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    From Frans Cobben@21:1/5 to All on Fri Nov 27 03:01:13 2020
    Op maandag 23 november 2020 om 15:39:05 UTC+1 schreef valarezo:
    Sábado, 21 de Noviembre, 2020 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica


    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)



    Esta es su NUEVA TIERRA, habitada por su CARNE SAGRADA, su carne sin pecados en ti para siempre:


    Amorosamente, nuestro Padre celestial necesitaba manifestar su dulce hogar en la tierra, y este es Canaán, llamando a sus siervos a amar: sirviéndolo y alabándolo a Él y su santo nombre fuegos sobre el monte santo de Jerusalén, empezando con su
    Hijo Jesucristo nacido como Isaac de la esposa de Abraham, Sarah, estableciendo así su vida eterna victoriosa sobre Satanás y la muerte perpetuamente. Esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, estableciéndose en Canaán, bendiciendo así a
    sus hijos no solamente los nacidos de Israel, pero igualmente de las naciones, porque Él necesitaba establecer su carne sin pecados y su sangre expiatoria nacida de Él mismo como Isaac, su Hijo amado, cubriendo así toda vida humana enteramente con su
    amor infalible, riquezas y alegrías sin fin.


    Esta es ciertamente la vida de nuestro Padre celestial, que siempre ha vivido con su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo y las huestes angelicales, pero ahora, Él necesitaba vivirla con sus hijos nacidos de su imagen y de su alma santísima, como Adá
    n y Eva junto con sus hijos, viviendo únicamente por Él y por su santo nombre fuegos para conquistar nuevas riquezas jamás antes tocadas por el pecado. Verdaderamente, esta es la vida gloriosa entregada a ti, desde donde nuestro Padre celestial será
    amado no solamente por su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo junto con las huestes angelicales, pero igualmente por sus hijos de Israel y de las familias de las naciones, porque Él hará que sus hijos renazcan del corazón de la tierra para vivir
    riquezas cotidianas siempre, empezando en Canaán.


    Ciertamente, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, que siempre conoce a sus hijos nacidos de su imagen y de su alma santísima, deseando verlos nuevamente en la gloria angelical, como el paraíso, pero como ellos fallaron en regresar a su
    dulce hogar, entonces, Canaán fue establecido por ellos para que vean vida nuevamente, gozando de riquezas cotidianas que les pertenece legalmente infinitamente. Realmente, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, amando a sus hijos
    grandemente, empezando con Adán y Eva, así como siempre lo ha amado a Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo infinitamente, que necesita continuar amándolos, pero sin pecados, y así, sus hijos gocen grandes riquezas en sus hogares en la tierra,
    así como en la gloria angelical, desde siempre.


    Evidentemente, nuestro Padre celestial necesitaba establecer su vida eterna en Canaán para las naciones, viviéndola enteramente, conociendo únicamente su amor infalible por ellos, pero igualmente conocer que Él siempre los ha bendecido a ellos
    antes que naciesen en la tierra, y así, ellos vivan: amados y enriquecidos por Él y por su santo nombre fuegos siempre y cada día, y hasta que su reino venga. Verdaderamente, esta es la vida asombrosa de nuestro Padre celestial, amando a sus hijos
    poderosamente, así como ha amado a su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo y los ángeles con riquezas interminables, porque aquí: su corazón santísimo es muy feliz, como jamás en el reino angelical y hasta que sus hijos nacieron de su imagen,
    creciendo, amándolo a Él mucho más que antes con riquezas insondables.


    Visto que, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, que siempre continuara creciendo con sus hijos, amándolo a Él con su roca de salvación, otorgándoles a todos océanos de amor, océanos de alegrías, océanos de gozos y además con
    otras importantes bendiciones, bautizados ellos ya en agua, creciendo diariamente su relación personal con sus hijos en su nueva tierra, empezando en Canaán. Además, esta es la vida gloriosa de nuestro Padre celestial, enriquecida únicamente por
    riquezas de Canaán en sus hijos de Israel y de las naciones, bautizados en agua, porque siempre estará creciendo con poderes del Juramento a Isaac, dándole diariamente la bienvenida a Él en los últimos días, descendiendo a su dulce hogar, para
    vivir eternamente amado por ti y los tuyos, como hijos suyos.


    Realmente, esta es la vida gloriosa de nuestro Padre celestial, en donde Él te conocerá personalmente con bendiciones, que Él ya te ha entregado a ti y a los tuyos, incluyendo vecinos y amistades de todas partes, porque Él necesita bendecir a cada
    familia de las naciones, y así, ellos entren a su vida eterna, eternamente enriquecidos hacia la eternidad, llena de riquezas cananeas abundantemente. Esta es la vida asombrosa de nuestro Padre celestial, en donde Él te conocerá en poderes cotidianos
    del Juramento a Isaac, porque Él necesita conocerte, así como Él conoce a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo en la eternidad, y así, Él vivir complacido contigo y con tus amados en la tierra, como con riquezas de Canaán y del reino angelical
    también.


    Por cuanto, nuestro Padre celestial necesita su vida eterna, ya vivida por Él con su Hijo Jesucristo nacido como Isaac del vientre estéril de Sarah, por poderes del Espíritu, creciendo, expandiéndose, para Él ser uno con Abraham, ya que Él lo
    llamó a ser perfectamente santo para entrar a la vida eterna, eternamente justificado, y así, Él vivirla igualmente con sus hijos por generaciones venideras. Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba a Abraham con su roca de salvación,
    conduciendo tres sacrificios con sus mitades opuestas una a otra junto con dos aves sin cortar, salpicados con sangres expiatorias, porque su vida misma descendía a Canaán con su Hijo Jesucristo nacido como Isaac, bendiciendo así a cada hombre, mujer,
    niño y niña con riquezas angelicales hasta que su reino venga al mundo.


    Además, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, que siempre la ha vivido con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu junto con huestes angelicales, en donde el pecado no existe en la eternidad y hasta que sorpresivamente se encontró en el
    corazón malvado de Lucifer y en sus ángeles caídos también, pecando y rebelándose así en contra de su santo nombre perpetuamente. Por ende, nuestro Padre celestial necesitaba trasladarla en la tierra, empezando en Canaán, y así, Él mismo volver
    a empezarla sin pecados no solamente con Adán y Eva, como los primeros pecadores del paraíso, pero igualmente con sus hijos por generaciones futuras, regresando así finalmente a su vida eterna, en Canaán, su paraíso moderno, en donde no existe el
    pecado para siempre en la eternidad.


    Consiguientemente, fue importante para nuestro Padre celestial vivir su vida con Abraham, cuando su Hijo Jesucristo nació del vientre estéril de Sarah como Isaac, por el Espíritu Santo, y así, Él poder vivir su misma vida eterna contigo y con los
    tuyos, porque Él necesitaba conocer a Abraham personalmente, pero igualmente a ti, confiándote así sus riquezas asombrosas de Canaán siempre, por generaciones interminables. Considerando que, nuestro Padre celestial había sufrido ataques terribles
    de Lucifer y sus ángeles caídos en contra de su santo nombre fuegos, que Él necesitaba empezar a amarlo, honrarlo y exaltarlo nuevamente con poderes asombrosos de su corazón santísimo junto con riquezas y glorias nuevas, pero Él necesitaba hacerlo
    todo con sus hijos únicamente, confiando en Él siempre por una eternidad, de nuevas riquezas asombrosas.


    Por eso: visto que su Hijo Jesucristo nació del vientre estéril de Sarah como Isaac, por el Espíritu Santo, entonces, fue no solamente para enriquecer a Abraham, pero igualmente a sus hijos prometidos por generaciones futuras, incluyendo las
    familias de naciones, y así, ellos regresen a su vida eterna: amando, sirviendo y exaltando su santo nombre fuegos sobre el monte santo de Jerusalén, en Canaán. Ciertamente, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, derrotando a Lucifer y a
    sus ángeles caídos en la gloria celestial, incluyendo el paraíso con Adán y Eva, pero igualmente Él necesitaba derrotarlo a él y junto con familias satanistas, sirviéndole a él y a la muerte diariamente con brujerías en la tierra, para Él
    empezar finalmente su nuevo reino sin pecado, para siempre.


    Realmente, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, expulsando a Satanás, los ángeles caídos, la muerte y familias satanistas, sirviéndole a él en su reino de tinieblas del infierno tormentoso en la tierra, pero igualmente, Él puede
    expandir su vida eterna hacia familias de las naciones, empezando con la familia de Abraham, enriqueciéndolos con riquezas almacenadas ya en Canaán para la eternidad. Definitivamente: glorias, riquezas y poderes asombrosos que nacieron contigo, cuando
    emergías de nuestro Padre celestial y de su alma santísima, para que tú seas perfecto y santo, así como Él en la gloria celestial: amando, sirviendo y glorificando su santo nombre fuegos, que ha sido atacado injustamente por enemigos, enriquecié
    ndolo tú toda una eternidad, empezando en tu tierra natal y con tus amados.


    Ciertamente, tú tienes glorias, riquezas y poderes infinitos en Canaán hoy en día, que nacieron contigo inicialmente, cuando salías de la imagen y alma santísima de nuestro Padre celestial para amar, servir y alabar su santo nombre fuego sobre el
    monte santo de Jerusalén, en Canaán, y así, tú vivas su vida enriquecida, así como Él la ha gozado por una eternidad, hasta hoy. Sin embargo, para tú gozar estas glorias, bendiciones, riquezas y poderes, almacenadas en Canaán ahora mismo,
    entonces, tú debes enraizarte en la vida eterna de Canaán, nacida con su Hijo Jesucristo del vientre estéril de Sarah como Isaac, por el Espíritu Santo, concediéndote legalmente a ti riquezas cotidianas en tu tierra natal, conquistando nuevas
    glorias para su reino venidero, pero contigo bautizado ya en agua.


    Entendiendo que, estas son glorias, bendiciones, sanidades, poderes y riquezas sin comienzo ni fin, llegando hacia a ti y tus amados en la tierra entera, porque nuestro Padre celestial necesita su santo nombre fuegos: amado, honrado y exaltado por ti
    hasta que su reino venga finalmente, entrando así a la eternidad contigo para alcanzar nuevas riquezas, glorias y poderes nunca antes vistas por nadie. Por cuanto, esta es la vida eterna de nuestro Padre celestial, creciendo continuamente con su amor
    asombroso de su corazón santísimo hacia su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo, sus huestes angelicales, pero igualmente hacia ti, tus amados, vecinos y amistades, que necesita expandirse con poderes del Juramento a Isaac hasta los confines de la
    tierra, tocando su gloria celestial, haciéndolo descender a Canaán enteramente últimamente.


    Legalmente, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente descender a Canaán con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo junto con huestes angelicales, así como normalmente lo hace cada reposo Sabatino, pero igualmente, Él necesitaba todo su reino
    del cielo arriba descendiendo a su nueva tierra, llena de poderes del Juramento a Isaac, en donde no hay pecado jamás en la eternidad. Verdaderamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo viviendo como Isaac con Abraham,
    para Él vivir su vida eterna, derrotando a enemigos no solamente de él, pero igualmente de sus hijos prometidos por generaciones venideras, incluyendo de las familias de las naciones, estableciendo así su vida eterna enteramente en Canaán y en toda
    la tierra, para nuevo reino venidero.


    Por ende, cuando nuestro Padre celestial vio que Abraham había vivido unos años con su único hijo Isaac, entonces, sus enemigos habían sido derrotados y ahora él estaba listo para amar, servir y alabarlo a Él y a su santo nombre fuegos sobre el
    monte santo de Jerusalén, descansando sobre el Moria, seguidamente invitado fue a ascender para ser declarado perfecto y santo infinitamente. Legítimamente, para que cada hombre, mujer, niño y niña ame: sirviendo y adorando a nuestro Padre celestial
    y a su santo nombre fuegos sobre el monte santo de Jerusalén, en Canaán, entonces, uno tiene que ser declarado santo y perfecto, así como Él lo es infinitamente—seguidamente, Abraham fue declarado perfectamente santo para servirle a Él en la
    gloria angelical, empezando, enriquecido diariamente de Canaán.


    Aquí es cuando. Nuestro Padre celestial tuvo a Abraham con su único hijo Isaac, como una ofrenda encendida, que la gloria celestial necesitaba para su Hijo Jesucristo y para su Espíritu Santo junto con huestes angelicales puedan seguidamente gozar
    aromas de su vida eterna, que había venido a ser uno con Abraham, pero igualmente contigo y con los tuyos, incluyendo vecinos y amistades de alrededor del mundo. Y aquí es cuando. Donde nuestro Padre celestial derramó poderes de su Juramento a Isaac,
    hablando palabras todopoderosas de vida y de bendiciones interminables, riquezas, glorias y poderes: enriqueciéndote a ti, tus amados, vecinos y amistades, porque Él te estará llenando con su vida eterna y con riquezas cotidianas, descendiendo así
    hacia ti con su gloria angelical sobre la tierra para la eternidad, eternamente amado por ti para siempre.


    Realmente, cuando Abraham estuvo ante nuestro Padre celestial con su único hijo Isaac yaciendo sobre el madero, matando su propia carne, entonces, su corazón santísimo derramó su amor infalible sobre ti y los tuyos, que necesitaban vestir de vida
    eterna, pero igualmente de riquezas insondables, amándolo a Él cada día, honrando su santo nombre fuegos en la tierra entera, para la eternidad venidera. Es aquí, en donde nuestro Padre celestial hablo de ti y de tus amados: palabras de vida,
    descendiendo sobre ti progresivamente sin fallarte jamás, porque tú necesitas ser llenado de vida eterna, que ha derrotado a Satanás, la muerte y los ángeles caídos en la gloria angelical, viviendo así su misma vida en tu tierra natal y con los
    tuyos, liberados del mal siempre.


    Entendiendo que, únicamente en su vida eterna, que nuestro Padre celestial te ha entregado a ti, así como lo hizo inicialmente con Abraham y Sarah, entonces, tú la tendrás igualmente para enriquecerte grandemente junto con tus amados y hasta que
    digas: Padre, me has enriquecido tanto ya—Señor, enriquece a otros, así como me has enriquecido a mí y a mis amados. Sin embargo, nuestro Padre celestial continuará enriqueciéndote cada vez más que antes, porque Él verdaderamente estará
    enriqueciendo a tus amados de generaciones venideras, y así, ellos podrán ser enriquecidos igualmente, como tú: llenando la tierra entera con sus glorias sin fin para su santo nombre fuegos, porque eventualmente ellos vendrán a conocerlo a Él—pero
    en abundantes riquezas de Canaán, para siempre.


    Por eso, tú fuiste llamado a amar a nuestro Padre celestial toda una vida, pero amándolo a Él y a su santo nombre fuegos con riquezas de su roca de salvación de vida eterna, que Él ya te la ha entregado a ti, bautizado en agua, invocando la
    perfecta santidad de su nombre, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo. Francamente, es únicamente bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, cuando tú abandonas la carne pecadora y el espíritu de error por la carne
    sin pecados y el Espíritu Santo, en donde nuestro Padre celestial vivirá contigo en su semilla santa, llena de su Espíritu Santo y del Juramento a Isaac, enriqueciendo la tierra entera contigo y con su presencia siempre muy dulce.


    Presentemente: Estos son poderes cotidianos del Juramento a Isaac, ayudándote, que el corazón santísimo de nuestro Padre celestial por su amor maravilloso, que Él siempre ha sentido por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo junto por sus
    hijos que han nacido en pecado, porque Adán y Eva comieron del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del mal y del bien. Por lo tanto, cuando nuestro Padre celestial derramaba de su corazón santísimo su Juramento a Isaac sobre la carne sin pecado
    y la sangre expiatoria, entonces, Él lo confirmó con Jacobo, estableciéndolo en Israel perpetuamente: por ende, bautizado ya Israel en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre: inmediatamente el reino angelical descenderá a Canaán con Él,
    quedándose a vivir contigo para siempre.


    Verdaderamente, con Israel bautizado enteramente en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces, poderes del Juramento a Isaac crecerán hacia la eternidad, manifestando nuevas riquezas, glorias, poderes y santidades jamás tocadas por
    el pecado: abrazando a nuestro Padre celestial y a su reino angelical para vivir eternamente amado en Canaán, en donde su Hijo amado nació, pero igualmente Israel entero junto contigo. Definitivamente, esta es la vida gloriosa de nuestro Padre
    celestial, que nuestro Padre celestial necesita vivirla contigo y con tus amados en tu hogar, bautizado en un lugar de abundante agua, como tus bañeras, piscinas, rio, playas, entonces, al tú sumergirte, invocando su santo nombre, emergerás instantá
    neamente en Canaán, vistiendo su carne sin pecados, en donde el pecado no existió en ti jamás.


    Aquí es cuando. Tú no solamente habrás abandonado la carne pecadora con el espíritu de error por la carne sin pecados y su Espíritu Santo, pero igualmente, tú habrás abandonado el infierno tormentoso con sus espíritus malvados, molestándote
    siempre, para no sentirlos jamás: liberado ahora únicamente para recibir riquezas de Canaán en tu hogar o donde sea que su vida te lleve, y hasta que su reino venga. Entendiendo que, Satanás siempre pondrá espíritus inmundos en tu contorno y de tus
    amados también, cegándote, en donde tú fallaras en ver su salvación maravillosa, que Él mismo te ha entregado a ti con bendiciones, pero igualmente con grandes riquezas que nacieron contigo de Él, y que están en Canaán, esperando enriquecerte
    diariamente, bautizado en agua, hasta que su reino venga al mundo finalmente.


    Francamente, nuestro Padre celestial necesita que tú conozcas, que Satanás siempre está invadiendo tu vida con sus espíritus inmundos no solamente para molestarte, pero igualmente, para cegarte sin que jamás tú conozcas, que tú ya has sido
    bendecido, enriquecido y empoderado en su semilla santa, que es la carne sin pecados de Isaac, recibiendo diariamente riquezas celestiales para que conozcas solamente abundantes riquezas más nunca pobreza. Es decir, también que nuestro Padre celestial
    necesita que tú conozcas, que Satanás siempre pondrá espíritus inmundos en tu alrededor para robar, matar y destruirte a ti junto con tus amados, porque tú estarás viviendo en su vida pecadora, que comió del fruto prohibido en el paraíso, por
    ende, él puede atacarte cada vez que lo quiera hacer así en la tierra.


    Empero, bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces, tú abandonaras la vida pecadora, en donde espíritus malvados operan sobre ti y tus amados, para vivir su vida eterna finalmente, que ha derrotado a Lucifer y su rebelió
    n angelical del cielo en contra de su santo nombre, y así, tú siempre vestirás riquezas cotidianas de Canaán y del cielo arriba también. Por lo que nuestro Padre celestial necesita que tú entiendas, es que tus problemas cotidianos no vienen de
    persona alguna, más bien, vienen del inframundo, Satanás operando con sus espíritus inmundos sobre ti, en tu vida que comió del fruto prohibido, sin embargo, bautizado en agua, invocando su santo nombre tú vivirás en su semilla santa, su carne sin
    pecados, enriqueciéndote a ti continuamente siempre.


    Ciertamente, esta es la vida gloriosa de nuestro Padre celestial, derrotando a Lucifer y a sus ángeles caídos en la rebelión angelical en contra de Él y su santo nombre fuegos, pero igualmente, derrotó a Satanás, espíritus inmundos, la muerte,
    familias satanistas y el infierno desde Canaán, y así, tú derrotes a tus enemigos en tu tierra natal junto con los tuyos y amistades también. Verdaderamente, bautizado en agua, invocando su santo nombre, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de
    Jacobo, tú inmediatamente recibirás la carne sin pecados y la sangre expiatoria de Isaac, llena de su amor, riquezas, victorias sobre Satanás, espíritus inmundos, la muerte, familias satanistas y el infierno junto con todo enemigo, enemigos que tú
    tengas—realmente: fueron vencidos ya por ti para siempre.


    Legalmente, Israel bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces, ellos vestirán la carne sin pecados, llena de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo y de sus victorias sobre Satanás, expulsá
    ndolo no solamente a él, a la muerte junto con familias brujas en todo Canaán e Israel entero, pero igualmente, de las familias de las naciones del mundo. Por eso, fue importante para Satanás y la muerte engañar a Israel siempre con familias brujas
    en toda generación pasada, para que terminen todos siempre en holocaustos, haciendo así que poderes del Juramento a Isaac no se manifiesten en ellos jamás, que llenarían la tierra entera de riquezas, glorias y de poderes interminables para que
    nuestro Padre celestial descienda a Canaán finalmente victorioso sobre Satanás.


    Por ende, con Israel bautizado en agua, crecerá con riquezas, glorias y poderes asombrosos del Juramento a Isaac, enriqueciéndolos grandemente, pero igualmente a todas las naciones, porque es en estos poderes, que nuestro Padre celestial junto con su
    reino angelical descenderá a Canaán, quedándose con nosotros: viviendo enteramente muy feliz con su corazón santísimo lleno de amor por sus hijos toda una eternidad entera. Ciertamente, esta es la vida de nuestro Padre celestial, otorgada
    enteramente a nosotros por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo, derrotando ya a enemigos en Canaán y en la tierra entera, además, cumple con Los Diez Mandamientos infinitamente, honrando así su santo nombre fuegos en cada reposo Sabatino y en
    sus fiestas anuales, celebradas en Israel y en la gloria celestial también, siempre.


    Ya que, nuestro Padre celestial necesita que tú entiendas, que Él te ha entregado su misma vida eterna, derrotando ya a tus enemigos, pero igualmente, complace toda verdad y justicia en la eternidad entera, y así, tú vivas con Él y con su santo
    nombre fuegos, clavado a su cruz, que es Israel antiguo con las familias de las naciones, redimidas del infierno tormentoso eternamente. Además, nuestro Padre celestial te necesita: conociendo, que Él mismo ha logrado tu salvación victoriosamente con
    su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo y con Israel entero: expiando, juzgando y cubriendo pecados con sangres expiatorias de corderos por el desierto de Sinaí, asimilando el infierno, en donde tú descenderás perdido, pero finalmente Él mismo
    borró tus pecados con su sangre expiatoria para siempre.


    Del por qué: Nuestro Padre celestial ha removido tus pecados de ti, de tus amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo entero, fue porque: Satanás te está atacando a ti en secreto, así como Él fue atacado junto con su Hijo Jesucristo y su
    Espíritu Santo, tomando su santo nombre de Él y de sus huestes angelicales para su vida pecadora. Por consiguiente, Satanás junto con la muerte y sus familias brujas lo han hecho su negocio personal, de que tú siempre seas cubierto de brujerías
    todos tus días, cegándote, sin que tú jamás conozcas su obra salvadora ya cumplida en Canaán por sus palabras vivas, para que tú vivas su vida eterna, enriquecida con poderes y alegrías sin fin toda una eternidad entera.


    Considerando que, Satanás siempre se ha movido en tu contra con familias brujas, cegándote con sus brujerías en tu hogar, en tu trabajo y en otros lugares que tú normalmente frecuentas, porque él necesita: robar, matar y destruir en tu vida y
    hasta finalmente quitártela, sin que tú jamás conozcas que siempre has tenido grandes riquezas con tu nombre escrito sobre ellas en Canaán. Realmente, cada vez que tú veas algo anormal, tomando lugar en tu alrededor y de los tuyos, vecinos y
    amistades de todas partes, entonces, esto significa, que Satanás con sus ángeles caídos está secretamente trabajando para robar, matar y destruir todo lo que te guie a abundantes riquezas, que tú ya las tienes almacenadas en Canaán para gozarlas
    todas ellas hasta que su reino venga.


    Por ende, bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, entonces, tú intercambiaras tu vida pecadora y espíritu de error por su carne sin pecados y su Espíritu Santo, en donde su misma vida florece con victorias cotidianas sobre
    Satanás, los ángeles caídos, familias satanistas y la muerte, y así, tú siempre tengas puertas abiertas a tus riquezas en Canaán. De otra manera, Satanás te engañara continuamente con sus espíritus inmundos, caminando secretamente hacia ti, tus
    amados, vecinos y amistades, y solo para mantenerte ciego de jamás conocer que tú ya has sido bendecido, enriquecido y empoderado con grandes glorias del reino celestial, que están en Canaán, y así, tú las goces continuamente, pero sin Satanás
    contigo por toda una vida santísima.


    Realmente, bautizado en agua, invocando su perfecta santidad, entonces, tú recibirás su misma vida eterna, nacida en Canaán por la hija virgen de David, derrotando a Satanás y cada espíritu inmundo junto con cada enemigo, amenazando tu vida y de
    los tuyos en toda la tierra, y así, tú tengas siempre acceso a riquezas que te pertenecen a ti y a tus amados, en Canaán. Lógicamente, Satanás siempre te atacara a ti, a tus amados, vecinos y amistades del mundo entero con espíritus inmundos,
    haciendo que tú jamás conozcas riquezas cotidianas de Canaán, que legalmente te pertenecen a ti, enriqueciéndote en tu tierra natal, para recibir a nuestro Padre celestial en su descender final hacia nosotros, eternamente amado por ti con riquezas
    insondables y con alegrías interminables, para siempre.


    Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, porque Él tendría a sus hijos naciendo en cautiverio egipcio, asimilando la vida tormentosa del
    infierno, por cuatro siglos, logrando postreramente que ellos renazcan del corazón de la tierra hacia su nueva tierra, pero sin pecados para siempre. En otras palabras, nuestro Padre celestial necesitaba tener a sus hijos naciendo del vientre estéril
    de Sarah, por el Espíritu Santo, para luego renacer del corazón de la tierra, como del vientre infernal igualmente, pero sanado con su amor infalible por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo, haciéndolos ascender al paraíso con vida, y este es
    Canaán moderno, su dulce hogar eternamente.


    Definitivamente, este es el único camino posible, en que nuestro Padre celestial tendría a sus hijos regresando a vivir nuevamente, derrotando enemigos que atacan a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo, pero igualmente a Adán y a Eva, y hasta
    que llegaron también a ti, tus amados, vecinos y amistades del mundo entero, como de otras religiones y fe, salvándolos Él mismo finalmente. Por ende, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo Jesucristo nacido como Isaac de Sarah,
    por su Espíritu Santo, entrando en su vientre enfermo, sanándolo, tornándolo instantáneamente santísimo, así como su corazón santísimo en su pecho, para que Isaac nazca, seguido por Jacobo y los doce patriarcas israelíes, porque Él había
    empezado a conquistar el corazón de la tierra contigo, para siempre.


    Por su Grande Gracia: nuestro Padre celestial necesitaba remover el pecado del corazón de la tierra con sus hijos nacidos del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu Santo, empezando con Isaac, renaciendo así Él con ellos de Israel y de las
    naciones pasadas y futuras, pero renaciendo sin pecado y con vida eterna: convirtiéndolos con Él, en su semilla santísima, en Canaán, infinitamente. Visto que, esta es semilla de nuestro Padre celestial para nosotros, como carne santísima, nacida de
    Él, por el Espíritu Santo, del vientre estéril de Sarah, como Isaac, para descender victorioso sobre pecados y con rituales y ceremonias cotidianas del Juramento a Isaac, habiéndolos expiado, juzgado y cubierto con sangre expiatoria para renacer del
    corazón de la tierra con sus hijos, obteniendo vida nuevamente eternamente.


    Ciertamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a sus hijos renaciendo con poderes del Juramento a Isaac en el cautiverio egipcio, recogiendo pecados de todos del pasado y del futuro, como los tuyos y los míos también, para ellos
    llevarlos al bautismo del Mar Rojo, abandonándolos para siempre, y así, su vida eterna florezca por toda la tierra finalmente contigo hoy. Visto que, nuestro Padre celestial no solamente estaba bautizando a Israel antiguo y familias de las naciones
    pasadas y futuras para quitar el pecado de la humanidad entera para la eternidad venidera, y así, su vida eterna crezca siempre poderosamente con nuevas riquezas, glorias y poderes, pero igualmente, Él bautizó la tierra entera para que sea una nueva
    con su corazón santísimo: infinitamente bendita contigo.


    Visto que, es en la vida gloriosa de nuestro Padre celestial, entregada a nosotros de Israel y de las naciones, para ser uno con Él perpetuamente junto con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo, como su semilla santa, que salió de Él, por
    poderes del Espíritu Santo, enriqueciéndonos desde el cielo arriba y también de Canaán y de su nueva tierra enteramente. Consiguientemente, nuestro Padre celestial tenía que tener su semilla santa, nacida del vientre estéril de Sarah como Isaac,
    para que Jacobo nazca, haciendo que Israel sea su familia divina con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo, entonces, descendió al corazón de la tierra, tornando postes del infierno en semilla santísima, su cruz, con sus hijos eternamente
    redimidos para que su reino venga últimamente.


    Es decir, que nuestro Padre celestial con su semilla santa, que es Isaac, su carne sin pecados y su sangre expiatoria, tenia que ser uno con todo Israel, pero igualmente con las familias de las naciones pasadas y futuras, renaciendo todos ellos en su
    semilla santa, plantada en Canaán, como su árbol de vida y sin relación alguna al pecado, para siempre. Además, nuestro Padre celestial necesitaba quitar el pecado del corazón de la tierra, renaciendo Él mismo con sus hijos de Israel y de las
    naciones, volviendo a ver vida nuevamente todos ellos en su semilla santa, pero sin pecados en su tierra nueva, en donde su vida eterna florecerá por una eternidad entera, conquistando únicamente nuevas riquezas, poderes y alegrías interminables
    contigo infinitamente.



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