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    From Elio I. Valarezo@21:1/5 to All on Sat Mar 12 06:33:52 2022
    Sábado, 12 de Marzo, 2022 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


    El LUGAR SANTÍSIMO: salpica sangre expiatoria del PADRE celestial sobre ti, bautizado ya te va enriqueciendo cada día, sin fallarte jamás:


    Soberanamente, el corazón santísimo de nuestro Padre celestial sufría por haber creado al hombre, por cuanto él hacia cosas en la tierra que solamente le agradaban a él, sin ver jamás por agradar a su prójimo, por ello violencia había entre ellos,
    que todo lo creado estaba siendo afectado por tinieblas, amenazando llenar la tierra y su humanidad enteramente con ella, para siempre. Estos males le estaban sucediendo a cada hombre, mujer, niño y niña de familias de las naciones, de aquellos días,
    por haber Adán y Eva comido del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del bien y del mal, amenazando en empobrecer la tierra, cuando nuestro Padre celestial la había creado para enriquecerla con riquezas, glorias y poderes nunca antes vistos en la
    gloria angelical.


    Ciertamente, el problema que nuestro Padre celestial había encontrado con el hombre, creado en su imagen y en su alma santísima, fue que su corazón inclinaba hacia el mal siempre, por razones de efectos del fruto prohibido, que Adán y Eva habían
    consumido, creciendo en sus corazones sin jamás detenerse para conocer verdad y justicia, llevándolos a amar la vida sobre la tierra entera finalmente. Efectivamente, nuestro Padre celestial esperaba encontrar a alguien que trabajase con Él, para
    empezar a cambiar el estado espiritual de cada corazón del hombre, haciendo que ellos piensen en Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, bendiciéndolos así, así como Él bendijo a Adán y Eva en el paraíso inicialmente, finalmente derramando
    su voluntad perfecta enteramente sobre la tierra con riquezas interminables, para siempre.


    Lealmente, nuestro Padre celestial necesitaba su voluntad perfecta sobre la tierra entera, así como en la gloria angelical con sus ángeles, empero, esto fue imposible, porque cada hombre, mujer, niño y niña vivía con su corazón herido, así como el
    suyo, observando males floreciendo entre familias sin detenerse jamás por amor a la verdad y la justicia, prevaleciendo ellas, entonces enriquecen toda vida poderosamente siempre. Verdaderamente, el corazón santísimo de nuestro Padre celestial estaba
    herido, y creciendo en dolor continuamente, no solamente porque el mal prevalecía entre familias de las naciones, pero seguía creciendo su dolor, por cuanto los corazones de sus hijos eran heridos cada día más y más que antes, hasta finalmente ellos
    mismos descender al infierno perdidos eternamente con pecados, cometidos en contra de Él.


    Sin duda, el corazón santísimo de nuestro Padre celestial empezó a dolerle aún más que antes no solamente porque el corazón de cada hombre, mujer, niño y niña crecía en tinieblas, pero igualmente, su corazón seguía herido, como nunca antes,
    visto que, el corazón de la tierra se estaba llenando del dolor del corazón de cada uno de sus hijos, perdidos en el pecado eternamente. Realmente, el corazón de la tierra entera lloraba ver a hijos de nuestro Padre celestial de familias de las
    naciones, perdidos en la eternidad, que toda esperanza fallaba al verlos a ellos salir de él vivos nuevamente en la tierra, para gozar riquezas creadas en ella, creadas abundantemente para Él mismo gozarlas con su Hijo Jesucristo, su Espíritu y con
    sus hijos, para siempre.


    Ciertamente, la tierra entera anhela el nuevo reino del amor eterno y de riquezas inagotables de nuestro Padre celestial para sus hijos de las naciones, a que descienda ya sobre ella, pero por razones del pecado de Satanás derramado en el corazón de
    cada hijo suyo, entonces esto era imposible hasta aquel entonces, a no ser que todos regresen al Señor finalmente bautizados en agua. Entendiendo que, nuestro Padre celestial había creado cielos y tierra para vivir con sus hijos, en un nuevo reino de
    amor y de riquezas interminables para ser gozadas por Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo junto con cada familia de las naciones, conquistando así más riquezas, poderes y glorias nunca antes vistas por nadie en el reino angelical, hasta hoy.


    Visto que, estos son riquezas, poderes y glorias, que jamás han sido tocadas por el pecado de Lucifer o ángeles caídos, que nuestro Padre celestial necesita gozarlas con su Hijo Jesucristo, con su Espíritu Santo y con sus hijos de familias de las
    naciones, sin embargo, Satanás astutamente buscaba poner sus manos inicuas sobre ellas, para enriquecer su reino de tinieblas algún día. Por lo tanto, nuestro Padre celestial tuvo que esconderlas, creadas en cielos y en tierra, para ser encontradas ú
    nicamente por sus hijos, estableciendo así su nuevo reino de amor eterno, enriqueciendo su corazón santísimo con su amor infalible hacia su Hijo Jesucristo, su Espíritu Santo, pero igualmente hacia sus hijos, en donde el pecado y artimañas de Sataná
    s no existen jamás en la eternidad.


    Sin embargo, para que esto suceda sobre cada hombre, mujer, niño y niña de nuestro Padre celestial en familias de las naciones, entonces, Él necesitaba a alguien trabajando con Él, para Él mismo bendecirlos junto con la tierra entera y con grandes
    riquezas, pero Él jamás encontró a ninguno en cada generación, que Él se vio obligado a destruir la tierra entera con toda carne. Desdichadamente, nuestro Padre celestial fue obligado a destruir la tierra junto con la humanidad entera, sólo para
    encontrar a uno, tú, que Él necesitaba trabajando con Él, para Él no solamente lidiar con el pecado, pero igualmente, Él finalmente salvaría la humanidad entera, enriqueciéndola poderosamente con riquezas escondidas, que enriquecen su nuevo reino
    de amor sobre la tierra diariamente finalmente, hacia la eternidad venidera.


    Tempranamente, este primer hombre fue Noé, que nuestro Padre celestial lo encontró justo ante Él, que seguidamente lo llamó a crear un arca, capaz de salvarlo a él junto con su familia y animales, todos escogidos, escaparon el diluvio que venía
    sobre la tierra, destruyendo toda vida, para encontrar aquel disponible, buscándote a ti, para trabajar con Él, bendiciendo toda vida siempre, en la humanidad entera. Este gran diluvio que venía sobre la tierra entera, destruyendo toda vida, animal y
    hombre igualmente, fue el bautismo de Noé, terminando con toda vida malvada en su corazón hacia Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, últimamente encontrando aquel que sería bautizado en el río Jordán de Canaán, salvándolos del infierno
    tormentoso para vivir nuevamente en la gloria celestial, eternamente enriquecidos.


    Seguramente, nuestro Padre celestial bautizó la tierra entera con agua, destruyendo cada corazón malvado de la humanidad entera, ofendiéndolo a Él, entonces, con otro bautismo logrado en Canaán, por aquel Hijo escogido por Él, Jesucristo, salvá
    ndolos finalmente Él mismo del pecado, seguidamente, enriqueciéndolos milagrosamente con su misma vida eterna, entonces llenó sus corazones con amor, gozo, paz, prosperidad y alegrías interminable en la tierra entera, postreramente. Evidentemente,
    este fue el único camino posible, para nuestro Padre celestial llenar con su voluntad perfecta el corazón de cada hombre, mujer, niño y niña de las naciones, seguidamente, mejorándolos a todos con grandes riquezas nunca antes vistas por nadie,
    sanando así su corazón santísimo al sanar el corazón de sus hijos, enriquecidos y llenos de amor, paz y alegrías inagotables finalmente, para siempre.


    Razonablemente, nuestro Padre celestial necesitaba empezar un convenio de vida con Abraham y con el vientre estéril de Sarah, dándole vida a su Hijo Jesucristo como Isaac, por poderes del Espíritu Santo, introduciendo su semilla santa en la humanidad
    entera, como su carne sin pecados y sangre expiatoria para bautizarse en agua, finalmente salvando las naciones de Satanás, pecados, muertes y del infierno perpetuamente. Realmente, este fue un bautismo importante, que únicamente su Hijo Jesucristo lo
    lograría, naciendo de la hija virgen de David con cada hermano y hermana suyo de Israel y de naciones antiguas y modernas en necesidad de acceder el Lugar Santísimo de la Sinagoga de Jerusalén con el telón roto sobre el piso, para vivir nuevamente
    con nuestro Padre celestial, por siempre enriquecidos infinitamente.


    Este fue un bautismo, en que nuestro Señor Jesucristo nació en Canaán para vivir con nuestro Padre celestial antes de bautizarse en el río Jordán por Juan con sus hermanos y hermanas de Israel y de las naciones, porque ellos necesitaban a Satanás,
    pecados, la muerte y brujerías destruidas antes de acceder el Lugar Santísimo, para ver al Padre con salvación eterna finalmente siempre. Además, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de naciones antiguas
    y modernas perfecto y santo, así como Él en la gloria angelical, es decir, que ellos necesitaban nacer del vientre virgen finalmente para bautizarse del Jordán, destruyendo a Satanás, pecados y la muerte para entrar a vida eterna, ya eternamente
    enriquecidos en el Lugar Santísimo extraordinariamente.


    Seriamente, nuestro Padre celestial necesitaba a sus hijos entrando perfectos y santos en su Lugar Santísimo con su Hijo Jesucristo como Isaac, que es su carne sagrada y sangre expiatoria, naciendo del vientre estéril de Sarah, pero ahora él
    necesitaba renacer de la hija virgen de David, por el Espíritu Santo, otorgándoles nacimientos vírgenes a hermanos y hermanas para ver vida nuevamente, eternamente justificados. Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba a hijos de Israel y de las
    naciones en el Lugar Santísimo con la sangre de Isaac salpicada sobre tierra santa, por ello, Isaac renacería del vientre virgen de la hija de David con sus hermanos y hermanas bañados con su sangre impecable, salpicándola sobre postes infernales,
    destruyendo a Satanás, pecados, la muerte: asegurándoles a todos finalmente salvación eterna siempre.


    Ciertamente, esto fue muy importante para nuestro Padre celestial, teniendo a su Hijo Jesucristo naciendo con su Espíritu Santo como Isaac en Canaán, porque él no solamente necesitó nacer del vientre estéril de Sarah con los hijos de Israel y de las
    naciones ya yaciendo todos ellos en aguas amargas de Mara, pero igualmente, él necesitaba renacer en Canaán nuevamente con todos finalmente justificados. Nuevamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo, renaciendo del vientre virgen
    de la hija de David con hijos de Israel y de las naciones no solamente para vivir en Canaán con Él, pero también, ellos necesitaban bautizarse en el Jordán por Juan, destruyendo a Satanás, pecados, maldiciones, muertes y el infierno, entrando
    finalmente al Lugar Santísimo con salvación eterna para todos infinitamente.


    Misericordiosamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo, clavado sobre la cruz del monte de Jerusalén a manos y pies de hijos Israelitas y de las naciones, entrando al Lugar Santísimo con la sangre expiatoria salpicada sobre ellos
    hasta el suelo santo, recibiéndolos Él perfectos y santos, finalmente logrando Él su perfecta voluntad en la tierra, así como en el cielo arriba siempre. Verdaderamente, esta cruz no es solamente su Hijo Jesucristo, naciendo como Isaac del vientre
    estéril de Sarah contigo, por poderes del Espíritu Santo, pero también nació con tus amados, vecinos y amistades, para que ella sea los doce patriarcas naciendo en Canaán, asegurando tierra santa como la fundación de Israel en la tierra, además,
    la cruz salió finalmente del cautiverio egipcio con poderes libertadores contigo.


    Seriamente, nuestro Padre celestial necesitaba la cruz, naciendo del cautiverio egipcio, recogiendo tus pecados junto los de tus amados, vecinos y amistades, por cuatro siglos, entendiendo que, después de recoger pecados de familias de las naciones
    antiguas y modernas enteramente, entonces, Moisés nació para recibir su santo nombre fuegos para cruzar el Mar Rojo con la cruz, bautizándose contigo, liberándote de todo pecado infinitamente. Amorosamente, fue la cruz, que nuestro Padre celestial no
    solamente necesitaba emergiendo del vientre estéril de Sarah como Isaac, por su Espíritu Santo, que eres tú junto con tus amados, vecinos y amistades, como familias de naciones antiguas y modernas, pero igualmente, Él necesitaba la cruz, saliendo del
    cautiverio egipcio, recogiendo tus pecados con los de todos, para el bautismo todopoderoso del Mar Rojo últimamente.


    Esta es la verdad. Nuestro Padre celestial necesitaba su cruz, como su semilla santa, naciendo no solamente del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, contigo junto con todos de la tierra entera, pero igualmente, Él la necesitaba saliendo
    del cautiverio egipcio, recogiendo tus pecados que tú cometerás en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para abandonarlos en el bautismo del Mar Rojo perpetuamente. Entendiendo que, nuestro Padre celestial llamó al Mar Rojo: rojo,
    porque su sangre expiatoria es roja en su Hijo Jesucristo, pero igualmente en cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, para Él lavar pecados con su misma vida siempre, vivida ya en la gloria angelical con su Hijo Jesucristo y con
    su Espíritu Santo, bendiciéndote finalmente a ti con salvación pertecta.


    Ya que, nuestro Padre celestial necesitaba su santo nombre fuegos junto con sus mandamientos eternos glorificados en cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de familias de naciones antiguas y modernas, clavados a manos y pies de su Hijo Jesucristo,
    sangrando profusamente, finalmente rompiendo la cortina del Lugar Santísimo, entrando todos justificados, y su sangre santa sigue allí, como un continuo sacrificio eterno. Francamente, nuestro Padre celestial necesitaba a Adán y a Eva junto con sus
    hijos, entrando en el Lugar Santísimo con su Hijo Jesucristo clavado a manos y pies, entendiendo que, Él necesitaba trabajar con ellos con su perfecta voluntad, que solamente existe en la tierra como en el cielo arriba, cuando su santo nombre junto con
    sus mandamientos es finalmente glorificado ante Él perpetuamente contigo.


    Considerando que, nuestro Padre celestial solamente puede ejecutar su perfecta voluntad en su Lugar Santísimo, así como lo logró inicialmente con Moisés, cuando él entraba en su presencia santísima, cada vez que era necesario hacerlo así, porque É
    l necesitaba dictarle a él junto con todo Israel, cuál era su voluntad perfecta en aquellos días, y así, Él bendecirlos poderosamente con riquezas interminables siempre. Correctamente, nuestro Padre celestial necesitaba enriquecer a Israel en el
    desierto de Sinaí, porque cada hombre, mujer, niño y niña de naciones antiguas y modernas, estaban muertas ya y pobres, sin jamás conocer su riqueza por muchas generaciones, seguidamente, Él enriquecía a Israel enteramente, su carne sagrada en
    ellos, finalmente enriqueciendo cada riqueza para regresar a vivir nuevamente en Canaán, postreramente justificados todos ellos infinitamente.


    Verdaderamente, nuestro Padre celestial tomó a Moisés junto con Israel antiguo y su santo nombre fuegos, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, para bautizarlos en el Mar Rojo, pero igualmente, otorgarles sus mandamientos escritos, como
    su vida santísima en necesidad de vivirla en el desierto de Sinaí, destruyendo finalmente serpientes venenosas de Satanás, obteniendo grandes riquezas en Canaán postreramente. Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial no solamente
    trabajar con su perfecta voluntad en el Lugar Santísimo del tabernáculo de reunión con Moisés, y el sumo sacerdote una vez al año, pero igualmente con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones antiguas y modernas, expiando,
    juzgando y cubriendo cada pecado con sangre expiatoria de corderos siempre.


    Esto era algo, que nuestro Padre celestial siempre hizo con sus hijos, empezando con Abraham, y es que Él siempre se encontró con ellos en el Lugar Santísimo, porque cuando Isaac vivió en Canaán, entonces, Abraham ascendió a la cruz del monte Sion,
    descansando sobre el monte Moria, declarándolo: perfecto y santo con su único hijo Isaac, parado ante él en perfecta santidad eterna. Además, esto fue lo que nuestro Padre celestial hizo con los profetas en Israel hasta nacer el Mesías de la hija
    virgen de David con sus hermanos y hermanas, rescatados por él mismo en el desierto de Sinaí con Moisés y con Israel antiguo, integrándose todos ellos en Isaac, accedieron el Lugar Santísimo de la Sinagoga de Jerusalén con perfecta salvación,
    conociendo amor abundantemente siempre.


    Considerando que, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hijo suyo de Israel junto con naciones antiguas y modernas, entrando en el Lugar Santísimo de la Sinagoga de Jerusalén perfectos y santos infinitamente, y Él trabajar con ellos, así como Él
    había trabajado con Moisés en el desierto, y con su Hijo Jesucristo con su presencia asombrosa ejecutando su voluntad perfecta en todo Canaán cada día. Efectivamente, nuestro Padre celestial trabajó con su Hijo Jesucristo en Israel, y siempre desde
    su Lugar Santísimo, llevando sus palabras vivas en necesidad de ser cumplidas en el corazón, mente, vida, fuerzas y alma de cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, conociendo que, Él necesitaba manifestar su amor infalible desde
    Canaán hacia la eternidad, enriqueciendo a sus hijos siempre postreramente.


    Aquí es cuando: Nuestro Padre celestial no solamente logró introducirte a ti en su Lugar Santísimo, clavado a manos y pies de su Hijo Jesucristo, bañado con su sangre expiatoria te recibió a ti junto con tus amados, vecinos y amistades en perfecta
    santidad eterna, pero igualmente, Él finalmente cumplió su voluntad perfecta contigo, enriqueciéndote diariamente con su amor asombroso siempre hacia la eternidad venidera. Esto significa, que nuestro Padre celestial perfectamente ejecuta su voluntad
    perfecta contigo, así como con Moisés por el desierto de Sinaí junto los profetas en Canaán, hasta que el Mesías vino de la hija virgen de David con sus hermanos y hermanas para destruir a Satanás, pecados, familias brujas y el infierno, cumpliendo
    finalmente su voluntad perfecta contigo en su Lugar Santísimo, para siempre.


    Incuestionablemente, nuestro Padre celestial trabajara contigo siempre en el Lugar Santísimo, así como inicialmente con Abraham, Moisés, los profetas, los jueces y el Mesías con sus apóstoles en Israel, y así, Él lograr su voluntad perfecta en tu
    país, enriqueciéndote grandemente, enriqueciendo a todos en tu derredor, por amor a su reino venidero de amor y de riquezas interminables sobre la tierra entera postreramente. Además, nuestro Padre celestial te enriquecerá para enriquecer su reino
    venidero de amor eterno, bendiciendo a cada familia de las naciones, ya que, Él le dijo a Abraham: en Isaac, su semilla santa, que es su carne sin pecados, todas las familias serian enriquecidas no solamente las que tenemos en la tierra, pero igualmente
    de generaciones venideras, incluyendo las que vivirán nuevamente últimamente.


    En otras palabras, nuestro Padre celestial ejecutara su voluntad perfecta cada día, está establecida ya contigo en el Lugar Santísimo para siempre, en la medida en que, Él ya te ha recibido a ti perfecto y santo, equipado para lograr su voluntad
    perfecta no solamente con tus amados, vecinos y amistades, pero igualmente con familias de la tierra entera, incluyendo las que volverán a vivir nuevamente. Visto que, nuestro Padre celestial necesita trabajar contigo desde su Lugar Santísimo cada día
    en la tierra entera, enriqueciéndote a ti enormemente para enriquecer a otros igualmente de familias de las naciones, dado que, enriqueciéndote a ti desde su Lugar Santísimo junto con riquezas de Canaán y del cielo arriba, entonces, Él estará
    enriqueciendo la tierra para su reino venidero de su amor eterno.


    Por lo tanto, nuestro Padre celestial trabajará contigo hoy, ejecutando su voluntad perfecta ya establecida en el Lugar Santísimo de la Sinagoga de Jerusalén, en Israel, pero igualmente, estará en tu país contigo, en tu templo (iglesia, mezquita),
    enriqueciéndote a ti su sangre expiatoria, que ha destruido a Satanás, pecados, muertes, brujerías y el infierno ya, y tú goces de tu vida enriquecida, empezando hoy. Ahora, nuestro Padre celestial trabaja contigo junto con tus amados, vecinos y
    amistades, porque Él ya ha establecido su perfecta voluntad en el Lugar Santísimo para su reino venidero de amor, llenando a cada hombre, mujer, niño y niña con sus glorias infinitas: amando, sirviendo y exaltando su santo nombre con sus mandamientos
    eternos, bendiciéndote con poderes interminables hasta que tú seas enriquecido enormemente.


    En otras palabras, el reino de amor de nuestro Padre celestial para sus hijos, está ya en la tierra con nosotros, cuando su Hijo Jesucristo entró al Lugar Santísimo perfecto y santo contigo, amados, vecinos y amistades, porque tú habías destruido a
    Satanás, pecados, muertes, familias brujas y el infierno, y así, Él ejecutar su voluntad perfecta contigo siempre, enriqueciendo su reino hasta que llegue. Por lo tanto, nuestro Padre celestial te necesita a ti bautizado, invocando su santo nombre
    fuegos, abandonando la carne pecadora con el espíritu de error por la carne sagrada y el Espíritu Santo, en donde Él obra con su perfecta voluntad desde el Lugar Santísimo progresivamente, observándote a ti como Isaac siempre, enriquecido
    enormemente, aunque tú seas musulmán, budista, taoísta, hebreo, cristiano u otros.


    Seriamente, nuestro Padre celestial trabaja contigo como Isaac en su Lugar Santísimo, porque bautizado en agua, invocando su santo nombre fuegos, entonces, tú abandonaras la carne pecadora, en donde Satanás con brujerías vive engañándote,
    recibiendo la carne de Isaac, en donde nuestro Padre celestial ha logrado ya su voluntad perfecta contigo, enriqueciéndote grandemente, para enriquecer su reino de amor sobre la tierra entera finalmente. Y es realmente contigo enriquecido en el Lugar
    Santísimo con nuestro Padre celestial, que la tierra entera será enriquecida, porque tú eres con Él como Isaac siempre, porque el Padre conoce al Hijo e inversamente, por ende, Él obra contigo, como Él siempre ha obrado con su Hijo y con su Espí
    ritu Santo, enriqueciendo el cielo, pero ahora, su reino de amor es enriquecido contigo.


    Ciertamente, el reino de amor eterno de nuestro Padre celestial ya está con nosotros, emergiendo del Lugar Santísimo contigo enriquecido grandemente por Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, bautizándote en agua, invocando su santo nombre,
    abandonaras la carne pecadora en donde Satanás te engaña progresivamente, para recibir la carne sagrada en donde Él logra su voluntad perfecta contigo en la tierra entera permanentemente. De otro modo, si tú continuamente fallas al bautizarte en agua,
    invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, entonces, tú jamás conocerás que tú ya has sido enriquecido con su perfecta voluntad del cielo arriba, enriqueciéndote a ti cada día para siempre, cuando Satanás desea
    verte empobrecido hasta que últimamente mueras, perdido en la tierra.


    Seriamente, Satanás te necesita empobrecido, mientras estés en su carne pecadora y en su espíritu de error, entonces, él te engañara siempre sin misericordia alguna, sin embargo, bautizándote en la bañera hogareña, invocándolo a Él, como Dios
    Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, entonces, tú eres la carne de Isaac, en donde tú ya has sido enriquecido enormemente, para enriquecer la tierra entera siempre. Ciertamente, nuestro Padre celestial enriquecerá la tierra entera contigo,
    empezando en tu país, entendiendo que, tú eres con Él como Isaac en el Lugar Santísimo, eternamente victorioso sobre Satanás, pecados, muertes, enemigos, brujerías del infierno, por ende, tú siempre enriquecerás la tierra para su reino venidero
    de amor eterno, vistiéndote a ti continuamente con océanos de amor, gozo, alegrías junto con tus amados últimamente.


    Esta es la vida gloriosa de nuestro Padre celestial, en la que tú naciste para vivirla en la tierra y en la gloria celestial igualmente, cuando tú llegues allá—ciertamente, tú estarás allá arriba en días venideros—contigo fiel a su altar de
    Abraham, Isaac y Jacobo, orando en él, en donde Él trabajó con Abraham junto contigo, enriqueciéndote con enormes riquezas hoy en día. Ahora, nuestro Padre celestial te necesita a ti fiel a su altar en el Lugar Santísimo, porque es aquí, desde
    donde Él siempre ha logrado su voluntad perfecta con su Hijo Jesucristo, con su Espíritu Santo junto contigo, amados, vecinos y amistades, destruyendo obras de Satanás junto con la muerte, estableciendo así su reino de amor sobre la tierra finalmente
    contigo, eternamente enriquecido para siempre.


    En otras palabras, nuestro Padre celestial trabaja contigo en el Lugar Santísimo no solamente porque Él ha destruido a Satanás junto con la muerte y obras malvadas sobre la tierra entea, pero igualmente, Él hace su voluntad perfecta desde estos
    lugares santos, entendiendo que, Él siempre ha reinado sobre el reino angelical desde allí, finalmente para reinar sobre toda la tierra contigo enriquecido enormemente últimamente. Ahora, nuestro Padre celestial reina sobre la gloria celestial y la
    tierra junto con lugares celestiales, como el paraíso, el corazón de la tierra y La Nueva Jerusalén celestial, ciudad de mansiones, palacios y edificios pavimentados con calles de oro, llevándonos hacia jardines, parques, el río de vida y muchos
    lugares angelicales: finalmente, descenderá Él a Canaán con sus amados, como contigo, ya enormemente enriquecido.


    Entendiendo que, nuestro Padre celestial te ha recibido a ti junto con amados, vecinos y amistades en el Lugar Santísimo, clavado a manos y pies de su Hijo Jesucristo, declarándote siempre justo, porque con su sangre expiatoria, salpicada sobre cosas
    santísimas, entonces, Él mismo continuamente te lava a ti diariamente hasta que su reino de amor finalmente aparezca sobre la tierra, brillando con riquezas asombrosas. Consecuentemente, nuestro Padre celestial necesitaba su sangre expiatoria, que es
    su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, sacándote del desierto de Sinaí con salvación eterna, por el bautismo del Mar Rojo, pero igualmente, renació contigo de la hija virgen de David, viviendo su vida de riquezas
    inagotables bautizado del Jordán, enriqueciendo así su reino de amor eterno sobre la tierra infinitamente.


    Como resultado, fue importante para nuestro Padre celestial, salpicar la sangre expiatoria de su Hijo Jesucristo y llena de su preciosa vida eterna, que enriquece la gloria angelical con el Lugar Santísimo, pero igualmente la Creación entera, tocando
    la tierra con asombrosos poderes, enriqueciéndote a ti junto con amados, vecinos y amistades presentemente, al tú bautizarte en agua, invocando su santo nombre fuegos. Definitivamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener su Sinagoga de
    Jerusalén con su Lugar Santísimo, salpicada con la sangre expiatoria de su Hijo Jesucristo, así como su preciosa y gloriosa vida enriqueciendo la gloria celestial continuamente, pero igualmente la tierra para su reino de amor eterno y de riquezas
    interminables, establecida ya en Canaán, para sus hijos vivir, así como Él vive siempre gloriosamente enriquecido.


    Por lo tanto, nuestro Padre celestial necesitaba su continuo sacrificio, establecido siempre en el Lugar Santísimo de la Sinagoga de Jerusalén, salpicada con su sangre expiatoria de vida, quitando pecados, tinieblas y maldades para que su voluntad
    perfecta sea contigo, amados, vecinos y amistades, enriqueciendo la tierra entera, enriqueciéndola aún más que el cielo arriba, y ángeles desciendan a vivir con nosotros finalmente eternamente enriquecidos. Ahora, el reino angelical descenderá con
    nuestro Padre celestial, porque ellos necesitan manifestarle amor a Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo en Canaán, comprendiendo que, es únicamente en tierra santa, que Él te conocerá allí: amándolo a Él una eternidad entera, así como É
    l siempre te amo a ti con su roca de salvación, porque será parte de ti perpetuamente ya bautizado en agua.


    Categóricamente, bautizado ya, entonces, tú renacerás en Canaán, tierra santa, en donde el pecado no existió jamás, además, tú renacerás de su carne sagrada y de su sangre expiatoria de vida eterna, en donde no hay pecado tampoco, entonces,
    finalmente Él te ve a ti: amándolo a Él, así como Él es amado siempre por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo en la eternidad. Ciertamente, Satanás no quiso ver jamás la sangre expiatoria de nuestro Padre celestial, que es Isaac, como su
    Hijo Jesucristo, finalmente salpicándola sobre Israel y sobre naciones antiguas y modernas en el Lugar Santísimo de la Sinagoga de Jerusalén, en Canaán, para Él siempre tenerla lavando a sus hijos en las familias, preparándolos a todos para su
    reino venidero de amor sobre la humanidad entera finalmente.


    Realmente, nuestro Padre celestial te necesita bautizado, porque bautizándote tú ya en agua, entonces, tú estarás parado con Él en su Lugar Santísimo, en donde el pecado no existió jamás, vistiéndote a ti con riquezas cotidianas, que no
    solamente te enriquecerán a ti, pero igualmente, a tus amados, vecinos y amistades, porque Él seriamente necesita enriquecer la tierra entera contigo para su reino venidero de amor. Además, nuestro Padre celestial estará haciendo su voluntad perfecta
    contigo permanentemente, porque su sangre expiatoria estará salpicada sobre sus cosas santísimas contigo, tus amados, vecinos y amistades, lavándote diariamente de problemas, espíritus inmundos, errores, brujerías (dado que Satanás usa brujerías
    para atacarte a ti siempre), y así, tú crezcas en sus riquezas cotidianas progresivamente, emergiendo del Lugar Santísimo hacia ti en tu país cada día.


    Realmente, será siempre la sangre expiatoria de nuestro Padre celestial, salpicada toda ella sobre sus cosas santísimas contigo y los demás alrededor de ti, limpiando todo lo que te pertenece, amados, vecinos y amistades, que las brujerías cotidianas
    que Satanás usa sobre ti fallen siempre, porque su sangre expiatoria es todopoderosa actualmente, así como inicialmente salpicada por Él sobre ti en su Lugar Santísimo. Comprobadamente, Satanás no quería ver la sangre expiatoria de nuestro Padre
    celestial salpicada sobre ti, amados, vecinos y amistades, porque él nunca logró detener a nuestro Señor Jesucristo, salpicándola dentro del Lugar Santísimo y, desde entonces acá, él bloquea siempre con familias brujas la celebración del Sábado
    por familias Israelitas y Judías, y así, jamás ninguno sea limpiado de tinieblas en la tierra entera.



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