinaí, tomando con ellos a naciones antiguas y modernas al beber aguas amargas de Mara, endulzadas por Moisés y el árbol yaciendo cerca,
    salpicando sangres expiatorias de carneros por el desierto arenoso, entonces se entregaron cuerpos glorificados a muertos, comiendo maná para ver vida nuevamente pronto. Misericordiosamente, este eres tú, que Moisés junto con Israel antiguo, como ejé
    rcitos de nuestro Padre celestial y con ángeles, buscaban por ti, tus amados, vecinos y amistades, moviendo piedras y granos de arena hasta encontrarte desnudo hasta tus huesos secos, pero ellos trabajaron diariamente para limpiarte de tus pecados en el
    Lugar Santísimo del tabernáculo, enriqueciéndote finalmente, vistiéndote con su carne sin pecados hasta hoy.


    Por eso, es que tú eres llamado a renacer del bautismo en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, sumergiéndote en las aguas, emergiendo seguidamente en el Jordán, caminando ya en Canaán, tierra de grandes riquezas, con nuestro Padre
    celestial y con su Espíritu Santo, conociendo únicamente amor, paz, poderes, riquezas y un corazón feliz, porque ahora serás su hijo legitimo siempre. Indiscutiblemente, nuestro Padre celestial ha llamado a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel
    y de las naciones a renacer del bautismo en agua, para abandonar la carne pecadora y el espíritu de error en donde Satanás y espíritus inmundos atacan siempre, para vestirte con su carne sin pecados y su Espíritu Santo en donde tú has sido bendecido
    ya con riquezas de Canaán.


    Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial comiendo del maná descendiendo junto con bebidas de la roca de salvación, para ellos recibir su cuerpo glorificado, digno de ser uno con el Mesías clavado a ellos con su sangre expiatoria
    salpicada sobre postes de la sinagoga de Jerusalén: removiendo el pecado de la tierra entera en aquel Sábado de reposo glorioso. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo clavado a su cruz del monte Sion, en Canaán, afuera
    de Jerusalén, porque Él recibiría su sangre expiatoria victoriosa sobre Satanás, ángeles caídos, muertes y el infierno para con cada hombre, mujer, niño y niña de naciones antiguas y modernas, declaradas perfectas y santas: honrando, exaltando y
    glorificando su santo nombre en la tierra entera finalmente.


    Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo clavado a su cruz del monte Sion, en Canaán, a sus manos y pies salpicando su sangre expiatoria sobre puertas de su sinagoga en Jerusalén, entrando él mismo en el Lugar Santísimo con
    Israel antiguo y naciones antiguas y modernas para ver al Padre celestial en persona con perfecta santidad toda una eternidad entera. Definitivamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo sanado de ataques sobre su cuerpo llevando su
    cruz sobre el monte Sion, para ser clavado a ella junto con Israel antiguo y la humanidad entera, porque él necesitaba ser sanado por el Padre, pero igualmente cada hombre, mujer, niño y niña de las generaciones sanaría, y aquí es cuando tú fuiste
    sanado de pecados perpetuamente.


    Además, nuestro Padre celestial necesitaba su santo nombre fuegos: amado, honrado y glorificado por su misma vida, vivida por su Hijo Jesucristo, en Canaán, para todo hombre, mujer, niño y niña de toda generación, derrotando a Satanás, pecados,
    maldiciones, hambruna, muerte y el infierno, finalmente reinando su santo nombre con su vida eterna victoriosa sobre Satanás y el pecado en la gloria celestial siempre. Aún más, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo no solamente
    derramando su sangre expiatoria sobre la cruz del monte Sion, en Canaán, pero igualmente sobre puertas de su sinagoga en Jerusalén, removiendo así el pecado del mundo entero al levantar su sangre expiatoria finalmente victoriosa sobre Satanás,
    muertes y el infierno, salpicándola siete veces sobre el telón, separando lugares santos del Lugar Santísimo.


    Legalmente, esto le ordeno nuestro Padre celestial a Moisés y a sacerdotes levitas ejecutar diariamente con rituales y ceremonias de perfecta santidad del Juramento a Isaac con sangres expiatorias de carneros, salpicándolas sobre las cosas santísimas
    del tabernáculo, pero igualmente, salpicarlas siete veces sobre la cortina separando lugares santos del Lugar Santísimo, para Él caminar la tierra entera postreramente, pero sin pecado en ella finalmente. Ciertamente, nuestro Padre celestial, después
    que su Hijo Jesucristo había cruzado puertas de la sinagoga en Jerusalén, salpicándolas con su sangre expiatoria victoriosa sobre Satanás, pecados, maldiciones, hambruna, muertes y el infierno en cada hombre, mujer, niño y niña de naciones antiguas
    y modernas, entonces, su sangre expiatoria salpicó siete veces sobre cortinas del Lugar Santísimo: salió Él, caminando con familias hebreas la tierra entera.


    En medida que, nuestro Padre celestial necesitaba visitar a cada familia de la tierra entera, pero: primeramente, Él necesitaba que familias israelitas y judías lleven su sinagoga de Jerusalén a las naciones, pues Él necesitaba celebrar sus victorias
    sobre Satanás, pecados, hambruna y muerte con sus hijos, finalmente dándole su bienvenida a su reino de amor, como su nueva tierra llena de riquezas para todos. Entendiendo que, después que nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo clavado a
    su cruz del monte Sion, en Canaán, entrando finalmente en su presencia santísima con su sangre expiatoria victoriosa sobre Satanás y ángeles caídos en la vida de sus hijos, entonces, Él caminó hacia ellos con familias Israelitas y judías, para
    lavarlos a ellos continuamente de todo pecado, tinieblas e impurezas siempre.


    Amorosamente, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente a todo Israel bautizado en agua, pero igualmente a familias de las naciones, porque Él los había declarado a todos ellos perfectos y santos ya en su sinagoga en Jerusalén, salpicada con
    sangre expiatoria de su Hijo Jesucristo victoriosa sobre Satanás y pecados, por ende, Él los lavaría siempre mucho más que antes, para lograr más riquezas mundialmente. Entendiendo que, nuestro Padre celestial solamente puede trabajar con cada
    hombre, mujer, niño y niña bautizado en agua ya, para Él usar poderes del Juramento a Isaac, poderes que siempre están presentes en todos aquellos ya bautizados, lavándolos así a ellos cada día mucho más que antes, pero igualmente lavando
    continuamente todas sus cosas que posean para enriquecerlos aún mucho más siempre.


    Dado que, nuestro Padre celestial siempre usa el bautismo en agua de sus hijos continuamente no solamente para resolver problemas, conflictos, enfermedades, maldiciones, pecados y hasta errores, que ellos cometen sin jamás saberlos, para que ellos vivan
    una vida limpia continuamente, y así, Él mismo llenarlos a ellos con sus pertenencias con su presencia asombrosa hasta que Él sea visto claramente por todos. Definitivamente, el bautismo en agua fue importante para Israel antiguo inicialmente, porque
    bautizado del Mar Rojo, entonces ellos abandonaron la carne pecadora con el espíritu inmundo junto con pecados acumulados de familias antiguas y modernas de las naciones por cuatrocientos años, finalmente recibiendo la carne sagrada y el Espíritu
    Santo, en donde su presencia se manifiesta naturalmente hacia cada hijo suyo: viendo siempre riquezas venir.


    Ciertamente, nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu Santo, en Canaán, porque Él necesitaba manifestarse en sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, que sólo
    sucede, cuando ellos se bautizan en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre en la tierra entera para que riquezas vengan siempre. Por cuanto, nuestro Padre celestial necesita incrementar su presencia divina en cada familia de las naciones de la
    tierra entera, además de Israel, porque Él necesita llenar el corazón, vida, mente, cuerpo y espíritu humano de cada hombre, mujer, niño y niña con su presencia divina y asombroso amor por ellos, logrando así ellos finalmente riquezas cotidianas
    de Canaán y de la gloria angelical también.


    Realmente, así nuestro Padre celestial podía recibir a sus hijos de Israel antiguo y de la humanidad entera con su Hijo Jesucristo bautizado del Jordán por Juan, porque sus hijos necesitaban entrar por su sinagoga de Jerusalén en perfecta santidad,
    declarándolos a todos ellos por siempre vírgenes para ver su reino de amor, como su nueva tierra llena de riquezas asombrosas para la eternidad venidera. Entendiendo que, nuestro Padre celestial solamente trabaja con sus hijos bautizados ya, invocando
    poderes perfectos de su santo nombre, para Él mismo ser uno con ellos bautizándose en agua, pero igualmente bautizándose en su Espíritu Santo que sucede en su corazón santísimo, cuando tú asciendes, enriquecido por la carne sagrada de Isaac hacia
    su cruz del monte Sion, en Canaán, para recibir abundantes riquezas cotidianas.


    Ya que, su Espíritu Santo te llevara a su cruz del monte Sion, en Canaán, al tú estar bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, y orando continuamente al Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo te llenaras del Espíritu
    Santo para entrar a su presencia perfecto y santo, así como Él lo es toda una eternidad entera. Verdaderamente, nuestro Padre celestial ejecutó su grande Gracia, su grande Verdad, su grande Misericordia y su grande Justicia Divina con su Hijo
    Jesucristo y con cada hijo suyo, porque Él los observo ya bautizados del Jordán, dándole a Él poderes legales para ejecutar grandes obras en todo aquel Sábado memorable para bendecir con grandes riquezas la tierra entera finalmente sin pecados por
    edades interminables.


    Realmente, desde aquel Sábado inolvidable, cuando nuestro Padre celestial bendecía a sus hijos, perdonando sus pecados, removiéndolo de la tierra enteramente, entonces, Él ha logrado honrar, exaltar y glorificar su santo nombre fuegos en el paraíso,
    en La Nueva Jerusalén del cielo arriba y en cada lugar celestial, para que sus hijos vean vida eterna con Él, eternamente enriquecidos toda eternidad, empezando hoy contigo. Definitivamente, nuestro Padre celestial solamente obra con su bautismo en
    agua no solamente en Israel, pero igualmente en cada familia de las naciones, porque es en el bautismo, que Él limpia diariamente a sus hijos de problemas, conflictos, enfermedades, hambruna, pobreza, muerte y el infierno, para vivir su vida gloriosa,
    derrotando a Satanás y enemigos, viviendo finalmente solamente riquezas hasta ver su reino descender.


    Misericordiosamente, nuestro Padre celestial solamente obra con su sinagoga de Jerusalén, que está establecida en cada nación del mundo entero, con su bautismo en agua en cada hijo suyo, porque sin el bautismo en agua Él solamente obra con ellos en
    el Sábado, dado que: en este día, estén bautizados o no, entonces, poderes del Juramento a Isaac son supremos en todo este día. Sin embargo, ya que, hijos de nuestro Padre celestial están bautizados entonces Él obra con ellos no solamente en el Sá
    bado, pero igualmente en cada día continuamente siempre, limpiándolos a ellos mucho más que antes, incrementando su presencia divina en ellos con riquezas de Canaán y del cielo arriba, bendiciendo finalmente a familias de las naciones enteramente por
    igual hasta que su reino descienda.


    Entendiendo que, nuestro Padre celestial con cada hijo suyo bautizado, podrá progresivamente continuar limpiándolos a ellos de cosas que afectarán su servicio hacia Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, como lavándolos de problemas,
    conflictos, enfermedades y aun limpiándolos de errores, que ellos cometan sin conocerlos, entonces serán ellos limpios, perfectos, santos y vírgenes ante Él cada día hasta ver su reino llegar. Amigablemente, nuestro Padre celestial con el bautismo
    en agua podrá mantener a cada hombre, mujer, niño y niña perfecto, santo e intachable una vida entera, logrando que siempre ellos sean su perfecta voluntad con su carne sin pecados, su Espíritu Santo y su Juramento a Isaac, incrementando así su
    presencia gloriosa en ellos, pero igualmente en familias de las naciones, enriqueciéndolos a todos poderosamente siempre.



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