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    From Elio I. Valarezo@21:1/5 to All on Fri Apr 16 22:11:12 2021
    Sábado, 17 de Abril, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica


    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


    El PADRE necesita INCREMENTAR riquezas de cada SÁBADO a cada día para recibir su nueva tierra, enriquecida por ti siempre:



    Con su grande corazón, nuestro Padre celestial llamó a Moisés a recibir su santo nombre fuegos, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, para que se bautice con fuegos de su altar, comisionándolo así para que lleve a Israel del
    cautiverio egipcio hacia Canaán, la tierra prometida, fluyendo leche y miel toda una eternidad venidera. Por lo tanto, Moisés tenía que escapar de Egipto con su santo nombre fuegos, que él había empezado a invocarlo, representando al Rey Mesías,
    que tenía que nacer entre sus hermanos y entre sus hermanas en Canaán, viviendo su vida eterna a lo máximo, liberándolos así a todos del pecado para entrar a la vida eterna por siempre bendecidos.


    Sin embargo, después que Israel antiguo escapó del cautiverio egipcio, liderado por Moisés y con poderes asombrosos de su santo nombre fuegos, recibido de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, entonces, él lideró a los
    israelitas hacia el bautismo del Mar Rojo, porque tenían que ser purificados de todo pecado antes de entrar al desierto del Sinaí camino hacia Canaán. Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba a Israel antiguo bautizado en el Mar Rojo para abandonar
    la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sagrada y el Espíritu Santo, lleno de poderes santísimos de rituales y de ceremonias del Juramento a Isaac, que ellos tenían que cumplir dogmáticamente antes de entrar a Canaán perpetuamente
    victoriosos sobre pecados de la humanidad entera.


    Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba preparar a cada israelí hombre, mujer, niño y niña por el desierto del Sinaí, como sus hijos legítimos, entrando en la naturaleza divina de Canaán, para ejecutar su obra salvadora: enriqueciéndolos,
    bendiciéndolos y salvándolos, pero igualmente la tierra y la humanidad entera en necesidad de ser perfecta y santa, así como Él en la gloria celestial, redimiéndolos del pecado finalmente. Además, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente
    salvar a Israel antiguo, desvistiéndolos de la carne pecadora y del espíritu de error para abandonar en el Mar Rojo pecados recogidos de las naciones antiguas y modernas por cuatrocientos años, pero igualmente, Él los necesitaba vestidos en su carne
    sagrada y en su Espíritu Santo, en donde Él los alimentaria siempre con comidas cotidianas de la gloria angelical.


    Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba a sus hijos comiendo del pan y vino, que es realmente la carne sin pecados y sangre expiatoria de Isaac llena de vida santísima, como Él mismo entrando a Canaán con ellos, enfrentándose a Satanás y sus á
    ngeles caídos y la muerte, destruyéndolos, hasta que cesen de ser un reino de tinieblas destruyendo vida humana en la tierra. Entendiendo que, si nuestro Padre celestial logra tener a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel no solamente bautizados
    del Mar Rojo, pero igualmente comiendo de su pan y vino, que es realmente su semilla santa, dándonos al Rey Mesías en cada uno de ellos y, al mismo tiempo, ya en Canaán bendiciendo la tierra con abundantes riquezas perpetuamente, entonces seremos
    libres todos infinitamente.


    Definitivamente, al tener nuestro Padre celestial a sus hijos comiendo de su merienda divina, que es su Hijo Jesucristo nacido del vientre estéril de Sarah como Isaac, entonces ellos estarán realmente comiendo de Él mismo: seguidamente, ellos llenará
    n no solamente a Canaán con su naturaleza divina, pero igualmente la tierra entera, porque Él necesita reemplazar la semilla de Lucifer con la suya en todos nosotros. Por ende, el bautismo del Mar Rojo fue importante para nuestro Padre celestial, su
    Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para que sus hijos, como todo Israel, pero igualmente las familias de las naciones, yaciendo ya sobre postes del infierno puedan acceder finalmente justificados a Canaán para recibir su santo nombre fuegos, clavados
    a ellos, como la cruz enriquecida infinitamente por amor a ti.


    Ciertamente, después que todo Israel fue bautizado en agua, vistiendo su carne sangrada y su Espíritu Santo: ellos abandonaron los pecados del mundo entero en un día en el lecho marino del Mar Rojo para jamás verlos nuevamente, entonces, nuestro
    Padre celestial los tuvo comiendo a ellos de su la comida celestial, para manifestar al Rey Mesías entre ellos en Canaán postreramente para la eternidad. Además, nuestro Padre celestial alimentaba a todo Israel paso a paso por el desierto del Sinaí
    de su maná del reino angelical, como su pan y vino, emanando de Él, para que su Hijo Jesucristo nazca de la hija virgen de David con la carne sagrada y la sangre expiatoria, liberándolos finalmente del pecado y de las tinieblas, justificándolos así
    para la eternidad venidera.


    Visto que, esta era la única manera posible para nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo entrar en su propia tierra, creada para Él y su santo nombre fuegos vivir con sus hijos de Israel y de las familias de las naciones por
    siempre amado en su reino del amor eterno, entonces, Satanás tenia que abandonar a Canaán derrotado para siempre. Por cuanto, cada uno de Israel antiguo y moderno junto con las naciones, rescatándolos a todos, descendiendo a postes del infierno,
    entonces, ellos vestían con la carne sin pecados de Isaac que había expiado, juzgado y cubierto sus pecados con rituales y ceremonias de santidad perfecta del Juramento a Isaac, asombrosamente, ellos ya amaban al Padre y a su santo nombre para toda una
    eternidad.


    En otras palabras, nuestro Padre celestial finalmente vistió no solamente a Israel antiguo y moderno, pero igualmente las naciones con su semilla santa, que es la carne de su Hijo Jesucristo llenándolos de vida y del Espíritu, en donde Él es amado
    junto con su santo nombre en Espíritu y en Verdad en todo Canaán con sus hijos ya bautizados en agua para la eternidad. Además, nuestro Padre celestial puede solamente ser amado por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo, que nos entregó su
    semilla santa, saliendo de Él, para entregarle no solamente a Abraham a su hijo Isaac con la carne santísima y la sangre expiatoria, pero igualmente al Rey Mesías, naciendo en Canaán de la hija virgen de David, concediéndonos salvación eterna, amá
    ndolo sólo a Él infinitamente.


    Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial alimentar a Israel antiguo de Él su pan vino, servido diariamente por su Hijo Jesucristo en días de Abraham, como Melquisedec rey de Salem, y por el desierto del Sinaí, como su Ángel Santo
    siempre entrando en el Lugar Santísimo con el sumo sacerdote Levita una vez al año ante el Padre para bendecir a Israel. Sin embargo, cuando el Ángel Santo, que era Isaac, no entraba al Lugar Santísimo con el sumo sacerdote Levita de aquel año,
    entonces, Israel había pecado, consiguientemente, era imposible que la carne de Isaac y su sangre expiatoria expíe por los pecados, y el sacerdote era jalado con una soga, asegurada a su cintura, muerto, por falta de la santidad de Isaac en el altar.


    Por lo tanto, ya bautizado en agua, invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, entonces, tú abandonaras la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sin pecados de Isaac y su Espíritu Santo, en donde tú eres
    santo y perfecto instantáneamente, así como Él lo es eternamente, para recibir amor, bendiciones y riquezas siempre. Amorosamente, nuestro Padre celestial necesita llenar no solamente a Canaán con su carne santísima y su sangre expiatoria de vida
    eterna, derrotando a Lucifer y su rebelión angelical en contra de Él, su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo, su santo nombre fuegos y sus ángeles fieles a Él toda una eternidad, pero igualmente bendecir la tierra entera para ser amado
    apasionadamente por sus hijos (tú) siempre.


    Verdaderamente, nuestro Padre celestial solamente puede ser amado por sus hijos, así como su Hijo Jesucristo y su Espíritu siempre lo aman a Él y a su santo nombre eternamente, en su semilla santísima, como la carne sagrada de Isaac y el Espíritu
    Santo, que tú recibirás, bautizándote en tu bañera, invocando santidades perfectas de su nombre, conquistadas perpetuamente sobre el monte Sion, en Canaán. Entendiendo que, nuestro Padre celestial necesita enriquecer la tierra entera, y esto
    significa enriquecer a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, porque Él está dispuesto a descender a Canaán para vivir con sus hijos, para ser amado por ellos, pero amado con riquezas asombrosas de su corazón santísimo en
    cada hijo suyo, ya enriquecidos todos ellos infinitamente.


    Ya que, es la voluntad perfecta de nuestro Padre celestial de enriquecerte a ti, tus amados, vecinos y amistades del mundo entero, pero para que esto suceda entonces Él necesitaba a Israel removiendo a Satanás y a los ángeles caídos, viviendo con
    familias brujas en Canaán y con tinieblas terribles para que la tierra jamás sea enriquecida, conociendo sólo pobreza, muerte y el infierno tormentoso. Seguidamente, nuestro Padre celestial te dio vida a ti en la tierra llena de océanos, mares, ríos,
    lagos, piscinas y otros cuerpos de agua, como tu bañera hogareña, sumergiéndote tú en ella, entonces emerjas del río jordán en Canaán, bendecido por Él y por su Espíritu Santo, conociendo únicamente amor, paz, prosperidad, riquezas y alegrías
    interminables toda una eternidad, empezando en tu hogar hoy.


    Ciertamente, fue importante para nuestro Padre celestial sentarse con Abraham junto con sus hijos adoptados (comprados por dinero de extraños) para comer de su comida, servida siempre por su Hijo Jesucristo, como su perfecta Santidad con ángeles del
    cielo y contigo en la tierra, y así, su semilla santísima, que es el cuerpo glorificado de Isaac sea establecido finalmente en la tierra, enriqueciéndote a ti. Aquí es cuando, nuestro Padre celestial empezó un convenio importante, quitando el pecado
    junto con Satanás y los ángeles caídos del mundo entero, incluyendo la muerte y el infierno, para que sus hijos vivan en su semilla santa solamente, como carne sin pecados de Isaac nacida del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu, y así, tú
    vivas abundantemente, pero viviendo con riquezas grandiosas siempre.


    Legalmente, nuestro Padre celestial planeó remover el pecado por Él mismo, naciendo junto con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo no solamente del vientre estéril de Sarah, pero igualmente de la hija virgen de David, viviendo finalmente Él
    con su Hijo y con su Espíritu en Canaán, derrotando a Satanás hasta destruirlo con sus ángeles caídos y la muerte, enriqueciéndote a ti hoy. Efectivamente, nuestro Padre celestial te ha tocado a ti con riquezas no solamente existente en el cielo,
    en Canaán, pero también en ti, en tus amados, vecinos y amistades, como en todas las naciones: removió pecados, destruyendo a Satanás, ángeles caídos, la muerte y el infierno por amor a ti, entrando a su corazón santísimo de la tierra, amándote
    a ti siempre con riquezas asombrosas.


    Consiguientemente, nuestro Padre celestial tenía que llevar su bautismo en agua al corazón de la tierra, pero primero necesitaba destruir pecados de familias de las naciones antiguas y modernas con su semilla santa, que fue su Hijo Jesucristo naciendo
    como Isaac de Israel para ser una nación, destruyendo finalmente al pecado junto con Satanás y la muerte para que sus hijos vean vida nuevamente perpetuamente. Por ende, fue importante para nuestro Padre celestial comer del pan y vino con Abraham, pero
    igualmente, comerlo con sus hijos adoptados y con hijos prometidos de generaciones venideras, y así, Él recoger cada pecado del mundo, destruyéndolos en el bautismo del Mar Rojo, porque Él tiene grandes planes para enriquecerte a ti junto con la
    tierra entera hoy en día.


    No obstante, bautízate, invocando la perfecta santidad de su nombre, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, porque existen asombrosos poderes del Juramento a Isaac operando en su nombre entrando en tu corazón al bautizarte en agua, visti
    ndote así finalmente de su carne sagrada, que realmente lo ama a Él toda una eternidad, empezando en tu hogar y con tus amados. Realmente, esto fue importante para la voluntad perfecta de nuestro Padre celestial, recoger pecados cometidos por las
    naciones antiguas y modernas, destruyéndolos en el del Mar Rojo, porque con Israel antiguo bautizado en agua entonces renacieron como ciudadanos legales de Canaán, heredando riquezas interminables, enriqueciendo Él mismo la tierra entera, pero
    empezando en el desierto del Sinaí, en donde no hay riqueza para nadie jamás.


    Puesto que, nuestro Padre celestial necesita destruir la carne pecadora y riquezas del espíritu de error, acumuladas por Santas en la tierra y sus secuaces, como familias satanistas, porque Él necesita su carne sagrada y su Espíritu Santo
    prevaleciendo en sus hijos por todo Israel y en las naciones, enriqueciendo así la tierra entera con perfecta santidad finalmente para su reino venidero del amor eterno. Realmente, nuestro Padre celestial necesita enriquecer la tierra entera, cuando
    Satanás desea hundirla en ruinas eternas de tinieblas interminables hacia la eternidad, al tenerte a ti junto con tus amados, vestidos con su carne sin pecados, atrayendo riquezas del cielo arriba, de Canaán y del corazón de la tierra, como su corazó
    n santísimo, amándote a ti con pasión siempre creciendo, santidad y riquezas asombrosas.


    Entendiendo que, nuestro Padre celestial tuvo a José viviendo en Egipto como esclavo, vendido por sus hermanos a una caravana de Ismaelitas por treinta monedas, sin embargo, él fue favorecido por nuestro Padre celestial en todo que él hacía en Egipto,
    llegando a ser finalmente segundo en mando después del Faraón, porque él interpretó sus sueños, salvando la tierra eventualmente con riquezas interminables. Asombrosas riquezas cotidianas del cielo arriba, de Canaán y del corazón de la tierra,
    posibles únicamente uno bautizado en agua, invocando poderes santísimos de su nombre, entregándote a ti instantáneamente su carne sagrada y su Espíritu, en donde Él es amado por ti en Canaán diariamente, además, allí no existe el pecado nunca,
    enriqueciéndote con riquezas que enriquecen su santo nombre sobre toda la tierra siempre.


    Visto que, esta fue la riqueza que nuestro Padre celestial le había entregado inicialmente a Abraham abundantemente, porque Él lo enriquecía no solamente a él y a sus amados en aquellos días, pero igualmente a Israel en generaciones venideras,
    enriqueciendo así familias de las naciones, porque la tierra entera necesitaba ser enriquecida por Él finalmente, pero enriquecerla con su carne sin pecados en ti siempre. Evidentemente, para nuestro Padre celestial enriquecer la tierra, significó no
    solamente enriquecer a Israel, pero igualmente antiguas y modernas familias de las naciones, pero primeramente Él necesitaba remover la carne pecadora y el espíritu de error de cada hombre, mujer, niño y niña, enriqueciendo Él así únicamente su
    carne sagrada, saliendo de Él sin pecados, haciéndote a ti como su hijo amado, grandemente enriquecido hoy.


    Históricamente, nuestro Padre celestial es Dios de grandes riquezas, que Él siempre ha gozado con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo junto con huestes angelicales fieles a Él y a su santo nombre fuegos sobre su altar, que siempre ha sido su
    cruz del monte Sion, bendiciendo así continuamente toda su Creación con nuevas riquezas conquistadas progresivamente por Él para la eternidad venidera. Consiguientemente, fue importante para nuestro Padre celestial recoger pecados de antiguas y
    modernas naciones, mientras Israel cautivado vivía en Egipto, porque Él realmente estaba reemplazándolo todo con grandes riquezas de la gloria angelical y de Canaán: riquezas escondidas de Satanás y de sus ángeles caídos, enriqueciendo siempre ú
    nicamente a sus hijos bautizados en agua (como tú hoy), finalmente enriqueciendo la tierra enteramente para su reino venidero.


    Misericordiosamente, nuestro Padre celestial tuvo a José en Egipto, interpretando sueños de grandes riquezas entregadas a Faraón, manifestándose cada siete años para absorber los siete años de hambruna, porque Satanás arruinaba la tierra entera,
    sin embargo, el Padre necesitaba enriquecerla para su reino venidero del amor—pero viniendo en el amor eterno de su corazón santísimo que enriquece a sus hijos continuamente hacia la eternidad. A tiempo, fue importante para nuestro Padre celestial
    tener a Israel antiguo bautizado del Mar Rojo, porque con este bautismo la carne pecadora y el espíritu de error fueron removidos por la carne sagrada y sin pecados y por su Espíritu Santo, en donde Él con Israel puede continuar enriqueciendo la
    tierra con sus siete años de riquezas, y reduciéndooslo últimamente a cada siete días.


    Cada día Sabático, nuestro Padre celestial desciende a sus hijos, que son su familia divina, así como su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo lo han sido siempre, en donde Él puede tener una relación normal con ellos, descansando así su cuerpo
    divino entre ellos, bendiciendo su Creación entera con nuevas riquezas, que únicamente Él las puede entregar sin fallar jamás toda una eternidad entera. Dado que, todo lo que nuestro Padre celestial toca con su presencia divina, entonces aquellas
    cosas, además de sus hijos en Canaán y en antiguas y modernas naciones, son perfectamente santísimas, recibiendo así riquezas asombrosas que lo enriquecen todo con perfecta santidad en la gloria angelical, como el paraíso y La Nueva Jerusalén del
    cielo arriba y sus cosas sagradas, incluyendo la tierra entera últimamente.


    Bien, esto es exactamente lo que nuestro Padre celestial necesita hacer con cada hombre, mujer, niño y niña no solamente de Israel, pero igualmente de las naciones, y esto es de hacerlos perfectos y santos, así como Él es eternamente con su Hijo
    Jesucristo, su Espíritu Santo y sus huestes angelicales, finalmente descendiendo a una tierra enriquecida y jamás tocada por el pecado para siempre. Por eso, es que nuestro Padre celestial necesitaba empezar a enriquecer la tierra entera con sus siete
    años de grandes riquezas interminables, que Él pudo enviarlos a sus hijos viviendo ya en el cautiverio egipcio, porque Él necesitaba enriquecer a cada hombre, mujer, niño y niña en toda la tierra, mientras Satanás hacia lo mejor posible para
    empobrecerla para toda la eternidad venidera.


    Por ende, tú bautizado junto con tus amados, vecinos y amistades, para parar a Satanás y a todos sus secuaces es importante, como parando a familias satanistas fieles a él y a sus brujerías destructivas, operando en Canaán y alrededor del mundo,
    entonces, tú vendrás a ser una bendición con su carne sin pecados en ti, bendiciendo la tierra entera para su renio venidero. Evidentemente, con todo hombre en la semilla de Lucifer, que es la carne pecadora nacida del fruto prohibido, del árbol de
    la ciencia del bien y del mal, entonces, atrae pecados, enfermedades, conflictos, pobreza, muerte y el infierno, empero, la semilla de nuestro Padre celestial, como la carne sagrada de Isaac en ti, atrae bendiciones, paz, sanidad, riquezas y alegrías
    sobre la tierra entera siempre.


    Históricamente, con cada siete años de riquezas de nuestro Padre celestial en Egipto, entonces José las almacenaba, luchando toda hambruna de cada siete años de Satanás, que eventualmente no solamente destruirían la humanidad entera con una
    hambruna tras otra, sin embargo, nuestro Padre celestial la enriquecía con sus siete años de riquezas una tras otra hasta enriquecerla infinitamente a satisfacción perfecta de su corazón santísimo. Por lo tanto, nuestro Padre celestial tenia que
    haber tenido a Israel bautizado en el Mar Rojo, abandonando la carne pecadora llena de cada pecado cometido en toda la tierra por antiguas y modernas familias de las naciones, para Él finalmente llamar a Moisés a celebrar su día Sabático cada siete d
    as, atrayendo así muchas más riquezas que nunca antes hacia la humanidad entera.


    Considerando que, Moisés fue el tipo del Rey Mesías para manifestarse en Canaán, por ende, cruzando el Mar Rojo, él presentaba al Mesías de nuestro Padre celestial para Israel y las naciones, por un mar llamado rojo, derramando abundantemente sobre
    la cruz del monte santo de Jerusalén sangre expiatoria, finalmente quitando el pecado del mundo en un día, enriqueciéndolo todo abundantemente sin cesar jamás. Por supuesto, sin el bautismo del Mar Rojo entonces nuestro Padre celestial hubiese
    fallado en tener a sus hijos renaciendo del agua y del Espíritu Santo, para que ellos sean sus hijos renaciendo en Canaán, en donde el pecado falla en existir en la eternidad, enriqueciéndolos así continuamente cada día a todos, pero igualmente la
    tierra entera, quitando el pecado en un día, para siempre.


    Por razones que, nuestro Padre celestial necesitaba remover el pecado de antiguas y modernas familias de las naciones, cometidos sobre Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, fue no solamente para salvarlos a ellos de la muerte eternal del infierno
    tormentoso, pero realmente para enriquecer la tierra entera, satisfaciendo demandas de su corazón por santidad perfecta para su reino venidero del amor eterno. Además, nuestro Padre celestial necesitaba enriquecer la tierra entera con riquezas jamás
    tocadas por Lucifer y su pecado, porque desde que él se rebeló en contra de Él y su santo nombre fuegos ante su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo y huestes angelicales, haciendo que Adán con Eva peque luego, entonces, Él necesita vivir en un mundo
    diferente y sin pecado para siempre.


    Ya que, nuestro Padre celestial es un Dios Todopoderoso en la gloria celestial para con los ángeles y en la tierra para con la humanidad entera, y esto significa que Él te ha entregado a ti poderes asombrosos de su Juramento a Isaac, poseyéndolos tú
    en su carne sin pecados en ti para la eternidad venidera, al bautizarte tú en agua, invocándolo a Él. Ciertamente, nuestro Padre celestial siempre ha trabajado con su semilla santa, como la carne sagrada y la sangre expiatoria de Isaac, saliendo de É
    l hacia ti hoy, abandonando así tú la carne pecadora, en donde Satanás trabaja con pobrezas y destrucciones, sin embargo, su carne sagrada desde el cielo arriba, Canaán y del corazón de la tierra te bendice con amor, poderes, sanidad y alegrías
    siempre.


    Amorosamente, nuestro Padre celestial ha creado cielo y tierra, enriqueciéndolos con riquezas no solamente jamás tocadas por Lucifer y su pecado, pero igualmente, para ser una nueva tierra de riquezas aun mayores de la gloria angelical, porque su Hijo
    Jesucristo y su Espíritu Santo han derrotado a Satanás y a su pecado en cada hermano y en cada hermana de él en toda la tierra. Realmente, desde días antiguos, nuestro Padre celestial ha enriquecido a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel,
    empezando con Abraham, al tener a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su Espíritu Santo, para tener a las naciones renaciendo del corazón de la tierra, que es ahora su corazón santísimo lleno de amor y de vida
    para riquezas de la tierra entera siempre.


    Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial tener a Israel antiguo bautizado del Mar Rojo, para Él poder engrandecer sus riquezas en tierra muerta, bendiciendo las naciones con riquezas asombrosas, no solamente cada siete años, pero ahora
    seria para cada séptimo día Sabático, en donde Él es uno en perfecta santidad con todo Israel, bendiciendo toda vida en la tierra entera siempre. Considerando que, nuestro Padre celestial es un Dios Amoroso para con Israel por amor a su Hijo
    Jesucristo que fue Isaac del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, luego nuevamente nace de la hija virgen de David, entregándole a Israel y las naciones perdón de pecados, pero igualmente riquezas asombrosas para enriquecer la tierra
    entera para su reino venidero del amor eterno.


    Por eso, una vez que nuestro Señor Jesucristo fue finalmente clavado a la cruz, entonces, él fue unido de manos y pies a Israel enteramente y a las familias de las naciones, haciéndose uno con ellos siempre, por ende, Él es realmente uno en perfecta
    santidad con Israel cada día Sabático, bendiciendo toda vida humana en la tierra hasta que su reino venga. Este el día, en que nuestro Padre celestial realmente empezó a tener su dulce hogar, que su corazón santísimo siempre soñó tener en la
    eternidad para vivir con todos sus hijos y con sus huestes angelicales, amándolo a Él y a su santo nombre fuegos toda una eternidad entera con riquezas sin fin para siempre.


    Legalmente, con Israel bautizado en agua, invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, entonces, abandonaron la carne recogiendo pecados y el espíritu de error por la carne sagrada de Isaac y el Espíritu Santo, guiándolos
    siempre de verdad en verdad, de poder en poder y de gloria en gloria hasta ver al Padre en asombrosas riquezas eternas pronto. Esto significa, que Israel ya no más tendrá que hacer como sus ancestros en el cautiverio egipcio, recogiendo riquezas para
    familias de las naciones cada siete años, matando toda hambruna de Satanás mundialmente, pero después del bautismo del Mar Rojo cada siete años de riquezas fue reducido a cada día Sabatino, finalmente reduciéndolo a cada día, entonces bautizados
    todos, enriquecerán diariamente la tierra entera postreramente.


    Definitivamente, nosotros veremos este milagro maravilloso de grandes riquezas, que no solamente José e Israel antiguo junto con Egipto y las familias de las naciones de aquellos días, pero igualmente, nosotros veremos manifestarse en grandes volú
    menes en nuestros días con Israel bautizado en agua y sirviendo al Padre en su carne sin pecados, enriqueciendo a todos por el mundo entero toda una eternidad venidera. Realmente, nuestro Padre celestial no solamente será una perfecta santidad con
    Israel enteramente en cada día Sabático, pero igualmente, Él será uno con ellos cada día junto con las naciones ya bautizadas, porque Él le aseguraba a Abraham que en su semilla, que es Isaac, todas las familias serán amadas con paz, poderes,
    riquezas y alegrías, gozando la vida grandemente en toda la tierra finalmente.


    Verdaderamente, nuestro Padre celestial es siempre uno en santidad perfecta con Israel en cada Sábado no solamente por la salvación que su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo logró en Canaán sobre Satanás, pecados, muertes, maldiciones y el
    infierno, pero igualmente, Él es uno con las naciones, haciendo de la tierra perfecta y santa, así como Él es eternamente, para su reino del amor eterno. Además, nuestro Padre celestial no solamente hizo que naciones por toda la tierra sean santas y
    perfectas para recibir grandes riquezas de José en Egipto cada siete años, pero igualmente, después del bautismo del Mar Rojo las familias han recibido riquezas cada Sábado, porque Él necesita enriquecer la humanidad entera rápidamente, como cada d
    a con Israel bautizado ya para su reino venidero del amor eterno.


    Además, la santidad de nuestro Padre celestial es perfecta cada día Sábado con Israel, pero será cada día ahora con ellos bautizados, porque Él ha quitado el pecado de la humanidad entera, llevando el bautismo del Mar Rojo al corazón de la tierra
    y sobre el Monte Sion con su Rey Mesías bautizado del jordán últimamente, por ello, no hay pecado en ningún lado. Verdaderamente, lo que nosotros tenemos es a Satanás haciendo brujerías con espíritus inmundos para engañar a las familias de las
    naciones, haciéndoles creer a ellos que hay pecado aun en la tierra, cuando ya ha sido removido por nuestro Señor Jesucristo clavado a la cruz del monte de Jerusalén, en Canaán, fluyendo libremente su naturaleza divina, dándole la bienvenida a su
    reino del amor eterno finalmente.



    Por cuanto, la nueva tierra de nuestro Padre celestial, como su nuevo reino del amor eterno por sus hijos, viene con riquezas, que no solamente han sido acumuladas cada día Sabático, pero igualmente cada día de la semana, porque cada hombre, mujer, ni
    o y niña tiene que ser enriquecido abundantemente para recibirlo a Él en Canaán con glorias, honores y poderes de su nombre. Por eso, es que no solamente nuestro Señor Jesucristo necesitaba nacer del vientre estéril de Sarah, por poderes del Espí
    ritu Santo, pero igualmente Jacobo con los doce patriarcas Israelitas, porque ellos necesitaban ser la fundación de Israel, como una nación sin pecados naciendo en el cautiverio egipcio, recogiendo pecados del mundo entero, pero con riquezas cada siete
    años, enriqueciendo las naciones siempre.


    Entonces, nuestro Padre celestial visitó a Israel en el cautiverio egipcio para tener a Moisés bautizándolos en agua del Mar Rojo, como nuestro Señor Jesucristo los bautizaría con su sangre expiatoria sobre la cruz, en Canaán, por el pecado del
    mundo destruido, este evento aceleraría riquezas bendiciendo a las naciones, cuando Israel celebra sus Sábados, en donde riquezas divinas eran imposibles antes. Verdaderamente, nuestro Padre celestial necesitaba empezar su reposo Sabatino en el
    desierto del Sinaí, cuando la humanidad entera yacía ya sobre postes infernales, y así, Él entregarles riquezas, que ellos fallarían en conquistarla en sus días en la tierra, porque en la carne pecadora riquezas son imposibles: sin embargo, con su
    carne sin pecados si son posibles con sus hijos ya bautizados (como tú hoy).


    Ciertamente, nuestro Padre celestial empezó su día Sabático con Israel en el desierto del Sinaí, mientras ejecutaban rituales y ceremonias de santidades perfectas del Juramento a Isaac en el Lugar Santísimo del tabernáculo de reunión, porque Él
    tenía que llevar su día Sabático al corazón de la tierra, enriqueciéndolo, enriqueciendo así la tierra entera desde Canaán arriba, al Israel antiguo conquistarlo finalmente. Además, nuestro Padre celestial necesitaba tocar la tierra entera con
    sus riquezas de cada siete años junto con sus días Sabáticos celebrados por Israel en Canaán y en las naciones, en donde ellos vivirían entre familias extranjeras, bendiciéndolas continuamente, porque cada uno de ellos, antiguos y modernos, tiene
    que ser enriquecido con sus riquezas divinas, para su reino venidero de su amor eterno.



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