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    From IVANIVAN555@aol.com@21:1/5 to All on Sat Apr 28 01:38:42 2018
    Sábado, 28 de Abril, 2018 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)

    ABRAHAM CON SU HIJO ISAAC ENCENDIDO SOBRE SIÓN ES LA NUEVA TIERRA Y NUEVOS CIELOS:
    El Ángel del Señor llamó a Abraham desde el cielo para que no le haga daño a su único hijo Isaac, porque ahora que estaba listo para sacrificarlo para nuestro Padre celestial, entonces él le había manifestado al cielo que ama al Dios Todopoderoso
    con todo su corazón, aunque le cueste sacrificar a su único hijo sobre el altar del amor eterno. Éste es el lugar que nuestro Padre celestial que había escogido para darles vida a sus hijos, empezando por Abraham, por el bautismo poderoso del Espí
    ritu Santo de su grande Gracia, de su grande Misericordia, de su grande Verdad y de su grande Justicia Divina, para que su reino de su perfecta voluntad venga a toda la tierra en los postreros días.

    Y fue aquí, en donde nuestro Padre celestial tenía que derramar todo su corazón santo sobre su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo nacido como Isaac del vientre estéril de Sarah, introduciendo así no solamente su amor divino en la familia humana,
    empezando con la de Abraham, pero asimismo su altar del amor prehistórico, bautizandose con sus hijos para su nuevo reino venidero. Realmente, nuestro Padre celestial llamó a Abraham al monte Sion, que Él mismo le mostraría sobre el Moriah, entonces
    fue para tender a su único hijo Isaac sobre el madero como una ofrenda encendida hacia Él en el cielo, iniciando así el nacimiento del reino de su perfecta voluntad, dándole vida a sus hijos para vivir Él con ellos juntos una eternidad.

    Ya que, éste es el lugar en donde nuestro Padre celestial descendió inicialmente con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo cuando dijo, creamos al hombre en nuestra imagen y semejanza para que sea así como nosotros: conociendo el bien y el mal,
    dándole vida así a sus hijos que vivirán con Él en su nuevo reino venidero mundialmente, para siempre. Ciertamente, aquí mismo es donde nuestro Padre celestial tenía que darle vida a cada uno de sus hijos, empezando con Adán y Eva, porque todo lo
    que Él siempre ha creado ha tenido que ser con su altar de su amor prehistórico con su Hijo Jesucristo tendido sobre el madero, como el Cordero con la sangre expiatoria, haciéndolo todo perfecto para su Creación.

    En otras palabras, nuestro Padre celestial jamás crearía nada en el cielo con los ángeles y en la tierra con la humanidad entera sin la presencia y poderes asombrosos de su Hijo Jesucristo, como su Cordero personal con la sangre expiatoria, limpiando
    y purificando todo lo que Él va creando junto con todos los poderes y dones de su Espíritu Santo. Es decir, igualmente que nuestro Padre celestial cuando empezó a darle vida a sus hijos nacidos de su imagen y de su alma santísima, entonces Él les
    dio de su misma vida con su Hijo Jesucristo como su Cordero personal y con la sangre expiatoria, y llena de su Espíritu Santo sobre el altar de su amor prehistórico en el Israel antiguo.

    Considerando que, nuestro Padre celestial tenía en mente no solamente de darle vida a sus Hijos de la casa de Israel, pero asimismo de todas las familias de las naciones, porque Él realmente quería establecer su santo nombre fuego sobre el altar de su
    amor prehistórico en la tierra, pero sólo hasta que sus hijos vuelvan a nacer de Él en Israel. Por eso, nuestro Padre celestial tenía que empezar su convenio de vida con Abraham, y en Canaán, porque ésta es la tierra que Él escogió no solamente
    para darle vida a sus hijos por el vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, pero asimismo toda la casa de Israel, y así su nuevo reino de su voluntad perfecta vendría al mundo finalmente.

    Históricamente, cuando Sarah estaba lista para dar a luz a su primer hijo, aunque ella tenía su vientre estéril, entonces el niño nació por el poder del Espíritu Santo, porque este era nuestro Señor Jesucristo junto con el Espíritu Santo naciendo
    como Isaac con su amor infalible para derramarlo todo sobre el altar salvador para su nuevo reino de su perfecta voluntad. Por eso, nuestro Padre celestial estaba listo para recibir a Abraham y a su único hijo Isaac de quien había aprendido a amar por
    algunos años junto con Sarah y con los demás de su hogar, entonces Él lo llamó a ascender al monte Sion para ofrecerlo como su ofrenda encendida para que sus hijos prometidos nazcan de él (Isaac) siempre.

    Dado que, cada uno de sus hijos que nuestro Padre celestial le había prometido a Abraham que serían incontables como las estrellas del cielo, entonces ellos nacieron directamente de su hijo Isaac, porque Él había llamado a Abraham a tenderlo sobre el
    madero de su altar como en una ofrenda encendida sobre el Moriah, y así bendecir a sus hijos por generaciones venideras. Ahora, cada uno de los hijos prometidos a Abraham nacerían directamente de Isaac, porque él es la carne sagrada, los huesos
    inquebrantables y la sangre expiatoria, en donde nuestro Padre celestial habría derramado todo su corazón santísimo, que siempre demanda por perfecta santidad y de glorias eternas para su santo nombre fuego sobre el monte Sión, en Canaán, hacia la
    eternidad celestial.

    Por lo tanto, cada uno de sus hijos nacidos prometidos a Abraham, entonces ellos nacerián con el Juramento a Isaac, escrito por el dedo de Dios sobre ellos eternamente, porque ellos no nacerán únicamente con cada palabra que creara su nuevo reino de
    su perfecta voluntad sobre la tierra, pero igualmente enriquecer a las familias de las naciones enteramente y para siempre. Ahora, aunque los hijos prometidos a Abraham nacerán siempre directamente de Isaac que es la carne sagrada, los huesos
    inquebrantables y la sangre reparadora del convenio de vida para empezar su nuevo reino de su perfecta voluntad en la tierra, entonces ellos tendrián que renacer del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, para que su palabra se active
    finalmente.

    Visto que, es únicamente cuando tú eres renacido del agua y renacido del Espíritu Santo, en estos días, que el Juramente a Isaac se activara en cada palabra que nuestro Padre celestial derramó sobre no solamente Isaac pero sobre cada uno de sus
    hijos, incluyendo la tierra prometida, para se manifieste mundialmente para todas las naciones al fin para bendición eterna. Ciertamente, esto incluye cada hombre, mujer, niño y niña de todas las familias de las naciones, porque cada una de ellas habr
    renacido del agua y renacido del Espíritu Santo, para que ahora asciendan al lugar, en donde ellos nacieron inicialmente de la imagen y del alma viviente de nuestro Padre celestial, para entrar en su nuevo reino venidero de su perfecta voluntad.

    Es decir, que aunque los hijos de Abraham han nacido del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, entonces ellos tienen que renacer del agua y del Espíritu Santo para regresar al monte santo de Jerusalén, para ser aceptados por nuestro Padre
    celestial y así entrar a su reino de su perfecta voluntad, que viene ya a Israel en cualquier día. En otras palabras, ya sea que tú seas Judío o Gentil, entonces tú tienes que regresar al lugar en donde tú naciste inicialmente del Padre celestial,
    su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, para que tú seas aceptado en su nuevo reino venidero, en donde su perfecto Espíritu es obedecido finalmente de todos sus hijos renacidos de Él, y sin pecado alguno eternamente.

    Considerando que, nuestro Padre celestial le dio vida inicialmente en su imagen y alma viviente a Adán y a Eva junto con los hijos sobre el altar antiguo del monte Sión, entonces tú tienes que regresar a él nuevamente, renacido por el bautismo en
    agua y del Espíritu Santo para entrar a la vida eterna, y esta vez sin conocimiento del pecado eternamente. Ya que, esta es la única manera cuando nuestro Padre celestial te aceptara de regreso a su vida eterna y a su reino de su perfecta voluntad, sin
    conocimiento del pecado, y así vivas tu vida que realmente te conoce y te ama una eternidad entera, en donde no hay más tiniebla en ti, más bien el amor vive en ti perpetuamente.

    Por eso, que es importante que tú seas bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, para que tú regreses a al monte santo de Jerusalén y su Lugar Santísimo sin esperar más, para que el
    Padre celestial te dé vida nuevamente de su imagen y así regreses a su vida eterna, justificado perfectamente. Visto que, es únicamente por su grande Gracia, su grande Misericordia, su grande Verdad y su grande Justicia Divina que nuestro Padre
    celestial ya derramó sobre su Hijo Jesucristo y su Espíritu al nacer Isaac de Sarah, que Él mismo te recibirá justificado en su vida eterna, y así tú siempre conozcas su amor asombroso, su bondad y su cuidado cotidiano hacia ti.

    Ciertamente, fue porque nuestro Padre celestial nos amó tanto por su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo que dijo, creamos al hombre en nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza y así él sea como nosotros conociendo el bien y el mal, que Él
    creó su nuevo reino de su perfecta voluntad para vivir con su familia juntos, sin pecar jamás eternamente. Por eso, nuestro Padre celestial necesita a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, que regrese ya a su altar de su amor
    prehistórico, porque aquí es donde todos nosotros nacimos de su imagen y de su alma viviente, para que nosotros abandonemos el pecado para vivir con Él en su perfecta gloria y santidad sin fin.

    Puesto que, cuando nosotros regresamos a nuestro Padre celestial por el bautismo en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, entonces estaremos descendiendo en las aguas con su perfecta gloria y santidad
    para entrar al Lugar Santísimo, en donde todos nosotros nacimos de su imagen, y así regresaremos a nuestra vida, que abandonamos inicialmente, enriquecidos. Además, nuestro Padre celestial nos necesita a nosotros de todo Israel y de las familias de
    las naciones a que regresemos a su altar de su amor prehistórico ahora mismo, en donde nacimos inicialmente de su imagen y de su alma viviente: porque es solamente aquí en donde Él hace que renazcamos de Él nuevamente, pero con su perfecta gloria y
    santidad eterna.

    Por eso, nuestro Padre celestial le dijo a Abraham, asegurándole, que él tiene que ser perfecto y santo así como Él siempre ha sido en el cielo con las huestes angelicales para entrar a la vida inmediatamente, y por ello su Hijo amado fue entregado a
    él por los poderes del Espíritu Santo para alcanzar su perfección y su santidad para ti hoy. Presentemente, esto es sólo posible en donde nuestro Padre celestial le dijo a su Hijo Jesucristo y a su Espíritu Santo, creamos al hombre en nuestra imagen
    y conforme a nuestra semejanza, para que sea como nosotros, conociendo el bien y el mal, porque es únicamente sobre su altar en donde tú conocerás el bien y el mal, y jamás el pecado.

    Ya que, aquí es en donde nuestro Padre celestial dio vida para que tú seas así como Él es junto con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu conociendo el bien y el mal, viviendo la vida en donde tú siempre preferirás gozarte de sus riquezas
    asombrosas que emana de su corazón santo, demandando constantemente lo mejor para ti toda una eternidad. Por eso, nuestro Padre celestial escogió tener a su santo nombre fuego descendiendo del cielo para ser clavado al madero de la casa de Israel, que
    una vez fue la carne vistiendo sus almas vivientes, para que su santo nombre goce constantemente de su dulzura de perfección y santidad, que tiene el poder para darnos una tierra nueva con cielos gloriosos eternamente.

    Ya que, éste es el madero con que nuestro Padre celestial volvió a Abraham mientras él estaba parado al pie de los tres sacrificios, que estaban cortados y con sus mitades opuestas una a otra sobre la roca, salpicada con la sangre expiatoria junto con
    los palominos sin cortar, porque Él emepezaba a expiar los pecados del mundo entero para siempre. Por ende, cuando nuestro Padre celestial regresó a Abraham y sus sacrificios con sus mitades opuestas una a otra sobre la roca, entonces con su antorcha
    encendida, que son los hijos prometidos junto con su santo nombre fuego ardiendo para destruir toda tiniebla de pecado, inmediatamente Él expió para destruir todo pecado en el bautismo en agua eventualmente hacia toda la eternidad celestial.

    Entonces nosotros vemos el madero antiguo flameando con el santo nombre fuego de nuestro Padre celestial, clavado a él sobre el monte Sión, como cuando Moisés se paró con la casa de Israel en el desierto del Sinaí, sediento por agua, y fallaron
    todos en encontrarla alrededor de ellos, excepto las aguas amargas de Marah que eran abundantes, pero imposible de beber. Aquí es cuando nuestro Padre celestial se acercó a Moisés para decirle, que Él había oído el murmullo de los israelitas que
    estaban sedientos por agua, y Él empezó a hablarle del madero que él necesitaba tirar en las aguas amargas de Marah para que endulcen, para que todo Israel beba junto con los animales que traían de Egipto con ellos.

    Moisés caminó con nuestro Padre celestial así como su Hijo Jesucristo caminaría después con Él al monte Sión, para ser clavado al madero, que una vez fue la carne sagrada de la casa de Israel yaciendo en el Valle de los huesos secos, esperando por
    su salvación, venir en cualquier momento, para ser levantados a ver al SEÑOR en el Tercer Día. Y cuando nuestro Padre celestial le enseñó a Moisés el madero yaciendo sobre el arenal del desierto del Sinaí, entonces él tomó alguno de los
    israelitas para tirarla en las aguas amargas de Marah, para que sean endulzadas y así los sedientos israelitas beban junto con sus animales que traían con ellos para ser sacrificados, cuando el SEÑOR los requiera de ellos.

    Ciertamente, éste es el madero que nuestro Padre celestial necesitaba para establecer su santo nombre fuego del cielo con sus huestes angelicales, y finalmente en la tierra sobre el monte Sión, en Canaán, para que Él sea endulzado cada día más en
    la eternidad, y así continuar endulzando su nuevo reino de su perfecta voluntad de sus hijos renacidos de las naciones, perpetuamente. Ésta es la dulzura que nuestro Padre celestial conocía muy bien, y que Él siempre falló en encontrarla en la
    gloria celestial de sus huestes angelicales, porque su santo nombre fuego únicamente puede pertenecer en su familia divina, que es su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo junto con sus hijos por nacer aun incontables de Adán y Eva, por ejemplo.

    Por consiguiente, cuando tú renaces del bautismo en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, entonces tú te integras a su altar, en donde Él ha derramado todo su corazón santísimo de su perfecta
    voluntad, que es su Juramento a Isaac en ti hoy, pero igualmente para que goces de su dulce nombre constantemente. Visto que, éste es el madero que ha recibido su santo nombre fuego con clavos, porque pertenece sobre el altar antiguo eternamente,
    endulzando todo lo que nuestro Padre celestial ha creado en el cielo con los ángeles y ahora en la tierra con la humanidad entera, empezando por Israel, pero tú tienes que renacer del agua obligadamente, para gozar de su dulzura siempre.

    Porque cuando tú asciendes hacia el altar del amor prehistórico, en donde el santo nombre fuego de nuestro Padre celestial está clavado al madero del Israel antiguo, que ya ascendió del Valle de los huesos secos, entonces tú empezaras a llenarte del
    amor que tú siempre desconocerás, porque solamente existe en la gloria celestial con nuestro Padre celestial y su familia divina. Sin embargo, cuando tú te encuentres parado en él y en su Lugar Santísimo, entonces será porque te habrás bautizado
    en agua, invocando la perfecta santidad e su nombre bendito, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque no existe otro camino posible para entrar en él y así experimentar toda bendición que te pertenece a ti legalmente ya, toda una eternidad
    entera.

    Parado en el altar antiguo, entonces el perfecto amor de nuestro Padre celestial, que siempre ha gozado con su Hijo Jesucristo y con su Espíritu Santo, empezara a saturarte con sus riquezas celestiales y abundantes que tú jamás conociste de tus amados
    ni menos de nadie más en el mundo, porque es extremadamente santo que emana del Padre celestial hacia ti poderosamente. Éste amor maravilloso es muy rico en dulzura celestial que invadirá todo tu ser, porque tú lo sentirás pasar por todo tu interior
    con poderes asombrosos que tú jamás hayas conocido antes en tu vida con tus muy amados y amigos de siempre, porque te llena todo enteramente tu alma viviente y hasta que más bendiciones vienen directamente hacia ti de Él.

    Inmediatamente, tú sentirás el poder de la felicidad de nuestro Padre celestial y de su Hijo Jesucristo y de su Espíritu Santo que llenaran todo tu corazón, alma, mente, cuerpo y espíritu humano por completo, y lo único que tú pensaras es dulzura
    de su felicidad asombrosa y angelical, que tú querrás ser llenado más y más por Él. Entonces al encontrarte gozando de su felicidad asombrosa que viene a ti de nuestro Padre celestial, de su Hijo Jesucristo y de su Espíritu Santo, que están
    parados sobre la roca, que Moisés y la casa de Israel bebieron de ella, la sangre expiatoria convertida en agua viva, entonces tú también beberás de ella abundantemente, porque tu alma estará sedienta de beber nuevamente.

    Tú continuaras gozando de éste gozo maravilloso, que llena todo tu ser viviente, así como eres saturado por el amor, felicidad y hasta ser saciado por completo, porque tu alma viviente necesita comer del amor infalible de nuestro Padre celestial que
    derramó sobre Isaac inicialmente, para que tú seas saturado de su palabra viva, que es vida para ti hoy y siempre. Éste gozo maravilloso que invadirá todo tu ser viviente por completo y sin parar, entonces tú lo sentirás pasar por todo tu interior
    como ríos de agua viva, fluyendo de ti hacia la eternidad, porque tú lo sentirás fluyendo por toda tu alma viviente y tus interiores que continuaran fluyendo hacia la eternidad inagotablemente, porque estarás tú ya integrado a su altar perpetuamente.

    Realmente, tú estarás parado o sentado allí en el centro de la presencia santísima de nuestro Padre celestial porque su palabra viva de amor, felicidad, gozo, y el descanso de tu alma viviente, que es el reposo del Sábado, entonces tú continuaras
    recibiendo más y más de la roca, transportándote hacia gloriosos lugares celestiales que únicamente su familia divina llegan allí siempre. Y el sentir del reposo Sabático es enteramente Hebreo, porque es un convenio que nuestro Padre celestial
    empezó con Moisés y todo Israel que siempre tienen que mantenerlo santificado en cada siete días, como cuando se juntan todos por el mundo entero, para que el Padre goce de su reposo santo, porque el reposo del SEÑOR son todos ellos sobre las
    naciones siempre.

    Éste es el reposo que nuestro Padre celestial jamás encontró entre las naciones angelicales, pero la encontró y estableció en Israel para ser obedecida por cada hombre, mujer, niño y niña de toda la casa de Israel en la tierra y en el cielo,
    porque este es el único momento cuando Él goza de su reposo con su Hijo y con su Espíritu Santo. Además, del mismo modo, toda la casa de Israel siempre fallara en encontrar el reposo sabático en esta vida y en la venidera, porque el reposo de cada
    hombre, mujer, niño y niña está solamente en el Padre celestial, por eso, es que Él lo estableció sobre ellos para ser obedecido y gozado como un convenio para toda la eternidad venidera.

    Sin embargo, todos los demás de las familias de las naciones podrán gozar de este maravilloso y poderoso reposo de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, únicamente si ellos se bautizan en agua, invocando su santo nombre
    fuego, porque solamente entonces es cuando ellos ascenderán al altar en donde ellos encontraran su parte del reposo Sabático, para siempre. Además, nuestro Padre celestial muy feliz te recibirá como su hijo legítimo, porque tú habrás renacido del
    bautismo en agua al invocar la perfecta santidad de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, por ende, tú habrás entrado instantáneamente en su Juramento a Isaac, en donde su reposo descansa por todo Israel y por ti igualmente, para gozarlo
    abundantemente.

    El reposo del SEÑOR es poderoso, todo en su altar es grandemente poderoso al ser tú recibido por su amor infalible, felicidad, gozo, el reposo del Sábado y finalmente la paz junto con más bendiciones, emanando hacia ti directamente de nuestro Padre
    celestial y su roca redentora, en donde su Hijo Jesucristo fue inmolado desde de la fundación del mundo; creándolo todo, siempre. Aquí es cuando nuestro Padre celestial cumple sus promesas hacia ti y los tuyos, incluyendo tus amistades, al venir Él a
    encontrarse contigo en persona, en donde Él mismo pondrá sus brazos sobre ti, porque tú tendrás que renacer de su imagen y de su alma viviente, por el Espíritu Santo, para que seas su hijo legítimo de su nuevo reino venidero.

    Definitivamente, nuestro Padre celestial te abrazara fuertemente con sus brazos que fueron clavados al madero, porque su amor por ti te sobrecargara con nuevas bendiciones y glorias emanando de Él hacia ti, ya que se está haciendo Uno contigo sin pecar
    nunca más, porque en Él no hay pecado sino sólo amor, vida y alegrías sin fin hacia ti. Ciertamente, que nuestro Padre celestial te abrazara con sus brazos sobre ti por mucho tiempo, porque una vez que Él ha puesto sus brazos sobre ti entonces te
    apretara hacia Él, para que no importa lo que suceda en tu vida, Él seguirá abrazándote con sus brazos fielmente y con mucho amor, porque ha prometido no dejarte ir de Él nunca más.

    Además, no importa que suceda en tu vida, nuestro Padre celestial continuara siendo fiel a ti y a todo tu hogar, porque Él te ama mucho junto con todos tus amados de tu familia, incluyendo tus amigos de alrededor del mundo entero, para que tú siempre
    conozcas el poder de su presencia asombrosa junto con su palabra viva, bendiciéndote, como Dios manda. Esto significa que tú siempre fallaras en pecar nuevamente, porque nuestro Padre celestial estará sosteniendo con sus brazos sobre ti completamente,
    no importando jamás en donde tú vivas en toda la tierra, porque Él debe cumplir con su palabra viva de su perfecta voluntad en ti y en tu familia que derramó inicialmente sobre Isaac, para que tú seas siempre bendecido abundantemente.

    Ciertamente, es aquí en donde nuestro Padre celestial finalmente se bautizara contigo con su Espíritu Santo, porque tú has obedecido, bautizándote en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, su Hijo y su Espíritu Santo, en donde el espí
    ritu de error y la sangre pecadora te abandonaran para jamás regresar con sus enfermedades, pobreza, males y muerte, para obtener vida abundantemente siempre. Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial te empezara a enriquecer junto con tus amados,
    incluyendo amistades, porque ahora no solamente estarás bautizado en agua y alimentado directamente de Él y de su roca, pero tú eres merecidamente su hijo eterno, para que tú vivas una vida maravillosa, dándole gloria a su santo nombre fuego sobre
    su altar de vida abundante.

    Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial te continuara enriqueciendo con su roca bendita, dándote de beber junto con todas sus delicias que tú deberás comer en todos los días de tu vida junto con tus amados y amistades, porque Él necesita seguir
    alimentándote de su roca tus alimentos cotidianos y así tu vida sea vigorizada para su nueva gloria venidera. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesita enriquecerte directamente de su roca así como enriqueció a Israel por el desierto, dandole de
    beber de ella, pero igualmente le dio de comer del maná, que Él mismo come diariamente de su mesa en el cielo, para que tú tengas el poder de amar, servir y alabarlo a Él así como los antiguos lo hicieron inicialmente.

    Y es aquí, en nuestros días, en donde nuestro Padre celestial te necesita a ti para que estés con Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque tú necesitas continuar bebiendo y comiendo de su roca, porque ella necesita alimentar tu alma y
    todo tu ser viviente con sus alimentos cotidianos, y así tú siempre tengas poder para servirle a Él. Dado que, si tú no bebes ni comes de su roca entonces es aquí cuando tu corazón, alma, mente, cuerpo y espíritu humano se deterioran y hasta
    volverte muy sediento y hambriento por las muchas tinieblas en ti, y así tú continuaras fallando de entender que debes de renacer del agua para ascender a la roca y recibir tu alimentación cotidiana, siempre.

    Aquí es cuando, Satanás junto con sus ángeles caídos se acercaran cada vez más a ti, porque aun sigues viviendo en el espíritu de error y en la carne pecadora, en donde él puede acumular tus pecados y así apoderarse cotidianamente de ti con sus
    problemas, enfermedades, pobreza y finalmente la muerte, es decir, si fallas continuamente de alimentarte de su roca viva. Por eso, tú debes venir a nuestro Padre celestial por medio de su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, invocando sus nombres sant
    simos no solamente para ser bautizado en agua, sumergiéndote en ella, abandonando el espíritu de error y la carne pecadora, pero igualmente recibirás su Espíritu Santo y carne sagrada con sus alimentos cotidianos y así vivas una vida enriquecida,
    siempre.

    Porque una vida alimentada por su roca viva, que nuestro Padre celestial le manifestó a Abraham para ofrecer a su hijo Isaac, como en una ofrenda encendida hacia Él celestialmente, entonces fue realmente para encender a su hijo, pero éste es un fuego
    santo que jamás mata, sino que únicamente purifica el corazón, alma, mente, cuerpo y espíritu humano de sus siervos. Claramente, nuestro Padre celestial necesitaba purificar a su siervo Abraham, porque Él necesitaba saber si realmente él lo amaba,
    ofreciendo y encendiendo en fuego a su único hijo Isaac que amaba mucho, para no matarlo pero, más bien, ver si Abraham estaba dispuesto a amarlo tanto así aun con la muerte de su unigénito, para luego bendecirlo con muchos hijos más.

    Además, nuestro Padre celestial necesitaba encender a Abraham en su fuego santo igualmente pero, primeramente, su hijo Isaac sobre el madero ardiendo sobre el monte Sión, descansando sobre el Moriah, porque fue por medio de éste fue santo de su amor
    asombroso en que lo bautizaría con su perfecta salvación, para que su fe en él sea contada como justicia salvadora eternamente. Considerando que, así como nuestro Padre celestial no solamente empezó a limpiar, purificar y santificar a sus hijos de
    todo Israel y de las familias de las naciones, pero igualmente hizo que sean hechos sus hijos legítimos para vivir con ellos en su nuevo reino de su perfecta voluntad sobre la tierra, conociendo el bien, bendiciones y su amor infalible hacia ellos,
    siempre.

    Ahora, nuestro Padre celestial realmente necesitaba a su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo manifestado como Isaac, para que sea tendido sobre el madero, ardiendo con fuego real del altar del amor prehistórico, pero no solamente para empezar sobre el
    monte Moriah, porque el fuego real es de arder apasionadamente sobre el monte santo de Jerusalén, en Canaán, y en cualquier día pronto. Sin embargo, para que esto suceda entonces nuestro Padre celestial tenía que haber tenido a sus hijos con el
    Juramento a Isaac descendiendo a las familias de las naciones antiguas, que fallecieron sin conocer su santo nombre ni tampoco derramaron sangres de corderos para cubrir sus pecados, para que Él les perdone y bendiga con salvación y así conozcan la
    vida postreramente.

    Porque jamás fue la voluntad de nuestro Padre celestial que ningún hombre, mujer, niño y niña descienda a este lugar terrible del infierno, en donde el alma viviente es atormentada constantemente, porque ellos fallaron en conocer su santo nombre
    fuego para invocarlo en bautismo de agua, en donde ellos abandonan el fruto prohibido para recibir el fruto de vida, bendiciéndolos con salvación eterna. Ya que, cuando Israel vivió los cuatrocientos años que nuestro Padre celestial le dijo a Abraham
    que sus hijos vivirían en tierra extranjera, entonces ellos debían abandonar el cautiverio egipcio con los pecados de las familias de las naciones que el Juramento a Isaac había extraído y acumulado para abandonarlos en el bautismo poderosos y eterno
    del Mar Rojo, para siempre.

    Porque aquí es donde nuestro Padre celestial finalmente abandonó cada pecado cometido en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para que Él limpie toda impureza en sus hijos, para que ellos aprendan a vivir con su Juramento a Isaac,
    que es su palabra viva para la nueva tierra y con nuevos cielos y así las naciones la gocen felices. Por eso, es que después que Israel se bautizó en agua por los poderes de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo entonces ellos fueron a
    beber de las aguas amargas de Marah, en donde nuestro Padre celestial le dijo a Moisés, que recoja su árbol, que Él le mostrara, para tirarlo en el Marah y endulzar sus aguas instantáneamente.

    En este día, Israel bebió de las aguas amargas de Marah, porque fueron milagrosamente endulzadas por el árbol que descendió del monte santo de Jerusalén, endulzando no solamente las aguas amargas de Marah pero igualmente sus vidas junto con las
    familias de las naciones ya sea que yacían en el tormento del infierno o sobre la faz de la tierra, para siempre. Aun así, nuestro Padre celestial tenía que haber tenido ya a todo Israel caminando por el desierto por algún tiempo, porque Él
    necesitaba que ellos comprendan que ahora no solamente dependían de Él, de su Hijo Jesucristo y de su Espíritu Santo, pero igualmente de su árbol y de su roca, alimentándolos siempre para tener fuerza de amor, servicio y gloria hacia Él.

    Aquí es cuando, Israel volvió a tener sed como antes, pero esta vez el árbol no saciaría su sed pero, más bien, sería la roca de salvación, en donde su Hijo Jesucristo fue inmolado desde la fundación del mundo, creando todas las cosas en el cielo
    con los ángeles y en la tierra con la humanidad entera, empezando por Israel, como siempre. Una vez que Israel bebió abundantemente de la roca, porque nuestro Padre celestial le mostró a Moisés cómo encontrarla, llevándolo a ella, para que derrame
    de su agua viva que fue la sangre expiatoria de su Hijo Jesucristo desde la fundación del mundo y, ahora, da a sus hijos y a la Creación entera de su vida eterna para su nuevo reino venidero.


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